El auge del Pac¨ªfico
Por primera vez en la historia, los intercambios comerciales de Estados Unidos con los pa¨ªses de la cuenca del Pac¨ªfico est¨¢n superando los intercambios con los del otro lado, del Atl¨¢ntico. Un estudio reciente elaborado en California precisaba en cifras este hecho en 1982: las cifras de transferencias fueron de 121.000 millones de d¨®lares, frente a 115.800 millones de d¨®lares de la balanza con el Atl¨¢ntico. Y esta inflexi¨®n no ha hecho m¨¢s que comenzar. Para Richard King, experto en relaciones con Asia, el comercio transpac¨ªfico se doblar¨¢ durante los a?os ochenta.De los 121.000 millones de d¨®lares del comercio con Asia, 42.500 millones son de intercambios de los pa¨ªses del Pac¨ªfico asi¨¢tico con California, Estado que es la vanguardia de EE UU en el comercio mundial y en todos los aspectos sociales: tecnolog¨ªas, valores, econom¨ªa, crecimiento...
Lo que resulta adem¨¢s curioso es el tipo de bienes que California vende y compra a estos pa¨ªses. California, el Estado m¨¢s industrial, exporta productos agr¨ªcolas a Asia a cambio de productos manufacturados que se producen en pa¨ªses de los llamados del Tercer Mundo. Y, simult¨¢neamente, vende al resto de los Estados de la Uni¨®n productos de alta tecnolog¨ªa. El comercio genera para California casi 11.000 millones de d¨®lares en rentas salariales, unos 3.500 millones en rentas fiscales y unos 35.000 millones de ingresos empresariales.
El Estado m¨¢s rico y m¨¢s poblado de Estados Unidos tiende a crecer hacia el nuevo espacio del Pac¨ªfico.
George Detikinejian, actual gobernador de California, ha dicho: "Econ¨®micamente, el Sol nace desde ahora por el Oeste".
Este hecho nuevo en la historia econ¨®mica mundial nos permite afirmar que se ha levantado un nuevo mapa econ¨®mico y que el centro de las grandes decisiones se ha desplazado del Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico. Una nueva metr¨®poli surge tambi¨¦n en Am¨¦rica: Los Angeles, pero menos europea que su antecesora: Nueva York, aunque no por eso menos cosmopolita.
La importancia de esta nueva situaci¨®n no radica solamente en el hecho positivo de que un nuevo espacio econ¨®mico adquiera un fuerte protagonismo, sino que, simult¨¢neamente, el anterior n¨²cleo comercial y cultural mundial se ha ido eclipsando no tanto por la prepotencia del nuevo como, sobre todo, por la debilidad de una parte del anterior: Europa occidental.
Desde luego, la nueva situaci¨®n no es m¨¢s que la culminaci¨®n de todo un proceso secular de avance hacia y del Oeste, no s¨®lo de los americanos en sus territorios: protagonismo de California en Estados Unidos, sino tambi¨¦n del vigoroso.y r¨¢pido desarrollo alcanzado por algunos pa¨ªses del Pac¨ªfico: Jap¨®n, Hong Kong, Corea del Sur, Singapur y Taiwan.
La tasa de crecimiento del producto nacional bruto de Jap¨®n en estos ¨²ltimos a?os de crisis ha sido de un 3 %; para este a?o se espera que sea de un 5%, y para el pr¨®ximo se predice que ser¨¢ de un 4%. Hong Kong creci¨® el a?o pasado a casi un 6%; este a?o. lo har¨¢ a m¨¢s del 7%, y se espera que se mantenga en 1985. Corea del, Sur creci¨® el a?o pasado el 9,2%; este a?o se espera que ronde el 8%, y las previsiones para 1985 son de un 7%. Singapur creci¨® casi un 8% en 1983; este a?o rebasar¨¢ esta cifra, y para el que viene parece que se mantendr¨¢. Taiwan creci¨® en el pasado a?o un 7%, que ser¨¢ superado por el actual, seg¨²n todos los indicadores, y se establizar¨¢ en un 7% para el a?o pr¨®ximo. Indonesia sobrepasar¨¢ en 1984 el 4% de crecimiento en producto interno bruto y en los pr¨®ximos a?os no cesar¨¢ de crecer, al igual que Malaisia, que ya est¨¢ en el 6% y que este a?o se situar¨¢ en el 7%.
Frente a las cifras antepuestas, el crecimiento del producto nacional bruto de Europa occidental s¨®lo alcariz¨® el 1% el a?o pasado, y este a?o se espera con optimismo llegar al 2%, para despu¨¦s decrecer, siendo el pa¨ªs puntero el Reino Unido, con casi un 3% durante el per¨ªodo 1982-1985.
