'El juez y el asesino', duelo de clases
El juez y el asesino, tercer largometraje de Bertrand Tavernier, que ha sido premiado este a?o en Cannes por Un domingo en el campo, le confirm¨® como uno de los m¨¢s originales y profundos cineastas franceses: El relojero de Saint Paul y Que comience la fiesta hab¨ªan sido sus t¨ªtulos anteriores.M¨¢s tarde, muy especialmente La muerte en directo le aval¨® como un sensible narrador, que heredaba de Josep Losey o Fritz Lang sus mejores preocupaciones morales, pero adapt¨¢ndolas a sus personas circunstancias hist¨®ricas.
En este sentido, El juez y el asesino, que sit¨²a su acci¨®n inspirada en un hecho real, a finales del pasado siglo, se entendi¨® en Francia como una trasposici¨®n de la actualidad (de 1975). Tavernier matiz¨® esa interpretaci¨®n con cierto humor: "Es que era muy inc¨®modo encontrar el punto de vista de un cineasta de 1893", a?adiendo que su preocupaci¨®n principal hab¨ªa sido la de eludir el pintoresquismo, la simple an¨¦cdota hist¨®rica.
Invenci¨®n del personaje
De ah¨ª que alterara los nombres de los personajes e incluso inventara algunos otros. El juez y el asesino no pod¨ªa limitarse a la ilustraci¨®n de un suceso sino que, partiendo de ¨¦l "la pel¨ªcula era como un travelling hacia atr¨¢s, que descubriera los resortes escondidos de toda una ¨¦poca: los personajes principales son, en esferas distintas, como dos ecos involuntarios del mundo que les rodea".El planteamiento de base no era m¨¢s que el de que un doce veces asesino deb¨ªa ser juzgado por un ambicioso magistrado de provincias. La inocencia o las razones de uno, contrastan con la mentalidad del otro, dispuesto siempre a creer que el hombre es intr¨ªnsecamente perverso. A este esquema, Tavernier a?adi¨® una suerte de matices, "de signos, de relaciones, de subtextos, de or¨ªgenes y consecuencias morales y pol¨ªticas, es decir, construyendo un mosaico de hechos y gestos que acaban por dibujar el perfil exacto de una sociedad cobarde, ap¨¢tica, c¨®mplice, segura de detectar la verdad en todos los terrenos, devorando a sus hijos como el propio Saturno", seg¨²n escribi¨® Claude Beylie en la revista Ecran.
Los m¨¢s un¨¢nimes elogios que recibi¨® el filme, incluso entre los que lo rechazaron por sus implicacion¨¦s pol¨ªticas, versaron sobre la magn¨ªfica calidad de los int¨¦rpretes.
Philippe Noiret, en el papel del juez, encontr¨® su mejor oportunidad profesional, ya que hasta entonces era un secundario al que no se prestaba mucha atenci¨®n, mientras Michel Galabru, el asesino, e Isabelle Huppert, eran celebrados igualmente como grandes revelaciones. "En suma", escribe Santos Fontenla, "nos hallamos ante una obra que aunque a algunos pueda parecer, no sin raz¨®n, en exceso intelectual est¨¢ llena de fuerza y de br¨ªo".
El juez y el asesino se emite hoy a las 23.00 horas por la segunda cadena.
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