El alem¨¢n Fahrner establece el r¨¦cord ol¨ªmpico en la final de consolaci¨®n
ENVIADO ESPECIAL, La nataci¨®n se reanud¨® pasado ya su ecuador. Y se dio la gran paradoja de que en los 400 metros libres el noveno clasificado (al ganar la final de consolaci¨®n), el alem¨¢n occidental Thomas Fahrner, bati¨® con 3.50.91 el r¨¦cord ol¨ªmpico que acababa de establecer el medalla de oro en la prueba, el estadounidense George di Carlo, con 3.51.23 (ambos superaron el del sovi¨¦tico Vladimir Sainikov, conseguido en los Juegos de Mosc¨²). Los dos espa?oles que nadaron, Enrique Romero y Juan Enrique Escalas, cumplieron sobradamente al meterse en las finales de consolaci¨®n. Los dos lograron sendos r¨¦cords nacionales en los 200 braza y en los 400 libres, respectivamente; este ¨²ltimo le vali¨® a Escalas para ser segundo en la final B, tras el sorprendente Fahrner.
Romero, que ten¨ªa intenci¨®n de superar su marca en la final B de la tarde, rebaj¨® su r¨¦cord nacional de 2.21.99 a 2.21.25. Fue su segundo r¨¦cord despu¨¦s de mejorar el primer d¨ªa el del hect¨®metro. Hizo el 142 mejor tiempo, aunque quiz¨¢ se esperaba un poco m¨¢s, en la prueba en que es especialista, pero tampoco hubo un nivel grande, en general, para la final A. El recordman mundial, el canadiense Victor Davis, s¨®lo hizo la segunda mejor marca, por ejemplo, detr¨¢s del australiano de turno, Beringen, a casi tres segundos y medio de su plusmarca. Quiz¨¢ se reserv¨® para la final vespertina, pero fue sintom¨¢tico.Resurgimiento australiano
Ocurri¨® lo mismo con el relevo r¨¢pido norteamericano de 4x100 libres. Con su equipo reserva habitual de la serie ni siquiera gan¨® la suya, por detr¨¢s de Australia. La nataci¨®n australiana ha estado en clara baja en los ¨²ltimos a?os, pero ha empezado a resurgir en Los ?ngeles, aunque siempre con la dif¨ªcil valoraci¨®n por las ausencias. Hasta ahora s¨®lo la hab¨ªa salvado la aparici¨®n de alguna figura femenina, como Tracey Wickham, la sucesora de Shane Gohld en el fondo, en el que a¨²n tiene los r¨¦cords mundiales de 400.y 800 metros libres. Tracey fue otra de las damnificadas de Mosc¨², donde no pudo ganar el t¨ªtulo ol¨ªmpico, al preferir no ir, y donde gan¨® su compatriota Michelle Ford, muy inferior. Recientemente, se le han pagado 4.000 libras australianas como indemnizaci¨®n.
Estados Unidos deb¨ªa ganar, l¨®gicamente, la final de la tarde, pero lo iba a tener dif¨ªcil. Los australianos, con el primer y ¨²ltimo relevo en manos de sus gigantes Brooks y Stockwell, ¨¦ste subcampe¨®n ol¨ªmpico individual, mejoraron el r¨¦cord ol¨ªmpico superado previamente por la RFA y Suecia y quedaron a s¨®lo 64 cent¨¦simas del mundial de los norteamericanos. El equipo reserva de Estados Unidos fue segundo con 20 cent¨¦simas m¨¢s.
Las series no le fueron precisamente bien a Estados Unidos, pues ni siquiera su nueva figura del fondo, George di Carlo, demasiado conservador, hizo el mejor tiempo de los 400 libres. S¨®lo entr¨® en la final como tercero, superado por su compatriota Mykkanen, todo un finland¨¦s de origen, lo que demuestra que los buenos nadadores tambi¨¦n se hacen en este pa¨ªs mosaico de razas, pues la finlandesa no ha brillado nunca precisamente en nataci¨®n. Luego gan¨® el oro Di Carlo, pero. su alegr¨ªa por la victoria y el hecho de que batiese el r¨¦cord ol¨ªmpico del sovi¨¦tico SaInikov se agu¨® en parte cuando el alem¨¢n occidental Thomas Fahrner, en la final de consolaci¨®n, se atrevi¨® a bat¨ªrselo a su vez, con 3.50.91, a poco m¨¢s de dos segundos del mundial de Salnikov: 3.48.32.
Juan Enrique Escalas, con 3.55.93, mejor¨® su marca de 3.56.42 y logr¨® el 12? mejor tiemp¨® para estar tambi¨¦n, como Romero, en la final B. En ella se super¨® a s¨ª mismo y rebaj¨® el r¨¦cord nacional a 3.55.25. Lo menos que se les debe pedir a los espa?oles es que mejoren sus marcas y en eso s¨®lo ha fallado Zubero.
En las pruebas femeninas, con el dominio previsto de Mari T. Meagher en los 100 metros mariposa, pero con 59.05, a m¨¢s de un segundo de su ya viejo r¨¦cord mundial, el nivel general no pudo hacer olvidar a las alemanas orientales. En mariposa s¨®lo las dos norteamericanas bajaron del minuto. Y en 200 braza dif¨ªcilmente podr¨¢n ganar. Tracy Caulinks s¨®lo fue ¨²ltima para la final, en la que entr¨® de milagro, y la francesa Poirot, mejor tiempo, sac¨® a las dos estadounidenses m¨¢s de un segundo. Lo lamentable fue que el 1.10.69 de la francesa qued¨® a 2.18 de la plusmarca mundial y ol¨ªmpica de Ute Geweniger. Esa diferencia, en un hect¨®metro, supone todo un ¨ªndice del valor de la prueba sin la desgarbada germana.
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