La fuerza de EE UU y de los pa¨ªses del Pac¨ªfico ha ido simult¨¢neamente acompa?ada de la creciente debilidad de Europa y del deterioro de las relaciones entre los viejos aliados de ambas orillas del Atl¨¢ntico. No parece desde luego necesario que el progreso en el Pac¨ªfico debiera ir acompa?ado de la decadencia del Atl¨¢ntico, por lo que el an¨¢lisis de las causas deber¨¢ dirigirse hacia la reflexi¨®n sobre el progreso de los unos y la decadencia de los otros, y en la armon¨ªa entre, los ribere?¨ªos del Pac¨ªfico y las diferencias entre los dos mundos del Atl¨¢ntico norte, cultural e hist¨®ricamente m¨¢s afines.
Fascinaci¨®n y emulaci¨®n
Los pa¨ªses del Pac¨ªfico no han crecido a costa de los del Atl¨¢ntico. La decadencia de Europa parece que tiene otras causas, especialmente end¨®genas y culturales, de m¨¢s peso que las econ¨®micas.
El protagonismo de California en Estados Unidos y en el mundo es un hecho tan indiscutible como el del Jap¨®n. Y la fascinaci¨®n que existe entre ambos y, por extensi¨®n, entre Jap¨®n y Estados Unidos es cada vez m¨¢s notorio. Fascinaci¨®n mutua por el ¨¦xito y rivalidad implacable, pero tambi¨¦n complementariedad y emulaci¨®n.
Californ¨ªa es ahora para Norteam¨¦rica lo que Norteam¨¦rica es todav¨ªa.para Europa. Califarnia es la f¨¢brica de mitos de -EE UU. Aunque podr¨ªa tambi¨¦n haberse agregado, si la palmaria realidad no fuera suficiente, que es la f¨¢brica de mitos mundiales y tambi¨¦n de realidades de toda ¨ªndole: tecnol¨®gicas, industriales, morales, culturales..., el Silicon Valley, Bol¨ªnas, Beverly Hills u Orange County evocan un Nuevo Mundo, una nueva sociedad. Desde estos centros se irradia una nueva forma de producir y de vivir. Psicol¨®gica y culturalmente, desde el viejo Hollywood al revolucionario Berkeley, sin olvidar el omnipresente y m¨ªtico Oeste, desde hace varias d¨¦cadas, la cultura californiana ha ido operando una mutaci¨®n en la cu Itura intemacional. M¨¢s recientemente, pero no por eso con menos intensidad, Jap¨®n fascina y es temido por los norteamericanos y por el resto del mundo. El modelo japon¨¦s, el estilo de gesti¨®n japon¨¦s, la cultura de la empresa japonesa, es estudiado y emulado, y sofisticado por los top managers norteamericanos y, m¨¢s tard¨ªamente, europeos. Cualquier ejemplo sobre un ¨¦xito se suscribe en el an¨¢lisis de casos a un ¨¦xito en Jap¨®n o en alg¨²n pa¨ªs del Pac¨ªfico.
Como s¨ªmbolo de calidad y precisi¨®n, en los spots publicitarios de cualquier televisi¨®n norteamericana, e incluso para incitar a la compra de productos t¨ªpicamente norteamericanos, un oriental ofrece una hamburguesa o un muffin... David Hockney, el gran pintor brit¨¢nico-californiano de las piscinas, el lujo y el sosiego de Californa, dibuja con el trazo suelto de un japon¨¦s. Cada vez m¨¢s en las tiendas y en los restaurantes de Estados Unidos los empleados tratan, a los clientes con la sonrisa y la cortesia de un oriental. Y en las empresas cada vez m¨¢s se pretende integrar al asalariado de todos los niveles prestando una atenci¨®n especial a sus problemas personales, ofreciendo a sus empleados wellnes prograrm con sesiones de masajes, yoga. Good health is good business.
Las innovaciones t¨¦cnicas van acompa?adas de innovaciones en el comportamiento. El cambio tecnol¨®gico est¨¢ produciendo una verdadera revoluci¨®n cultural, en la que es tan importante ganar m¨¢s como vivir mejor, producir m¨¢s y preocuparse de la ecolog¨ªa.
