La indecisi¨®n del presidente Gonz¨¢lez

En Espa?a, tanto la clase pol¨ªtica como el hombre de la calle saben que el presidente Gonz¨¢lez tiene preparada una remodelaci¨®n, un paquete de cambios o una crisis de su Gobierno. Lo ¨²nico que no se sabe a ciencia cierta es cu¨¢ndo va a producirse el relevo, aunque parece l¨®gico que sea dentro de este verano. Ya se ha comentado que Gonz¨¢lez quer¨ªa sorprender a propios y extra?os con este cambio, adelant¨¢ndose a rumores y valoraciones. No ha sido as¨ª, el factor sorpresa, al que el presidente parec¨ªa darle tanta importancia, ha desaparecido por completo.El porqu¨¦ de la crisis parece desvelarse d¨ªa a d¨ªa: el Gobierno debe aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 1985 este oto?o. Y ha de hacerlo de forma solidaria, sin luchas intestinas. Boyer presentar¨¢ sus cuentas y precisa no tener, al menos, una oposici¨®n dentro del propio Gobierno. Para ello, un Gobierno reci¨¦n estrenado, algo verde, era ideal, ya que dif¨ªcilmente los nuevos se opondr¨ªan a la avalancha de datos del ministro de Econom¨ªa y Hacienda. ( ... )

Por otra parte, y mientras pasan las semanas, hay miembros del Gobierno que pr¨¢cticamente se despiden del cargo. El portavoz, por ejemplo, Eduardo Sotillos, mientras es a¨²n portavoz, ha hecho unas declaraciones en las que carga de responsabilidad sobre determinadas decisiones al presidente Gonz¨¢lez, tratando de excusar cualquier participaci¨®n suya en las decisiones del Gobierno. ?sta ha sido, sin duda, una despedida de Sotillos, y adem¨¢s una despedida con sabor amargo, que es como decir que las aguas andan revueltas en el seno del Gabinete.

Vistas as¨ª las cosas, cualquier demora en el cambio de Gobierno parece que s¨®lo conseguir¨ªa acentuar a¨²n m¨¢s la ca¨ªda de popularidad e imagen del Gobierno y su presidente, a trav¨¦s de. un desgaste a todas luces innecesario.