El terrorismo internacional
En la edici¨®n del d¨ªa 5 de julio de 1984, el diario que usted dirige public¨® el art¨ªculo El terrorismo, amenaza contra la vida, firmado por el secretario de Estado de Estados Unidos, George Shultz. El autor intenta explicar a los lectores espa?oles la necesidad y el sentido de la directiva n¨²mero 138 adoptada por el Consejo de Seguridad Nacional el pasado abril, con intenci¨®n de impulsar a todas las organizaciones estatales de EE UU a promover nuevas ofertas y conjuntar esfuerzos para combatir el terrorismo.Creo que no es casual la publicaci¨®n de ese art¨ªculo en un medio informativo espa?ol que ha conocido en su propia experiencia la amenaza que el terrorismo representa para la democracia. Shultz silencia las verdaderas causas de este fen¨®meno y recurre a la vieja tesis de la diplomacia norteamericana: la mano de Mosc¨², l¨¦ase los pa¨ªses socialistas y las naciones de reciente independencia. En ello ve la ra¨ªz del mal la sociedad burguesa, a ello atribuye el surgimiento y la extensi¨®n del terrorismo.
En t¨¦rminos cl¨¢sicos, el terrorismo significa acciones encaminadas a mantener el sentimiento de miedo y terror, acompa?adas de amenazas y violencia. Es un vicio d¨¦ la sociedad burguesa. Podr¨ªa ser expresiva la opini¨®n del presidente Reagan, quien en un mensaje especial al congreso se?al¨® que "debemos hacer que' en la socie
El terrorismo internacional
dad civilizada no haya lugar para arbitrariedades, amenazas, intimidaciones, detenciones o asesinatos de gentes inocentes", si no existieran datos de que entre 1945 y 1980 Estados Unidos recurri¨® en 220 ocasiones a la amenaza de emplear la fuerza armada o la emplearon en sus relaciones con pa¨ªses pr¨®ximos y lejanos, apoy¨¢ndose, ante todo, en una ramificada red de bases militares propias, que suman ya 1.500 en todo el mundo. Por algo el responsable de la pol¨ªtica exterior norteamericana afirma que "la diplomacia no respaldada por la fuerza es inoperante".?Qu¨¦ pasos nuevos se propone dar la Administraci¨®n estadounidense conforme a la directiva en cuesti¨®n?
Ahora bien, ?cabe descartar el que las organizaciones terroristas en Espa?a puedan ser utilizadas como eficaz instrumento de presi¨®n para impedir el mejoramiento que las relaciones sovi¨¦tico- hispanas est¨¢n experimentando, debido a la voluntad espa?ola de realizar una pol¨ªtica exterior independiente? Para los que dudan, sirva como ejemplo el caso de Italia, donde a finales de los setenta los grupos terroristas intensificaron su actividad a fin de impedir el di¨¢logo que despuntaba entre comunistas y el partido democristiano gobernante, con Aldo Moro a la cabeza.
La Uni¨®n Sovi¨¦tica ha expresado m¨¢s de una vez su actitud de rechazo hacia cualquier forma de terrorismo, que responde plenamente a la estrategia de tensi¨®n norteamericana, cuyo objetivo no es otro que el de amedrentar a los estadistas y pol¨ªticos de las naciones occidentales, aterrorizar a los medios sociales y abonar el terreno para la llegada al poder de fuerzas reaccionarias bien vistas por Washington- , periodista sovi¨¦tico. .
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