Edwin contra Carl
ENVIADO ESPECIAL"?Vuela, Moses, vuela!", gritaron los negros del Coliseo de Los ?ngeles. Y el viejo rey de las vallas, el disc¨ªpulo de una escuela en la que fue profesor el m¨¢rtir Luther King, volvi¨® a volar y a ganar el oro para Estados Unidos, al igual que hizo en Montreal hace ocho a?os. Edwin Moses, que el pasado a?o gan¨® mas de 68 millones de pesetas, le ha demostrado a Carl Lewis, con el que no mantiene buenas relaciones a causa de los contratos publicitarios, que no es un atleta pasado.
Su sue?o de ser m¨¦dico para ayudar a los dem¨¢s no podr¨¢ cumplirlo, pero como hombre de negocios tiene el porvenir asegurado. Piensa seguir compitiendo seis a?os m¨¢s, lo que significa que a¨²n participar¨¢ en Se¨²l.
El deporte amateur es un buen negocio. Edwin Moses por medio de la firma con la que mantiene una exclusiva publicitaria, ten¨ªa concertado un seguro con Lloyd's de Londres mediante el cual, si a causa de una lesi¨®n no pod¨ªa competir en Los ?ngeles, percibir¨ªa 105 millones de pesetas, y su casa comercial, 45. Para despu¨¦s de los Juegos Ol¨ªmpicos le espera un contrato con una casa de pel¨ªculas fotogr¨¢ficas que le reportar¨¢ 21 millones de pesetas.
El dinero y la fama han sido la causa de sus tirantes relaciones con Carl Lewis, que se permiti¨®, tiempo atr¨¢s, realizar unas declaraciones en las que le llam¨® viejo, mal publicitario y le acus¨® de tener una mujer, Mireya, que s¨®lo se preocupa por controlar el dinero que ha de percibir por cada victoria o cada r¨¦cord.
Moses no tom¨® en cuenta las palabras de Lewis, pero Mireya sali¨® al paso y vino a responder que ya no recordaba cuando acud¨ªa a su casa para pedir consejo y solicitar aut¨®grafos. Para la mujer de Moses fue de mal gusto que Lewis les invitara a visitar la lujosa mansi¨®n que ha adquinido y los coches que tiene.
Mireya, una germana nacida en Berl¨ªn, conoci¨® a Edwin en uno de los viajes que ¨¦ste realiz¨® por Europa. Mireya sabe'c¨®mo tiene que dirigir a su marido en los negocios, y es ella la que trata directamente con el apoderado Gordon Baskin. Mireya y Moses viven m¨¢s modestamente que Lewis, en Laguna Hills (Ohio).
Moses logr¨® en la tarde del domingo su 105 victoria consecutiva. Junto al campe¨®n, obtuvo, la medalla de plata su mayor admirador, Danny Harris, nacido como ¨¦l en Daytona y alumno tambi¨¦n del colegio en el que ense?¨® Martin Luther King. Danny Harris, que s¨®lo tiene 19 a?os, n¨²de 1,87 y pesa 77 kilos -Moses naci¨® el 31 de agosto de 1955, mide 1,88 y pesa 79 kilos-, se inici¨® en el baloncesto, pas¨® por el salto de longitud y posteriormente hizo triple. Las familias de Moses y Harris son amigas desde hace muchos a?os, y Danny, llevado por su admiraci¨®n hacia Edwin, cambi¨® los saltos por las vallas.
Moses hizo el domingo simplemente lo que hab¨ªa dicho su mujer, que siempre habla por los dos: "Vamos a ganar porque as¨ª est¨¢ escrito, y as¨ª ser¨¢". En el estadio, tras su triunfo, apareci¨® una pancarta que dec¨ªa: "Moses for president".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.