Los partidos religiosos refuerzan su poder y decidir¨¢n el futuro Gobierno del pa¨ªs
Sin los partidos religiosos, ninguna coalici¨®n es posible. Ni el Likud ni los laboristas pueden formar un Gobierno si no cuentan con el apoyo de al menos un partido religioso importante. Los principales resultados de estas elecciones indican que los dos partidos mayoritarios se han debilitado y que los peque?os y medianos partidos han salido reforzados. Las listas de los partidos religiosos han obtenido 12 diputados (m¨¢s de un 10% de la Kneset), mientras que en las anteriores elecciones, en 1981, los diputados de los partidos religiosos eran s¨®lo 10.
Estos mismos fueron los diputados que sostuvieron el Gobierno de Isaac Shamir, l¨ªder del Likud, que en la noche de ayer inici¨® los contactos con los portavoces de estos grupos con la esperanza de poder mantener la actual mayor¨ªa.Esta primera negociaci¨®n no ha dado resultado. Ni el Partido Nacional Religioso (PNR), que cuenta con cuatro diputados, ni el Agudat Israel, con dos, se han comprometido con el Likud, y han declarado que desean tener las manos libres.
Marasha, el ¨²nico seguro
Dentro de la direcci¨®n del PNR, varios miembros han solicitado revisar la alianza hist¨®rica con los laboristas para frenar el proceso de ca¨ªda del partido y remontar la pendiente. En efecto, despu¨¦s de su alianza con el partido de Men¨¢jem Beguin en 1977, este partido se ha diluido como la nieve al sol, pasando de nueve diputados en aquellas fechas a los s¨®lo cuatro de hoy.
De hecho, el partido de Isaac Shamir s¨®lo puede contar por ahora con un partido religioso, el Marasha, que ha obtenido dos bancas en la nueva Kneset. Adern¨¢s del PNR, el Agudat Israel (ortodoxos askenaz¨ªes), con dos diputados, y el Shas (ortodoxos sefard¨ªes), con cuatro diputados, podr¨ªa firmar un pacto con el Partido Laborista, lo que dar¨ªa a esta coalici¨®n una ventaja frente al anterior Gobierno.
Igual sucede con el Tami, con uno o dos diputados, cifra que no se conocer¨¢ con exactitud hasta ma?ana cuando termine el escrutinio de los votos de los soldados.
Aunque es conocida la cercan¨ªa del Tami a los laboristas, portavoces de este partido han remitido a los resultados de ma?ana.
Otros peque?os partidos, entre ellos el Ratz, con tres diputados, se aliar¨¢n previsiblemente con los laboristas. La Lista Progresista por la Paz ofrecer¨¢ igualmente su apoyo, dos diputados, al partido de Sim¨®n Peres. El Shinui (liberal de centro), que dispone de tres esca?os, se ha comprometido a coaligarse ¨²nicamente con la formaci¨®n de Peres.
Por fin, los dos diputados con los que cuenta Ezer Weizman son cortejados por ambos Partidos mayoritarios. Weizman ha declarado p¨²blicamente que nunca se sentar¨¢ en una coalici¨®n en la que est¨¦ el Tehiya (ultranacionalistas), que cuenta con cuatro diputados, aliados con el Likud de Shamir. Otros votos particulares, como el del antiguo ministro de Finanzas del Likud, Igal Horowitz, no han decidido sobre la direcci¨®n de su voto.
En lo que respecta a Kahane, el rabino racista fan¨¢tico y ultranacionalista, anunci¨® ayer que en su primera intervenci¨®n ante el Parlamento presentar¨ªa lo que considera como "la cuesti¨®n primordial", es decir, "la expulsi¨®n de todos los ¨¢rabes del Gran Israel".
Kahane lleg¨® a pedir durante la campa?a electoral: "Dejen que me ocupe de ellos" (de los ¨¢rabes). Kahane asegur¨® ayer que apoyar¨ªa al Likud, si ¨¦ste llega a formar gobierno, a cambio de la amnist¨ªa de todos los miembros de una red terrorista anti¨¢rabe recientemente desarticulada.
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