La higiene americana hunde a las espa?olas
ENVIADO ESPECIALLo ocurrido en la segunda jornada de? primer torneo ol¨ªmpico de gimnasia r¨ªtmica fue el remate al absurdo de una competici¨®n descafeinada. La higiene americana, la imposici¨®n de los organizadores de mantener la ventilaci¨®n en el Pauley Pavillion, hizo que las gimnastas fallaran continuamente en el ejercicio de cinta al no poder controlar los lanzamientos. Marta Bobo perdi¨® as¨ª su posici¨®n de l¨ªder antes de la final de hoy y Marta Cant¨®n, aunque se mantuvo tercera, tambi¨¦n se alej¨® de los dos primeros puestos, que pasaron a ocupar las dos rumanas. Las dos espa?olas acabaron llorando.
La gimnasia r¨ªtmica es uno de esos deportes, como el patinaje sobre hielo, en que la pl¨¢stica puede con todo; la sensibilidad con el riesgo de la gimnasia deportiva, por ejemplo. Y las l¨¢grimas con todo a¨²n m¨¢s f¨¢cilmente. El olimpismo femenino en la gimnasia se ha convertido en un juego de ni?as donde las lloreras pueden escapar en cualquier momento."Llevo aqu¨ª desde el d¨ªa 24, entren¨¢ndome ma?ana y tarde, viendo con envidia c¨®mo el resto de atletas est¨¢n de vacaciones hace ya una semana, porque han terminado, y encima, esto, que no apaguen el aire acondicionado". Marta Bobo no lloraba en los momentos de la conversaci¨®n, pero le faltaba poco. A Marta Cant¨®n, que hab¨ªa actuado antes que ella, le hab¨ªa ocurrido lo mismo: "SI llegan a estar aqu¨ª las b¨²lgaras y las sovi¨¦ticas, o apagan la ventilaci¨®n durante los ejercicios, o no hay competici¨®n. Seguro".
En la segunda rotaci¨®n del concurso las 33 gimnastas participantes deb¨ªan actuar en los dos restantes aparatos de la gimnasia r¨ªtmica. Con la suma de las cuatro puntuaciones, las 20 mejores pasaban a la final. En ella volver¨¢n a actuar hoy ya en los cuatro ejercicios, con nuevas notas que sumar¨¢n a la mitad de lo conseguido en las dos primeras jornadas. Marta Bobo, l¨ªder despu¨¦s de los dos primeros aparatos, aro y pelota, s¨®lo empezar¨¢ ya en octavo lugar. Marta Cant¨®n sigue tercera. El segundo d¨ªa no les fue bien a las espa?olas.
La entrenadora b¨²lgara del' equipo espa?ol, bajita y reservada, estaba quiz¨¢ m¨¢s seria que de costumbre. No hab¨ªa raz¨®n, tras las magn¨ªficas posiciones. del d¨ªa anterior. Pero la juez espa?ola Nadal coment¨® el posible motivo de su preocupaci¨®n: "Es el aire acondicionado. Las gimnastas no pueden con las cintas". Y la cinta era uno de los dos aparatos que esperaban a Marta Cant¨®n y Marta Bobo. Emilia Panteleeva, cron¨®metro en mano para controlar los tiempos de los ejercicios, hizo un gesto negativo con la cabeza y a?adi¨®: "Y, adem¨¢s, tienen que salir las dos".
Antes, sin embargo, salieron en mazas, junto a la segunda rumana, Dragan. Y ya empezaron a ir mal las cosas. Sin hacer proezas, una de sus principales rivales cumpli¨® en los lanzamientos sin errores y sum¨® 9,65. Marta Cant¨®n hizo 9,60, pero no qued¨® contenta. Aunque en las mazas no influyera, ya empezaba a pesar la higiene americana: "No s¨¦ qu¨¦ me ha pasado. Suelo ponerme nerviosa antes de las competiciones, pero esta vez mucho m¨¢s. He estado bien en los lanzamientos, pero no me he sentido a gusto. Me ha faltado soltura". Marta Cant¨®n, como Ricardo Aldabe, el nadador, tambi¨¦n confes¨® tener una sensaci¨®n rara porque la competici¨®n ol¨ªmpica no era como otras. "No, si no estaba nerviosa porque me jugara una medalla. En realidad, no hay nivel de gran competici¨®n".
A Marta Bobo, que sali¨® a continuaci¨®n, se le cay¨® una de las mazas al efectuar un lanzamiento Fue el primer anuncio de que no iba a tener su tarde: "Confieso que es mi peor aparato, pero salv¨¦ el resto del ejercicio m¨¢s o menos bien". Los jueces la puntuaron s¨®lo 9,40.
El nivel espa?ol segu¨ªa bajando La mejor rumana, Doina Staicu lescu, correcta con la pelota, se hab¨ªa mantenido con 9,60, y tras la antepen¨²ltima rotaci¨®n pasaba al segundo lugar empatada con Marta Cant¨®n, ambas con 28,65. Alina Dragan sub¨ªa al primer puesto con 28,80 y Marta Bobo bajaba al cuarto con 28,60.
