Alfons¨ªn convocar¨¢ un refer¨¦ndum sobre el conflicto del canal de Beagle con Chile

El presidente del Gobierno argentino, el radical Ra¨²l Alfons¨ªn, anunci¨® el mi¨¦rcoles por la noche, en un mensaje a la naci¨®n transmitido por radio y televisi¨®n, que convocar¨¢ una "consulta popular" para que todos los ciudadanos que gocen de los derechos electorales se manifiesten voluntariamente a favor o en contra del tratado de l¨ªmites con Chile, en la zona del canal de Beagle, de acuerdo con la ¨²ltima propuesta que la mediaci¨®n papal hizo a ambos pa¨ªses.

El ministro de Asuntos Exteriores de Chile, Jaime del Valle, manifest¨® en Santiago que el anuncio hecho por Alfons¨ªn podr¨¢ favorecer la marcha de las negociaciones. "Es un paso dado por el Gobierno argentino. Ellos saben por qu¨¦ lo hacen y yo respeto esa actitud. Creo que, en definitiva, va a favorecer la marcha de la negociaci¨®n no s¨®lamente en lo que ocurre en Roma, sino tambi¨¦n en el momento de la aprobaci¨®n definitiva de los dos pa¨ªses", afirm¨® Valle. El ministro a?adi¨® que el plebiscito argentino s¨®lo se podr¨¢ efectuar cuando se llegue a un acuerdo en las negociaciones de Roma, ya que ser¨¢ ese resultado lo que se someta a consulta.El decreto n¨²mero 2.272 prev¨¦ que la consulta p¨²blica debe realizarse en un plazo no mayor de 30 d¨ªas, a contar desde el momento en que se haya acordado el texto definitivo del tratado. En declaraciones al programa Primera Hora, de la Televisi¨®n Estatal, Alfons¨ªn dijo que, "en la primera quincena de septiembre podremos estar en condiciones" de celebrar el plebiscito. Todo el procedimiento se regir¨¢ por el c¨®digo electoral. De este modo, los partidos pol¨ªticos reconocidos gozar¨¢n de las facilidades y garant¨ªas debidas para hacer conocer su opini¨®n y fiscalizar el acto del voto y el escrutinio.

El ciudadano s¨®lo podr¨¢ optar a dos papeletas, una por el "si" al tratado y la otra por el "no". El resultado de la consulta no tiene, legalmente, valor vinculante, ni impedir¨ªa, al menos en teor¨ªa, que el Parlamento pudiese desaprobar luego el tratado.

El anuncio oficial no fue inesperado. Se sab¨ªa que el Gobierno estudiaba una f¨®rmula de consulta que, a¨²n sin estar prevista en la Constituci¨®n, permitiera conocer la opini¨®n p¨²blica sobre el tema. Las primeras reacciones de la oposici¨®n pol¨ªtica y de otros sectores sociales fueron favorables a la decisi¨®n presidencial. S¨®lo una de las corrientes internas del peronismo -Intransigencia y Movilizaci¨®n, que agrupa a la izquierda dura- se opuso a la consulta por la firma del tratado. El doctor Vicente Saadi, l¨ªder de esa fracci¨®n y presidente del bloque de senadores de Partido Justicialista, declar¨® su "total desacuerdo" con la negociaci¨®n, mientras no haya en Chile un r¨¦gimen democr¨¢tico.

El Gobierno espera contar con un mayoritario y abrumador respaldo al s¨ª antes de firmar el tratado. A modo de anticipo, inici¨® hace ya 10 d¨ªas una campa?a publicitaria a trav¨¦s de la Secretar¨ªa de Informaci¨®n P¨²blica, en la que se insist¨ªa en los beneficios que tendr¨ªa para Latinoam¨¦rica la uni¨®n en un mercado com¨²n comparable al europeo.

La voluntad popular le va a quitar uno de sus argumentos principales a la ultraderecha civil y militar. El conflicto, que se mantiene desde hace casi 100 a?os, por el que Argentina y Chile estuvieron al borde de la guerra en 1978, aliment¨® una carrera armamentista, mantuvo un elevado presupuesto militar y fue utilizado como cortina de humo pol¨ªtica durante la dictadura.