All¨¢ por 1974 ...
Lo extraordinario de las subidas que est¨¢n experimentando los mercados de valores en las ¨²ltimas jornadas ha obligado a los propios del lugar a rebuscar entre los buenos recuerdos para poder determinar con exactitud cu¨¢ndo estuvo la Bolsa de Madrid al 141%, y las de Bilbao y Barcelona, al 150. Para lo que no existi¨® ninguna duda fue para afirmar que el 160 de Valencia es r¨¦cord hist¨®rico. Una explicaci¨®n sobre la excitaci¨®n que los habituales del parqu¨¦ est¨¢n soportando en estos d¨ªas puede ser que la mayor¨ªa de ellos no recordaban un hecho de este tipo, y los m¨¢s maduros tan s¨®lo arriesgaban un all¨¢ por el 74.
Se esperaba para la sesi¨®n de ayer alg¨²n cansancio entre los valores el¨¦ctricos, pero lo m¨¢ximo que se registr¨® fue una subida escalonada en los valores que componen el primer corro, y esto no era cansancio, sino un tanteo del terreno para lo que iba a venir despu¨¦s. Las posiciones de dinero al l¨ªmite, y algunos cambios super¨¢ndolo -Iberduero el 6%-, fueron la confirmaci¨®n de que las expectativas del sector el¨¦ctrico se mantienen con fuerza. Hablar de una epidemia en las bolsas, cuyo s¨ªntoma es una alta fiebre compradora, es una broma demasiado f¨¢cil para reflejar el ambiente de los mercados.
Adem¨¢s de las fuertes entradas institucionales que se est¨¢n produciendo, la inversi¨®n a corto plazo est¨¢ tomando posiciones a la espera de algunas operaciones hipot¨¦ticas, ante las que una carambola a cinco bandas parecer¨ªa un juego de ni?os, pero que en estos momentos nadie se atreve a discutir en voz alta. El optimismo es tan grande que si se dejase caer el rumor de que alguien intentaba comprar uno de los siete grandes contar¨ªa con algunos adeptos.
Aparte de los optimismos m¨¢s o menos fundados, el hecho es que los rumores sobre ampliaciones de capital van calando en el ¨¢nimo de los inversionistas, y ya se empiezan a calcular los precios a los que ser¨ªa posible realizar la operaci¨®n.
Es conveniente recordar a este respecto que no existe confirmaci¨®n alguna de estos rumores, por lo que en estos momentos la inversi¨®n en estos valores responde literalmente a su definici¨®n de capital riesgo.
Tampoco falt¨® en esta, sesi¨®n el apoyo del sector bancario, a pesar de que se produjeron tanteos vendedores, para comprar el¨¦ctricas seg¨²n algunas opiniones, que afectaron a Hispano y Popular, y redujeron los saldos del resto del grupo. La diferencia final entre saldos compradores y vendedores ven¨ªa a ser muy parecida al saldo particular de Banesto, que, sin embargo, se sum¨® a la actitud casi general y se anot¨® tan s¨®lo dos enteros en su cuenta. El Vizcaya hizo lo propio despu¨¦s de pagar dos dividendos, uno complementario y otro a cuenta, por un importe de 70,93 pesetas. De tan selecto grupo, que debe contar con encantos ocultos que expliquen sus continuas alzas, tan s¨®lo los que ostentaban un saldo negativo perdieron posiciones.
Es m¨¢s f¨¢cil encontrar posturas prudentes al examinar el comportamiento de los valores industriales, tal vez porque no son muchos los que cuentan con una excelente cuenta de resultados capaz de despertar el inter¨¦s del inversor. No obstante, se registraron algunas alzas sorprendentes, y otras m¨¢s l¨®gicas, que lograron que pr¨¢cticamente todos los sectores del mercado, con las excepciones de banca, y alimentaci¨®n, tuvieran diferencias positivas en sus indicadores particulares.
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