Carlos Kleiber vuelve a dirigir 'El caballero de la rosa' en el festival de ¨®pera de Munich
Cuando hace una d¨¦cada los cercanos festivales de Salzburgo, Bayreuth y Verona copaban el turismo musical de Centroeuropa, Munich decidi¨® impulsar su propio festival. La ¨®pera muniquesa siempre se ha encontrado entre las m¨¢s prestigiosas de la Rep¨²blica Federal de Alemania, junto a Berl¨ªn y Hamburgo. Este a?o el director de repertorio limitad¨ªsimo, Carlos Kleiber vuelve a dirigir de forma insuperable El caballero de la rosa, de Strauss.
El p¨²blico que asiste al festival de ¨®pera es internacional aunque en su mayor¨ªa est¨¢ compuesto por alemanes no residentes en Munich, ya que ¨¦stos han descubierto que durante el resto del a?o pueden ver las mismas representaciones a mitad de precio y ¨²ltimamente pasan del festival excepto para escuchar a alguna figura puntera. El teatro es uno de los m¨¢s bellos de Europa. Su interior, sin embargo, se asemeja no poco a una tarta nupcial, pero este aire va muy acorde con el p¨²blico asistente, vestido con esmoquin y traje largo.El caballero de la rosa, que curiosamente se programa tambi¨¦n en Salzburgo bajo la direcci¨®n de Karajan, es uno de los high lights inmortales de Munich. La ¨®pera de Strauss, con Turandot, la ¨²ltima de las grandes ¨®peras del repertorio tradicional, marc¨® su definitivo despegue de la m¨²sica esc¨¦nica m¨®rbida (Salom¨¦ y Elektra), para adentrarse en un mundo est¨¦tico y edonista en el que continuar¨ªa su carrera.
Lirismo y belleza
Carlos Kleiber dirige la partitura impregn¨¢ndola de lirismo, belleza, iron¨ªa y refinamiento. Director de repertorio limitad¨ªsimo, profundiza en cada una de las obras que aborda hasta extraer sus ¨²ltimas consecuencias y El caballero es quiz¨¢ su cima art¨ªstica, la obra que ama y de la que no se cansa. Karajan en Salzburgo no puede competir con ¨¦l. Otto Schenk cre¨® en su d¨ªa una escenograf¨ªa bella y espectacular por la que los a?os no transcurren (parece una moda de reponer montajes, pues Karajan utiliza el antiguo en Salzburgo). Despu¨¦s de 12 a?os sigue sin sobrar ni faltar ning¨²n detalle. La interpretaci¨®n re¨²ne una cuidada homogeneidad. Tras Claire Watson y Gwynet Jones, ha tomado el personaje de la mariscala Judith Beckmann, cuya voz algo opaca no es excesivamente bella, mientras que a su lado, como el joven Octavio, contin¨²a, despu¨¦s de 12 a?os y con la voz un punto deca¨ªda, Brigitte Fassbender.Rienci abri¨® las puertas de la ¨®pera a un joven desconocido: Wagner. Su m¨²sica es claramente italianizante a lo Meyerbeer, pr¨®diga en himnos, marchas, procesiones y pasajes de bravura, y el ¨²nico parecido con la que posteriormente sellar¨ªa sus grandes obras es... su largu¨ªsima duraci¨®n. Al propio compositor le asustaron sus dimensiones y ciertamente le sobran bastantes compases a la partitura, llena de bellos momentos pero tambi¨¦n pr¨®diga en repeticiones.
Mientras que para El caballero de la rosa hay un mercado negro de demanda de localidades, aqu¨ª lo hay de oferta. Las razones son simples: una partitura densa, una escenograf¨ªa vulgar a base de cortinas, una direcci¨®n orquestal brillante pero demasiado ruidosa y una interpretaci¨®n cuestionable, pues ni Rene Kollo puede con el dificil¨ªsimo papel de Rienci ni el bar¨ªtono John Janssen con el de Adriano, original y claramente enfocado a la tesitura de mezzosoprano. Con todo, las ovaciones se suceden al final de las representaciones.
Los pr¨®ximos d¨ªas continuar¨¢ el festival con Adriana, Lecouvreur, Ariadne auf Naxos y Los maestros cantores, sobresaliendo entre los int¨¦rpretes la soprano Margaret Price, afincada en Munich y poseedora de una de las mejores voces y t¨¦cnicas del presente.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.