?Pero cu¨¢l es el secreto del milagro californiano y japon¨¦s? El trabajo. Se dice que los californianos -y t¨¢picamente ya los japoneses y, por extensi¨®n, los asi¨¢ticos- son workaholics, adictos del trabajo, viciosos del trabajo. En ellos ha renacido el viejo vicio burgu¨¦s del trabajo y el individualismo. De la innovaci¨®n y del riesgo. De la movilidad social, tanto vertical como horizontal. Edmund Brown, antiguo gobernador dem¨®crata de Califarnia, lo expresaba diciendo: "Esta sociedad -la cafiforniana- pluri¨¦tnica ha encontrado su consenso. Es la confianza en el futuro y en la certidumbre de que en este sistema de gran movilidad ?ada uno pue de abrirse -camino". A los nianos, sean de derechas o de izquierdas, no les gusta mucho el Estado-providencia, sino que creen en el valor y en el ethos del sujeto. Y tampoco les gusta pagar muchos impuestos, no es por ca sualidad que el profesor Arthur Lafferh ha analizado y descrito su curva de la Costa Oeste. Una teor¨ªa muy simple: "A m¨¢s presi¨®n fiscal, menos ingresos fiscales", porque habr¨¢ menos riqueza.
'Renacimiento' capitalista_
En conclusi¨®n, en California se ha producido un renacimiento del capitalismo, con todas sus grandezas y todas sus miserias. Y el t¨¦rmino renacimiento se emplea cada vez m¨¢s en Estados Unidos. Pero la clave de todo el milagro del Pac¨ªfico, de California y del Jap¨®n est¨¢ sobre todo en la integraci¨®n del saber y del hacer, de la investigaci¨®n y de su aplicaci¨®n y producci¨®n: las 6.000 empresas electr¨®nicas del Silicon Valley se desarrollan y multiplican bajo la protecci¨®n y en interacci¨®n con la Universidad de Stanford. La universidad japonessa de Sukuba es cada vez m¨¢s el centro del saber que cumple esta funci¨®n. La cla
El auge del Pac¨ªfico
ve, pues, es la s¨ªntesis de la ciencia, la tecnolog¨ªa y la industria. Y la s¨ªntesis de la investigaci¨®n, la imaginaci¨®n y la innovaci¨®n.Pero no podemos olvidar otra s¨ªntesis tanto o m¨¢s importante para explicar estas dos nuevas sociedades tan similares y tan distintas: la s¨ªntesis cultural.
California es un pa¨ªs donde todas las etnias son minor¨ªas, sajones, mexicanos, negros, asi¨¢ticos, hispanos, ¨¢rabes. Un flujo continuo de emigrantes de todos los or¨ªgenes no cesa de llegar y se integra. La poblaci¨®n de los Estados del Oeste ha crecido en m¨¢s de ocho millones de habitantes en la d¨¦cada 1970-1980, mientras que el Estado de Nueva York ha decrecido en casi un 4%. Doscientos cincuenta mil emigrantes son esperados este a?o en California (casi tres de cada cinco emigrantes legales de EE UU son asi¨¢ticos, de los cuales casi un 20% son estudiantes).
Dirigiendo una gran empresa de microinform¨¢tica, en la Tandon Corporation se encuentran: un indio, un sirio, un bengal¨ª, un turco, un paquistan¨ª y un checo. California es un crisol de razas y culturas en el que posiblemente haya que buscar tambi¨¦n su din¨¢mica cosmopolita y su individualismo creativo, su extra?amiento nacional y su asociacionismo empresarial.
Tambi¨¦n el Jap¨®n de hoy es una s¨ªntesis. La de su cultura y estructura tradicional con la cultura y la t¨¦cnica occidentales. Y su apertura al mundo y al futuro sigue siendo otra de sus fuerzas creadoras y productoras.
Similitudes, diferencias entre California -Estados Unidos y Jap¨®n- cuenca del Pac¨ªfico. Diferencias estructurales y culturales enormes, y tambi¨¦n diferencias que se decantan en la concurrencia en los mercados internacionales, en la competencia tecnol¨®gica, en la producci¨®n. "En Silicon Valley estamos obsesionados con los japoneses, y los detestamos. Son nuestros enemigos", dice Alvin T?ffler. Sin embargo, este odio y esta rivalidad no excluyen la complementariedad y la alianza. As¨ª, Estados Unidos ve cada vez m¨¢s al Jap¨®n como su gran aliado y su gran compa?ero de ¨¦xitos. Esta mezcla de fascinaci¨®n y competencia les acerca hacia objetivos comunes: incremento de intercambios comerciales y financieros, transferencia de tecnolog¨ªa y de ideas. Y, como corolario l¨®gico, establecimiento de estrategias militares y m¨¢s estrecha alianza militar. Ante el futuro, un objetivo com¨²n tambi¨¦n les har¨¢ concurrir, pero tambi¨¦n les aproxima y al¨ªa: el mantenimiento de la paz en la cuenca del Pac¨ªfico y el promover el desarrollo del ¨¢rea m¨¢s poblada del mundo: Asia oriental, sobre todo la Rep¨²blica Popular China, y mitigar, como lo han hecho desde hace un siglo, el peso de la URSS en el Pac¨ªfico.
