La est¨¦tica de los hongos

Durante las vacaciones se produce un cambio brusco en nuestro entorno que suele afectar de forma determinante a la piel. Es el tiempo de sacar el cuerpo a pasear, vivir al aire libre y dejar, en poco m¨¢s de 20 d¨ªas, que el sol, la brisa y el mar restituyan las energ¨ªas perdidas. Pasamos s¨²bitamente a vivir en una semidesnudez sana y gratificante, si no fuera por el peligro que la contaminaci¨®n del agua y el hacinamiento de las playas y piscinas representa. De la misma manera se ha pasado de acudir al mar como m¨¦todo terap¨¦utico para algunas enfermedades de la piel, a regresar a casa con la visita al dermat¨®logo anotada en la agenda.Ba?arse en el mar no ha dejado de ser sano, pero ahora hay que extremar las precauciones. Para Ernesto Mu?oz Zato, miembro del equipo de dermatolog¨ªa dirigido por el doctor Ledo en el centro Ram¨®n y Cajal de Madrid, "el agua de mar es limpia por naturaleza, pero si, est¨¢ contaminada puede producir distintos cuadros cl¨ªnicos, desde gastroenteritis, por el agua ingerida involuntariamente, a micosis e infecciones por los g¨¦rmenes que proliferan en todas las aguas contaminadas, sean de mar, r¨ªo o piscina".

Micosis

Si se acude a la playa buscando un bronceado uniforme y se regresa con el cuerpo salpicado de c¨ªrculos blancos o marrones, como si fuera un modelo andante de la est¨¦tica posmoderna, es que tiene una micosis producida por hongos. "Para padecer una micosis de este tipo (pitiriasis versicolor) hacen falta dos cosas: una fuente de contagio y una predisposici¨®n individual a padecer esta enfermedad, de f¨¢cil curaci¨®n, pero muy recurrente. Si se quiere que el tratamiento sea efectivo resulta muy pesado, porque hay que mantenerlo 20 d¨ªas o un mes como m¨ªnimo

Se act¨²a simultaneando dos niveles diferentes: con un antif¨²ngico o antimic¨®tico, por v¨ªa oral, y un tratamiento local normalmente con hiposulfito s¨®dico. La medicaci¨®n ha de establecerla siempre el dermat¨®logo, y debe estar respaldada por unas medidas higi¨¦nicas estrictas para evitar el contagio. Ante todo, al salir del ba?o hay que usar toallas individuales, y la ropa propia de la persona afectada no mantenerla en contacto con la de los dem¨¢s.

Una variedad de estas micosis es el pie de atleta. Se adquiere normalmente en piscinas, gimnasios y duchas p¨²blicas, y se denomina as¨ª porque es una afecci¨®n muy extendida entre deportistas. El exceso de humedad facilita la proliferaci¨®n de los hongos, especialmente entre los espacios interdigitales. Resulta igualmente f¨¢cil de curar, pero es muy persistente, por la facilidad en volver a contagiarse. Conviene utilizar un calzado lo m¨¢s abierto posible para facilitar la transpiraci¨®n y evitar que los hongos encuentren en el sudor un caldo de cultivo abonado.

Hay otro tipo de micosis frecuente en esta ¨¦poca, aunque no est¨¢ directamente relacionado con ella, pero el contacto m¨¢s directo, especialmente de los ni?os, con perros y gatos favorece su extensi¨®n. Las m¨¢s comunes son las tricoficias, popularmente conocidas como ti?a; se pueden prevenir con un control sistem¨¢tico del animal por parte del veterinario. Es f¨¢cil reconocerlas, porque presentan una forma redondeada y tienden a crecer por los bordes -borde activo- y a curar por el centro.

Las ocasiona un hongo par¨¢sito, y afectan, sobre todo en los gatos, a ejemplares j¨®venes. Es dificil de erradicar totalmente, y su peligro mayor estriba en que si afecta al cuero cabelludo produce calvicie temporal. Se tratan de modo similar a las anteriores, y conviene usar, tanto en el animal portador como en los humanos un gel fungicida. ?ltimamente se han puesto a la venta en farmacias, precisamente por la proliferaci¨®n de micosis, varias l¨ªneas de champ¨² y geles dermatol¨®gicos, con un pH que no altere el de la piel, ¨¢cido, y poder bactericida.

Propiedades terape¨²ticas

Pero no todos los que acuden a las playas tienen la misma predisposici¨®n hacia los hongos, y el mar a pesar de la contaminaci¨®n, contin¨²a teniendo propiedades terap¨¦uticas gracias a la alta concentraci¨®n de yodo, bromuro y magnesio. Esto, unido a la acci¨®n del sol, act¨²a beneficiosamente sobre algunas afecciones de la piel, como soriasis, eccemas, acn¨¦ y distintos tipos de seborreas, como la dermatitis seborreica. Esta ¨²ltima mejora sensiblemente tambi¨¦n por el relax que acompa?a a las vacaciones, ya que el estr¨¦s, el cansancio y la tensi¨®n acumulada son uno de los factores que m¨¢s directamente incide sobre ella.

Aunque los ¨²ltimos informes anuncian un descenso de la contaminaci¨®n en las playas conviene tomar medidas preventivas, evitando que un cambio brusco en la piel la deje desprotegida.

PRECAUCIONES

No hay que olvidar que una piel sana tiene su propio mecanismo para mantener el equilibrio fisiol¨®gico. Cuando nos pelamos, por ejemplo, es precisamente porque se activa uno de estos mecanismos de defensa. Ante la agresi¨®n brutal que supone una exposici¨®n prolongada al sol, la piel reacciona con una hiperqueratosis o descamaci¨®n acelerada, exactamente igual que si hay un exceso de cloro en las piscinas.

La mejor prevenci¨®n es toma el sol racionalmente, usar un filtro solar adecuado para cada tipo de piel y aprovechar al tiempo las vacaciones para corregir los posibles desequilibrios nutritivos que arrastramos todo el a?o.