Helsinki y Sajarov
The New York Times
No es por casualidad, utilizando una expresi¨®n coloquial, que las cintas de v¨ªdeo hayan llegado a Occidente con la intenci¨®n de mostrar claramente que Andrei Sajarov y su esposa, Elena Bonner, gozan de buena salud. Los dirigentes sovi¨¦ticos aparentan indiferencia hacia las protestas contra los malos tratos dados a la pareja, pero no es m¨¢s que apariencia. Solamente la m¨¢s grave inquietud les ha movido a distribuir estas pel¨ªculas en Occidente, seg¨²n se cree, a trav¨¦s de Victor Louis, el agente sovi¨¦tico que frecuentemente act¨²a como intermediario no oficial para el KGB.Esto es tan imposible como que la Uni¨®n Sovi¨¦tica vaya a admitir la preocupaci¨®n mundial sobre los Sajarov. Parte de la filmaci¨®n fue rodada en julio, sin conocimiento de ello por parte del premio Nobel ni de su esposa enferma. Las cintas pueden muy bien tratar de suavizar las informaciones de que Elena Bonner fue recientemene acusada de "calumnias" al Estado y condenada a cinco a?os de confinamiento interior.
En cualquier caso, esta reacci¨®n sovi¨¦tica es motivo suficiente para continuar el movimiento en torno a los Sajarov y los miles de disidentes que se pudren en c¨¢rceles y hospitales mentales y a quienes s¨®lo se les imputa el pensar libremente.( ... )
Los acuerdos de Helsinki ha cen que no tenga sentido la pretensi¨®n sovi¨¦tica de que. negar a los Sajarov un exilio digno sea una cuesti¨®n meramente interna. La esencia del pacto de Helsinki supon¨ªa que Occidente reconocer¨ªa las fronteras de posguerra en Europa a cambio del compromiso de las naciones comunistas de permitir una m¨¢s libre circulaci¨®n de personas e ideas. Desde mayo, Andrei Sajarov ha estado poniendo en peligro su vida como protesta por la negativa de Mosc¨² a que su esposa se someta a tratamiento m¨¦dico en el extranjero. La sospechosa respuesta sovi¨¦tica con cintas de v¨ªdeo no excusa en absoluto esta gran crueldad. (...)
, 30 de agosto
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