Un mendigo portugu¨¦s, detenido por malos tratos a dos hijos de corta edad

Un joven mendigo portugu¨¦s ha sido detenido por la Polic¨ªa Nacional como presunto autor de malos tratos a dos de sus hijos, a los que utilizaba para pedir limosna en las calles de Madrid. El detenido, Andr¨¦s Rodrigues, nacido hace 23 a?os en la localidad portuguesa de Vilanova de Foscova, casado y con cinco hijos, carec¨ªa de antecedentes y de domicilio fijo en Espa?a. Al parecer, se albergaba en casas ruinosas, chabolas y lugares similares.

El pasado fin de semana, la dotaci¨®n de una furgoneta de la Polic¨ªa Nacional encontr¨® en la calle de Bravo Murillo a Rodrigues y a dos de sus dos hijos: uno nacido hace un a?o en Valencia y otro, de cuatro a?os, natural de Belmonte (Portugal). En ese momento, Rodrigues se dedicaba a la mendicidad, usando a los dos ni?os como reclamo.Los agentes, seg¨²n inform¨® ayer la polic¨ªa, observaron que los peque?os ten¨ªan s¨ªntomas de encontrarse enfermos o haber sido maltratados, por lo que fueron trasladados en el veh¨ªculo policial a un cercano centro hospitalario.

Las certificaciones facultativas all¨ª extendidas aseguran que el ni?o de un a?o de edad presentaba "ligera obnubilaci¨®n; posible ingesti¨®n de medicamentos desconocidos; objeto punzante colgado al cuello (mand¨ªbula de animal peque?o); pron¨®stico reservado". De su hermano mayor el parte refleja "se?ales de posible picada hipod¨¦rmica en regi¨®n gl¨²tea y ligera obnubilaci¨®n por ingesti¨®n de medicamentos desconocidos; posible ni?o maltratado; car¨¢cter reservado".

La mand¨ªbula a la que hace referencia el primero de los certificados m¨¦dicos citados es de un peque?o roedor, y pend¨ªa de un cordel que rodeaba el cuello del ni?o. Seg¨²n la polic¨ªa, ese instrumento era empleado por Rodrigues para pinchar a su hijo menor y conseguir que rompiera a llorar, lo que, al parecer, animaba a los viandantes a entregar limosna. Sin embargo, Rodrigues ha declarado que se trata de un simple amuleto.

La polic¨ªa sospecha que Rodrigues inyectaba sedantes a sus dos hijos, para sumirlos en un prolongado sopor. Este aturdimiento, seg¨²n las sospechas policiales, induc¨ªa tambi¨¦n a los peatones a actuar caritativamente. El detenido ha pasado a disposici¨®n del juez, mientras que sus dos hijos han sido entregados al Tribunal Tutelar de Menores. La polic¨ªa ignora el paradero de los otros tres hijos y de su madre.