Los sue?os y Freud
El art¨ªculo aparecido en ese diario el d¨ªa 10 de agosto, titulado Los sue?os, m¨¢s all¨¢ de Freud y firmado por Daniel Goleman, es, a mi entender, claro y coherente en su primera parte, dedicada a la exposici¨®n de la teor¨ªa psicoanal¨ªtica de los sue?os, y confuso y contradictorio en su segunda parte, cuando se adentra en profundidades neurofisiol¨®gicas y sus posibles implicaciones psicol¨®gicas.Evidentemente, no es responsable el firmante del art¨ªculo de las hip¨®tesis lanzadas por los neurofisi¨®logos, pero s¨ª lo es de la orientaci¨®n del mismo y de un t¨ªtulo que parece dar por sentada la superaci¨®n por obsoleta de la teor¨ªa freud¨ªana de los sue?os.
Sin negar los evidentes avances en el estudio de la fisiolog¨ªa del sue?o, parece, sin embargo, presuntuoso tratar de sacar conclusiones globalizadoras a partir de unos resultados experimentales realmente incipientes, y a las pruebas me remito: Crick y Mitchison dicen que los sue?os sirven para -desaprender; Evans, con igual seguridad neurofisiol¨®gica, afirma justamente lo contrario, es decir, que el so?ar consolida el aprendizaje y la memoria. Por fin, McCarley y Hobson, ni una cosa ni la otra, sencillamente no sirven para nada.
Es sencillamente confundir el culo con las t¨¦mporas el pretender que de unos estudios y resultados fragmentarios puedan extraerse tales condiciones; lo que s¨ª parece claro es que Freud es una pieza codiciada, y el pretender pasar a la historia a costa de ¨¦l es m¨¢s af¨¢n de notoriedad (en lenguaje psicoanal¨ªtico se dir¨ªa fantas¨ªas infantiles de omnipotencia) que verdadero esp¨ªritu cient¨ªfico.
La obra sobre la interpretaci¨®n de los sue?os es quiz¨¢ la m¨¢s importante de Freud, y no lo es tanto porque suponga un descubrimiento propiamente dicho (los sue?os como misterio a descifrar, y no simple azar, aparecen enraizados en lo m¨¢s profundo del alma humana, desde ¨¦pocas remotas, y los relatos b¨ªblicos, pasando por S¨®focles y el mismo Shakespeare, dejaron constancia escrita de ello), si no en cuanto s¨ªntesis general, en la que todo saber, patrimonio de la humanidad, tiene cabida, incluso el saber neurofisiol¨®gico con el que acabar¨¢ inevitablemente convergiendo.-
psiquiatra.
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