En la variaci¨®n dicen que est¨¢ el gusto
ENVIADO ESPECIALPues se?or, David Grisman era un m¨²sico de bluegrass, dado a hirsutas gigas y contradanzas, al que de repente le entr¨® el remusguillo de meterse en el jazz. Y que nadie proteste, que aqu¨ª cada uno es fibre de hacer la m¨²sica que quiera. No cambi¨® la formaci¨®n de su grupo, compuesta por mandolina, viol¨ªn, guitarra y contrabajo, en mezcla ciertamente ex¨®tica cuando de jazz se trata.
Dedic¨®se a un h¨ªbrido animoso que por ah¨ª fuera puede tener sones de buskers, m¨²sicos callejeros, y aqu¨ª nos parece como si a los hermanos de Manolo Escobar, o mismamente a la tuna de Medicina, les hubiera entrado vocaci¨®n de Django Reinhardt, s¨®lo que supliendo swing por aires de rondalla zaragatera. Y todo esto lo cuento porque Grisman, su mandolina y sus chicos abrieron el esperado concierto triple del Festival de Jazz de Vitoria.
David Grisman Quarter, Steps Ahead, Stanky Clarke y Miroslav Vitous
VIII Festival de Jazz de Vitoria. Polideportivo de Mendizorroza. Vitoria. 18 de julio.
Vino despu¨¦s el grupo Steps Ahead, que est¨¢ entre los m¨¢s apreciados de los modernos. Hace este quinteto una m¨²sica comercial, pero que cae simp¨¢tica porque no trata de escudarse en coartadas trascendentales, salvo un poco en el nombre del grupo, que quiere decir pasos, adelante. Es una m¨²sica que no habla de mitolog¨ªas antiguas, ni de filosof¨ªas exot¨¦ricas, ni de sinfon¨ªas de la tierra y el espacio: muy al contrario, resulta graciosa, ligera y espont¨¢nea. Y tambi¨¦n un poco horterilla, que todo hay que decirlo. Trajeron los de Steps Ahead un bajo nuevo, un muchacho aplicado llamado Kennedy, y cometieron el error de dejarle uno de los primeros solos, con lo que resalt¨® a¨²n m¨¢s que este chico dista mucho de ser el gran Eddie G¨®mez, que es a quien vino a sustituir. Como G¨®mez ha abandonado el grupo, los mejores ahora son los dos Mike: Mike Brecker, saxo tenor por lo general caluroso, pese a algunos resabios acad¨¦micos y ciertas inopinadas resonancias n¨®rdicas, y sobre todo Mike Mainieri, garboso vibrafonista que adem¨¢s ejerce de director del grupo.
Peter Erskine, a la bater¨ªa, hace variados unos ritmos que en principio no lo son, mientras que Warren Bernhardt cumple misiones de apoyo en los teclados y se reserva las baladas para lucirse al piano, si bien con ideas que suenan a prestadas o tomadas de alguno de los divos de los ¨²ltimos a?os.
Concierto de bajistas
Como en la variaci¨®n dicen que est¨¢ el gusto, tras un descanso largu¨ªsimo salieron Stanley Clarke y Miroslav Vitous, bajistas, a dar un concierto los dos solos. Ellos mismos reconocieron que cuando se les ocurri¨® la idea les pareci¨® bastante rara, y los resultados demuestran lo acertado de la creencia. Trataron de darle variedad al asunto cada cual a su manera. As¨ª, Clarke manipul¨® una caja de ritmos y subray¨® cantando alguno de sus solos, en versi¨®n tecnificada de algo que ya hace -y mejor- gente tan veterana como Slam Stewart.Por su parte, Vitous toc¨® unos ejercicios elementales de piano y tambi¨¦n -seguro que con su mejor intenci¨®n- cogi¨® el arco en repetidas ocasiones y hasta se atrevi¨® a ofrecernos con ¨¦l una versi¨®n sui g¨¦neris del Concierto de Aranjuez. Todo eso hubiera estado muy bien de no ser porque, en las condiciones de amplificaci¨®n de un polideportivo, el contrabajo con arco se convierte con facilidad en una especie de suplicio, m¨¢s a¨²n si adem¨¢s el int¨¦rprete afina por aproximaci¨®n.
As¨ª y todo, como los dos son competentes, mayormente Clarke, la experiencia no careci¨® de inter¨¦s. Ahora, que tampoco habr¨ªa pasado nada porque nos la hubieran ahorrado y cualquiera de los dos hubiese salido de contrabajo de Steps Ahead, que falta les est¨¢ haciendo uno bueno.
Babelia
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