Todo empez¨® en Montejurra

Nacido en Pamplona en el seno de una familia carlista "hasta la m¨¦dula", Carlos Catal¨¢n, de profesi¨®n restaurador de obras de arte, inici¨® su actividad pol¨ªtica en el Partido Carlista de Euskadi. Poco despu¨¦s funda los Grupos de Acci¨®n Carlista (GAC) y es detenido en el a?o 1970 por el intento de interferir el mensaje de fin de a?o del entonces jefe del Estado, general Franco. Por esta acci¨®n fue condenado a una pena de ocho a?os de prisi¨®n, de los que cumpli¨® dos, al beneficiarse de los indultos que se concedieron en los a?os 1971-72. En la c¨¢rcel se reafirm¨® en el carlismo, seg¨²n cuenta ¨¦l mismo. A la salida de la prisi¨®n, se casa y abre una tienda de restauraci¨®n. En ese mornento yo era un hombre abocado casi irremediablemente a ser un burgu¨¦s", afirma Catal¨¢n.

Los sucesos de Montejurra del 9 de mayo de 1976 (dos muertos y tres heridos) coincidieron con esta etapa en la vida de Catal¨¢n. "Aquel d¨ªa vi a la Guardia Civil no s¨®lo permitiendo a los fascistas empu?ar las armas y disparar contra gente indefensa, sino colaborando activamente con ellos. Ese d¨ªa comprend¨ª que no s¨®lo era necesario sino tambi¨¦n leg¨ªtimo luchar con las armas en la mano contra los residuos franquistas". Como consecuencia de estos sucesos, y ante la desmoralizaci¨®n por la pol¨ªtica, seguida por el Partido Carlista, utilizado en algunos casos como medios de promoci¨®n pol¨ªtica personal", intenta reorganizar los GAC, y al no conseguirlo entra en contacto, junto con otras personas, con ETA, en el sur de Francia, "con el objeto de pedir armamento para formar un grupo de autodefensa". ETA, despu¨¦s de estudiar el caso, les propone su integraci¨®n dentro de la organizaci¨®n, y Catal¨¢n tuvo responsabilidades en el comando Txindoqui. Posteriormente, fue acusado de utilizar sus conocimientos de restaurador para ayudar a ETA en una falsificaci¨®n de moneda. En enero de 1980, Catal¨¢n, ya encarcelado, rompe toda vinculaci¨®n org¨¢nica con ETA Militar.