Sharon Mudde y Suzannah Bowyer
Dos 'Mujeres de Greenham Common', de visita por Espa?a
Las dos tienen un aspecto punky estridente y evidentemente cutre. Pero no todas las mujeres de Greenham Common exhiben ese aspecto marginal o son tan j¨®venes. La madre de Suzannah Bowyer, por ejemplo, tambi¨¦n vivi¨® durante un tiempo en los campamentos de la base. En los campamentos hay amas de casa, abuelas y chicas en paro.Al principio, tambi¨¦n hab¨ªa hombres en los campamentos, pero eran una minor¨ªa y el peso de la lucha lo llevaban ellas. "Pero llegamos a un acuerdo para que se marcharan, porque todav¨ªa est¨¢ lejos el d¨ªa en que podamos hacer pol¨ªtica juntos sin tener que luchar contra el sexismo", explica Susannah. "Y yo quiero trabajar por la paz hoy, con mujeres, porque es una p¨¦rdida de tiempo estar a la vez luchando contra el machismo". Ni siquiera cree que merezca la pena dejar a los hombres que se integren en su lucha para ayudar les a ser m¨¢s feministas o menos machistas. "?Es que pueden ser los hombres feministas?", pregun ta sarc¨¢stica y escandalizada. "Las mujeres ya han hecho mucho por ellos. Si de verdad hay hombres feministas comprender¨¢n muy bien que las mujeres puedan hacer algo juntas y solas. Cuando nos preguntan: '?Por qu¨¦ s¨®lo mujeres?', yo contesto: '?Por qu¨¦ no s¨®lo mujeres?"'. En cualquier caso, los hombres ayudan en la retaguardia y en la infraestrucutra: muchos sindicalistas dan dinero y los maridos se quedan cuidando a los ni?os mientras ellas permatiecen en el campo.
Las feministas ortodoxas, sin embargo, no han ahorrado cr¨ªticas a las de Greenham Common. Al ocuparse de los misiles, dicen, descuidan las opresiones cotidianas que se dan en el propio hogar. "Pero para nosotras existe una ligaz¨®n inequ¨ªvoca entre la violencia masculina, cuyo m¨¢ximo exponente es la base nuclear, y la violencia machista de cada d¨ªa". "Y adem¨¢s", enfatiza Sharon Mudde, entre nosotras hay un constante di¨¢logo durante las 24 horas del d¨ªa y estamos muy centradas en lo cotidiano. A las que nos critican, yo les digo: Venid a Greenham. Common a ver lo que hacemos".
"Las cr¨ªticas m¨¢s importantes que nos hacen es que damos una imagen de mujeres no violentas, mientras que las mujeres sufren violencias en casa y en el trabajo. Pero, es que creemos en la no violencia activa como forma de lucha, lo que no significa que seamos sumisas y obedientes. La no violencia es una forma de lucha eficaz para la que la mujer est¨¢ muy capacitada. Los hombres, por el contrario, tienen que aprender a ser no violentos. Una de las razones por las que no queremos hombres en el campamento es su predisposici¨®n a la violencia: si hubiera habido enfrentamientos violentos con la polic¨ªa, nuestra acci¨®n hubiera perdido fuerza. Yo no era todav¨ªa no violenta cuando llegu¨¦ a Greenham Common, pero quer¨ªa ser no violenta, condici¨®n indispensable para vivir en los campamentos".
Evitan las etiquetas pol¨ªticas, pero el feminismo es dominante. "Cada d¨ªa vienen nuevas mujeres que en un principio no tienen conciencia feminista, pero en seguida ven claramente de d¨®nde viene la violencia y qu¨¦ hay detr¨¢s de las armas nucleares. Estar contra los misiles es lo mismo que estar contra la sociedad patriarcal". Pero no consideran a Greenham Common una isla feminista o el logro de la utop¨ªa. "Es un lugar ¨²nico para discutir. Podemos hablar y profundizar, y eso es importante, porque una de las cosas m¨¢s importantes es tener las ideas claras, hacer la revoluci¨®n y el cambio en tu propia mente".
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