Llega el viento
Pero a¨²n quedaba la cinta para las dos espa?olas y para Dragan Staiculescu (s¨®lo 9,35 el primer d¨ªa), ya hab¨ªa pasado el mal trago del viento y se iba a poner l¨ªder por delante de su compa?era, que pas¨® los primeros apuros. La cinta se le peg¨® hasta tres veces en el cuerpo y se vio apurada para mantener el dibujo de la cinta en movimiento, detalle t¨¦cnico fundamental en este aparato, as¨ª como para recogerla al final. Pero con un 9,25 se dio por satisfecha. Quiz¨¢ debi¨® pensar que a¨²n tendr¨ªan m¨¢s problemas las espa?olas.
Y no se equivoc¨®. Marta Cant¨®n acab¨® llorando: "Es que sales ya con la idea de que vas a fallar. A lo mejor hubiera fallado igual, pero ya vas sugestionada con el viento. Adem¨¢s, como estaba este pabell¨®n ocupado por la otra gimnasia, hasta hace dos d¨ªas hemos estado entrenando en uno donde no se pod¨ªa lanzar porque no ten¨ªa altura suficiente el techo. Siempre que vamos bien, porque lo importante es ser regular, pasa algo. Ha sido en un lanzamiento, que no lo he debido hacer bien y se me ha venido encima el palo. Bueno, luego, al final, no s¨¦ si lo habr¨¢n visto los jueces, pero he recogido la cinta como he podido". S¨ª lo vieron, porque s¨®lo le dieron, 9,15.
El panorama no pod¨ªa ponerse peor porque Doina Staiculescu, la otra rumana, espl¨¦ndida en mazas, consegu¨ªa 9,85.
Marta Bobo:
"Estoy cansada"
La esperanza era a¨²n Marta Bobo. Al menos, para no descolgarse a¨²n m¨¢s. Marta Cant¨®n se levant¨® para verla luchar contra el viento. Pronto hizo un gesto significativo. Tras uno de los lanzamientos, la cinta se enred¨® completamente en su cuerpo. Se la notaba impotente. Otra vez la higiene americana. "No pude con el viento. Por m¨¢s que la tir¨¦ y cambi¨¦ el ejercicio en todas las direcciones, no pude dominar el aparato". Marta Bobo estaba a¨²n m¨¢s triste que su tocaya. No sab¨ªa que le hab¨ªan dado s¨®lo 8,95. Se lo imaginaba y se lamentaba: "Yo estaba bien de moral, con muchas ganas, pero esto es como un bingo. Puedes haber estado preparando el ejercicio 100 veces y te falla el d¨ªa de la competici¨®n. S¨ª, ya estoy cansada de tanto entrenarme y con la competici¨®n al final, tan lejos. Si lo hubiera sabido que era tan tarde habr¨ªa venido s¨®lo la semana antes. Te puedes pasar".
Marta Bobo, tan menuda, con sus 32 kilos a los 18 a?os, dio una sensaci¨®n de sufrimiento bien distinta a Marta Cant¨®n, s¨®lo tres meses mayor que ella, tambi¨¦n delgada, pero no a niveles tan exagerados. Son compa?eras de habitaci¨®n en la villa ol¨ªmpica, pero apenas se hablan. Marta Cant¨®n es catalana, de Barcelona, y Marta Bobo, gallega, de Orense. Marta Cant¨®n confiesa que habla poco, pero que si se le da pie en seguida entabla conversaci¨®n. Con su compa?era de cuarto no puede. "Es que alguna vez he dicho algo y no le ha gustado. Con el resto del equipo de conjuntos me llevo muy bien, pero con ella... Es un poco rara".
Los ojos azules de Marta Bobo parec¨ªan pedir paz. "?Qu¨¦ va a pasar en la final? Es algo que no se puede predecir. En este momento s¨®lo pienso en seguir y acabar".
Alguna medalla, por muy devaluadas que est¨¦n, a¨²n est¨¢ al alcance de las espa?olas. Pero la ventilaci¨®n seguir¨¢ funcionando y el viento no parece ya soplar a su favor.
Puntuaci¨®n
Antes de la final las puntuaciones son ¨¦stas: 1, Staiculecu (Ruman¨ªa), 38,50 puntos: (9,70 en aro, 9,60 en pelota, 9,85 en mazas y 9,35 en cinta). 2, Dragan Ruman¨ªa), 38,05: (0,65, 9,50, 9,65 y 9,20). 3, Fung (Canad¨¢), Reljin (Yugoslavia) y Cant¨®n (Espa?a), 37,80: (Cant¨®n: 9,45, 9,60, 9,60 y 9,15). 6, Staccioli (Italia), 37,75. 7, Weber (RFA), 37,60. 8, Bobo (Espa?a), 37,55: (9,60, 9,60, 9,40 y 8,95). Para la final se arrastra la mitad de estas puntuaciones, con lo que la diferencia de las espa?olas respecto a las dos rumanas es tambi¨¦n la mitad.
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