La oposici¨®n conservadora de Canad¨¢ figura como favorita ante las elecciones generales del martes
ENVIADO ESPECIALCanad¨¢, la ¨²nica monarqu¨ªa constitucional en Am¨¦rica del Norte, se dispone a celebrar su 231 elecci¨®n general, desde la constituci¨®n del pa¨ªs en 1867, el pr¨®ximo martes 4 de septiembre, en medio de un ambiente festivo y una predicci¨®n de que la oposici¨®n conservadora conseguir¨¢ romper m¨¢s de 21 Gobiernos liberales, ¨²nicamente interrumpidos por una breve administraci¨®n conservadora en 1979.
Si se confirman las ¨²ltimas encuestas, Brian Mulroney, un hombre de negocios, de 45 a?os, de Quebec, casi un desconocido en pol¨ªtica hasta que fue nombrado l¨ªder del Partido Conservador-Progresista en junio de 1983, ser¨¢ a partir del pr¨®ximo martes primer ministro canadiense. Las dos ¨²ltimas encuestas, publicadas a mediados de agosto y realizadas por la Canadian Broadcasting Corporation y el Instituto Gallup, dan a Mulroney una ventaja sobre al actual primer ministro liberal John Turner, de 55 a?os, de 17 y 14 puntos, respectivamente.
Todo parece indicar que la era liberal, representada en Canad¨¢ por la controvertida figura de Pierre Elliott Trudeau, que present¨® su dimisi¨®n el pasado marzo, toca a su fin en esta elecci¨®n general. Trudeau desempe?¨® el puesto de primer ministro casi ininterrumpidamente durante los ¨²ltimos 16 a?os, con un breve intervalo entre junio de 1979 y marzo de 1980, en que el l¨ªder conservador Charles Joseph Clark estuvo al frente de los destinos del dominio de Canad¨¢, uno de los pa¨ªses m¨¢s grandes y extensos del mundo, con una poblaci¨®n de s¨®lo 25 millones de habitantes, miembro de la comunidad brit¨¢nica y cuya jefatura del Estado est¨¢ todav¨ªa en manos de la reina de Inglaterra, representada por un gobernador general, nombrado a propuesta del primer ministro y que en los momentos actuales es Edward R. Schreyer. El gobernador Schreyer fue el anfitri¨®n de los Reyes de Espa?a en su visita oficial a Canad¨¢ a primeros de este a?o.
Deseo de cambio
Aunque los partidos pol¨ªticos que se presentan a esta elecci¨®n general a nivel nacional ascienden a nueve, el sistema electoral vigente en el pa¨ªs, mayoritario como en el Reino Unido, s¨®lo permitir¨¢ a tres de ellos, el Liberal, el Conservador- Progresista y el Nuevo Partido Democr¨¢tico (socialdem¨®crata), tener una representaci¨®n sustancial en la C¨¢mara de los Comunes de Ottawa. Sin embargo, el espectro es amplio y abarca desde un partido marxista-leninista, adem¨¢s del partido comunista oficial, hasta el partido de los rinocerontes, una parodia del intento del payaso franc¨¦s Coluche de competir en las presidenciales francesas, todos tienen cabida en la democracia canadiense.Sin embargo, la lucha estar¨¢ centrada entre las dos fuerzas tradicionales de la pol¨ªtica canadiense: la liberal, actualmente en el poder, y la conservadora, en la oposici¨®n. Apaciguado, por el momento, el gran tema secesionista de la provincia de Quebec, que domin¨® las elecciones generales canadienses de 1980, la elecci¨®n se debate en torno a temas econ¨®micos y principalmente el desempleo, que ha alcanzado una alarmante cota del 12%, de la poblaci¨®n activa canadiense, desconocida desde los tiempos de la gran depresi¨®n de 1929.
Pero adem¨¢s, como se?alaba a EL PAIS un diplom¨¢tico canadiense, "parece que se ha adue?ado de todas las conciencias un deseo de cambio tras cerca de 21 a?os de Gobiernos liberales". M¨¢s que un deseo de tener un Gobierno conservador, a?ade la fuente, lo que parece estar en todos los ciudadanos es un deseo de votar en contra de los liberales".
Pierre Levesque, l¨ªder del Partido Secesionista de Quebec, que debido a su filosof¨ªa separatista no participa en estas elecciones generales, ha predicho una victoria tory (conservadora) en la provincia de habla y cultura francesas. Sin inclinarse por ninguno de los dos partidos nacionales, ha indicado que a Canad¨¢ "le convendr¨ªa un cambio". Los conservadores tienen en estos momentos s¨®lo un diputado de los 75 que corresponden representar a la provincia de Quebec en la C¨¢mara de los Comunes.
Las encuestas aludidas predicen que el partido de Mulroney obtendr¨¢ un m¨ªnimo de 30 diputados por la provincia de Quebec, lo que le permitir¨ªa gobernar, si, como es previsible, arrastra tambi¨¦n a Ontario, con mayor¨ªa absoluta.
S¨®lo el partido socialdem¨®crata de J. E., Ed Broadbent, que representa el equivalente en Canad¨¢ de la socialdemocracia europea, podr¨ªa convertirse en ¨¢rbitro de la situaci¨®n si los canadienses decidieran en estos ¨²ltimos d¨ªas cambiar su intenci¨®n declarada de voto. Entre los puntos principales de los socialdem¨®cratas en pol¨ªtica exterior se encuentra el abandono de la OTAN, un punto dif¨ªcil de cumplir, aun en el improbable caso de su llegada al poder, debido a la poderosa vecindad de Estados Unidos. Los socialdem¨®cratas cuentan en estos momentos con una intenci¨®n de voto del 18% de la poblaci¨®n, de acuerdo con la ¨²ltima encuesta Gallup.
Para dar una ¨²ltima impresi¨®n de las expectativas de los liberales, baste decir que el actual primer ministro, John Turner, aparece tercero en el ¨²ltimo sondeo de op¨ªni¨®n realizado el pasado martes en su circunscripci¨®n de Vancouver-Quadra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.