Pero, ?en qu¨¦ medida afecta este desplazamiento del eje geopol¨ªtico mundial a Europa y la Alianza Atl¨¢ntica? ?Y hasta, qu¨¦ punto este desplazamiento va a condicionar el futuro de Europa o el futuro de Europa est¨¢, a pesar de todo, en gran medida en manos de los europeos?
Parece claro que este nuevo mapa geoecon¨®mico mundial es un hecho que manifiesta una profunda tendencia de Estados Unidos e incluso se puede decir que de Occidente. Que una mejora de la situaci¨®n econ¨®mica europea, el superar el gap tecnol¨®gico que existe hoy e incluso las desavenencias que hay entre los aliados del Atl¨¢ntico no va a rectificarlo. Pero tambi¨¦n parece claro que si Europa superara sus problemas internos, saliera con vigor de la crisis y renaciera tecnol¨®gicamente, tendr¨ªa el papel que le corresponde en el concierto mundial, tal y como pensaron los padres de la Comunidad Econ¨®mica Europea y tal y corno esperaban en Estados Unidos despu¨¦s de la segunda guerra y cuando se cre¨® la CEE.
La idea de Europa
Sin embargo, las diferencias entre los dos aliados del Atl¨¢ntico son cada vez m¨¢s grandes, y no tanto las diferencias diplom¨¢ticas o econ¨®micas. Europa se encierra cada vez m¨¢s en s¨ª misma, y Estados Unidos mira preferentemente hacia el Oeste. Mientras en Europa se sigue hablando de crisis, en Estados Unidos se habla de renacimiento.
La ¨²nica manera que tiene Europa de evitar un mayor distanciamiento con Estados Unidos es existir como tal, superando no s¨®lo los problemas que tiene cada uno de sus miembros, sino realiz¨¢ndose en la idea de Europa que los norteamericanos hab¨ªan apoyado en 1950: la Europa unida y fuerte que Jean Monet supo transmitir a J. F. Kennedy. Europa contar¨¢ m¨¢s con Estados Unidos si existe como tal. De otro modo es posible que este desplazamiento de los norteamericanos hacia el Pac¨ªfico vaya acompa?ado de una cierta indiferencia hacia Europa. No hace falta subrayar la actitud que los estadounidenses tienen sobre el perdedor, que adem¨¢s se pliega en sus conjeturas, ni evocar que aunque el mundo sea tan interdependiente, cada cual tiene que buscar la salida a su situaci¨®n -y Europa tiene todav¨ªa fuerzas suficientes para generar su renacimiento- Lo que ocurre es que este renacer no parece que sea viable como edici¨®n de las salidas de cada una de sus naciones-Estado, sino mediante la existencia de Europa como un todo real y, no como ret¨®rica.
La salida es dif¨ªcil y tampoco parece que la emulaci¨®n de California o del Jap¨®n sea la receta. Sin embargo, algunos rasgos, grabados por lo dem¨¢s en la. historia y en la cultura de Europa, y que caracterizan el modelo japon¨¦s y californiano puede que deban tenerse en cuenta para que se opere su renacimiento cultural y su nacimiento como potencia. El cosmopolitismo, en vez del nacionalismo inercial; la innovaci¨®n, en lugar de la rutina; el futuro como horizonte, en vez de resentimiento de la historia; la cr¨ªtica creativa, en vez de la cr¨ªtica apesadumbrada; la concurrencia, en vez del proteccionismo; el riesgo, en lugar de la seguridad; los nuevos espacios y las nuevas tecnolog¨ªas, adem¨¢s de la leche, la mantequilla, el vino y el acero; el futuro, en lugar de la decadencia; la flexibilidad, en vez de la rigidez.
Si ante el desaf¨ªo de la crisis, del ¨¦xito norteamericano y japon¨¦s, del nuevo modo de producci¨®n y de la futura sociedad que ya emerge, Europa no responde con vigor y con acierto, este desplazamiento de Estados Unidos hacia el Pac¨ªfico no ser¨¢. s¨®lo una ampliaci¨®n del espacio de Occidente y de la libertad, sino una verdadera fractura en las relaciones de Europa con el mundo. Ser¨¢ su verdadera decadencia.
Luis T. Poveda es profesor de Sociolog¨ªa y experto en prospectiva.
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