Un error defensivo descontrol¨® al Bar?a
., Con todo merecimiento se clasific¨® el Sporting para la final de la 30? edici¨®n del Carranza, venciendo a un Barcelona que empez¨® bien, pero que se descompuso tras el gol de Mesa y fue incapaz de contarrestar la velocidad, al contragolpe, de su rival.Un Schuster mand¨®n, acompa?ado por V¨ªctor, Rojo y, sobre todo, Calder¨¦, aglutin¨® un centro del campo muy s¨®lido durante la primera media hora. Pero, en el minuto 34, Fradera dud¨® ante un bal¨®n f¨¢cil y Eloy, una bala durante toda la noche, se col¨® en vertical. Urruti hizo lo ¨²nico que pod¨ªa: salir al encuentro del extremo, al choque, intentando que el encontronazo, inevitable, se produjera fuera del ¨¢rea. Lo, consigui¨®, pero el bal¨®n sali¨® rebotado y el ¨¢rbitro, con buen sentido, permiti¨® seguir el juego, lo que fue aprovechado por Mesa, que acompa?aba la penetraci¨®n de Eloy, para empujar a puerta vac¨ªa. Ah¨ª cambi¨® todo.
Antes pudo haber marcado V¨ªctor, por dos veces, en buena penetraci¨®n de Carrasco, a los siete minutos, y en un medido centro de Schuster al que no lleg¨® el aragon¨¦s por mil¨ªmetros. Pero tambi¨¦n lo pudo hacer Eloy, al cumplirse el cuarto de hora, bien servido por su lateral.
Pronto se vio que el once rojiblanco ten¨ªa su noche. El Bar?a marcaba al hombre, presionando, pero arriesgando m¨¢s de la cuenta en ocasiones. Los centrocampistas gijoneses hab¨ªan robado ya un par de balones, creando serio peligro para Urruti, antes de que se produjera la Vacilaci¨®n de Fradera que dar¨ªa ocasi¨®n al gol. Para hacer justicia al joven defensa, hay que decir que de sus botas salieron los dos m¨¢s peligrosos remates protagonizados por su equipo en la segunda mitad.
Apenas cuatro minutos despu¨¦s de que el 0-1 subiera al marcador, Archibald estuvo a punto de aprovechar un apurado rechace de Ablanedo a dur¨ªsimo disparo de Carrasco. Tampoco S¨¢nchez lleg¨®. El soberbio marcaje de los centrales gijoneses a Archibald oblig¨® al brit¨¢nico a retrasar su posici¨®n tratando de sacar de su zona a Maceda y Jim¨¦nez. Pero result¨® un arma de doble filo porque, si, por una parte, Rojo se mostr¨® incapaz de aprovechar' los huecos dejados por las operaciones del brit¨¢nico el adelantamiento forzado de Jim¨¦nez y Maceda favoreci¨® algunos de los contraataques m¨¢s peligrosos del Sp¨®rting.
Enorme estuvo Maceda, con un juego de alta escuela, que cada vez recuerda m¨¢s al de Jes¨²s Garay, y el p¨²blico gaditano le tribut¨® las mejores - ovaciones de la jornada. Los ataques a la desesperada del Barcelona fueron tan in¨²tiles como los cambios decididos por Venables, que s¨®lo sirvieron para provocar claras arrancadas de Mesa y Eloy.
Queda aplazada, pues, la revancha de la final de Copa. Pero, por lo visto ayer, el Sp¨®rting y el Barcelona hubieran sido los m¨¢s dignos finalistas del torneo.
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