La petici¨®n de dimisi¨®n del Gobierno hondure?o supone "una franca aceptaci¨®n de que el Gabinete est¨¢ en crisis"

El panorama pol¨ªtico hondure?o sufri¨® una fuerte sacudida el pasado jueves cuando el presidente Roberto Suazo C¨®rdova canaliz¨® la sorprendente decisi¨®n de pedir la renuncia del Gobierno en pleno y de casi 100 altos funcionarios, en un acto calificado aqu¨ª como "una franca aceptaci¨®n de que el Gobierno est¨¢ en crisis". La decisi¨®n tom¨® por sorpresa a la c¨²pula dirigente del Partido Liberal, que gobierna actualmente, reduciendo el ¨¢mbito del poder al despacho presidencial y a la jefatura de las fuerzas armadas, encabeza por el general Walter L¨®pez Reyes.

La reducida esfera de poder en que se produjo la petici¨®n de dimisi¨®n result¨® extra?a para la opini¨®n p¨²blica hondure?a, m¨¢xime si se considera que Partido Liberal y Gobierno se confunden en este pa¨ªs centroamericano, de cuatro millones de habitantes con un ingreso per c¨¢pita de 475 d¨®lares anuales y que retorn¨® a un precario orden constitucional el 17 de enero de 1982.De acuerdo con fuentes solventes, en el atardecer del d¨ªa 15 el presidente Suazo C¨®rdova, un m¨¦dico rural de 56 a?os, se entrevist¨® en la sede de la fuerza a¨¦rea con el general L¨®pez Reyes, dando origen al rumor de que los cambios fueron solicita dos por el alto mando militar.

Menos de 24 horas despu¨¦s en pleno ajetreo de sobres blancos conteniendo las dimisiones firmadas, el embajador norte americano, John Dimitri Negro ponte, entr¨® en Casa Presidencial por la puerta de servicio para evitar a los periodistas y, despu¨¦s de conversar con el mandatario, sali¨® por la misma puerta.

En un pa¨ªs donde a menudo la pol¨ªtica discurre con extra?o simbolismo, el orden de ambas entrevistas pareci¨® reflejar, en cierta medida, la preeminencia de las influencias f¨¢cticas que recibe la actual Administraci¨®n liberal.

A juicio de Hern¨¢n Corrales, candidato presidencial del Partido Dem¨®crata Cristiano, la petici¨®n de renuncia tiene que ver con la ca¨ªda del general Gustavo Alvarez Mart¨ªnez de la jefatura de las fuerzas armadas el pasado 31 de marzo, a manos de un movimiento de oficiales j¨®venes, que lo acus¨® de "abuso de poder y corrupci¨®n".

?lvarez Mart¨ªnez, el general de divisi¨®n condecorado en Washington por el Pent¨¢gono eclips¨® a menudo al Gobierno civil con su f¨¦rrea vocaci¨®n anticomunista, traducida en una colaboraci¨®n incondicional con Estados Unidos y el incremento de una guerra sucia en lo interno, en la que presuntamente involucr¨® a altos oficiales, que ser¨¢n enviados al exterior en breve plazo, en lo que se da en llamar exilio diplom¨¢tico.

Un analista pol¨ªtico coment¨® al respecto que "al parecer, el alto mando considera que ha limpiado su casa y que ahora le toca el turno a la Administraci¨®n p¨²blica, antes de que la situaci¨®n social interna se descomponga irremisiblemente".

La crisis toca fondo

En efecto, la crisis est¨¢ tocando fondo en este pa¨ªs, que comparte fronteras calientes con Guatemala, El Salvador y Nicaragua. El inmovilismo de la reforma agraria mantiene en acecho a 165.000 familias campesinas sin tierra, y de una poblaci¨®n econ¨®micamente activa de 1,2 millones de habitantes, s¨®lo el 29% tiene trabajo. La deuda externa supera ya los 2.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 320.000 millones de pesetas) y, para decepci¨®n del Gobierno, su alianza pol¨ªtica con Estados Unidos s¨®lo le report¨® en 1984 una asistencia econ¨®mica de 169 millones de d¨®lares (algo m¨¢s de 27.000 millones de pesetas), cantidad muy por debajo de la destinada a El Salvador y Costa Rica por la Casa Blanca.Romualdo Hueso Pe?alba, presidente del Partido Liberal, justific¨® la gesti¨®n del presidente Suazo C¨®rdova diciendo que "la situaci¨®n econ¨®mica impide cumplir todos los cometidos".

Menos indulgente fue Efra¨ªn D¨ªaz Arribiyaga, el parlamentario opositor m¨¢s firme, quien subray¨® que, "al efectuar un balance general, resulta obvio que la Administraci¨®n ha tenido m¨¢s fallos que aciertos". D¨ªaz Arribiyaga subray¨® que "de nada sirve cambiar las personas si no hay realmente una orientaci¨®n en el rumbo de la naci¨®n, si no hay objetivos claros ni un prop¨®sito nacional".

La mayor¨ªa de los detractores de la actual Administraci¨®n liberal hondure?a habla de una par¨¢lisis gubernamental, sectarismo pol¨ªtico, sometimiento a los dictados del Fondo Monetario Internacional, corrupci¨®n, desastre econ¨®mico y falta de autonom¨ªa en pol¨ªtica exterior.

Los portavoces del Gobierno no admiten ni la d¨¦cima parte de estas objeciones. Sin embargo, el canciller Edgardo Paz Barnica declar¨® hoy que la pr¨®xima reestructuraci¨®n del Ejecutivo se orienta a dinamizar la Administraci¨®n p¨²blica y corregir algunos errores".