Convocada para hoy una huelga general en Argentina para reivindicar subidas salariales
En un clima de creciente tensi¨®n pol¨ªtica se celebrar¨¢ hoy en Buenos Aires la huelga general convocada por la poderosa Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), de tendencia peronista, para reivindicar mayores subidas salarales. El Gobierno intent¨®, por todos los medios de comunicaci¨®n del Estado, descalificar la medida y evitar que se cumpla. Los informativos de la radio y televisi¨®n repitieron durante todo el fin de semana las declaraciones del ministro de Trabajo, Juan Manuel Casella, en las que calific¨® la medida como una "agresi¨®n a la democracia". Uno de los locutores m¨¢s conocidos de la televisi¨®n, militante peronista, denunci¨® p¨²blicamente la manipulaci¨®n de una encuesta realizada en las calles de Buenos Aires y en la que se pretend¨ªa demostrar que la mayor¨ªa de los trabajadores no estaban de acuerdo con el paro.Por su parte la CGT dio a conocer dos documentos en los que renov¨® sus cr¨ªticas al Gobierno, al que acusa de "echar las culpas al movimiento obrero como hicieron hasta hoy todos los representantes del inter¨¦s nacional" y de continuar con la pol¨ªtica econ¨®mica de la dictadura "sometida a las directrices del Fondo Monetario Internacional". Los l¨ªderes sindicales reclamaron un espacio similar en los medios de comunicaci¨®n para explicar las razones del paro.
Enfrentamiento pol¨ªtico
La huelga fue apoyada por todas las delegaciones regionales y los sindicatos de rama m¨¢s importantes del pa¨ªs. El pronunciamiento favorable de las organizaciones de ferroviarios y transportistas hace prever que la convocatoria ser¨¢ ampliamente secundada.La intensa propaganda oficial y la reacci¨®n de los l¨ªderes sindicales han confundido a la opini¨®n p¨²blica argentina. Motivada por reclamaciones salariales y modificaciones profundas en el plan econ¨®mico, la huelga convocada por el sindicato peronista, que se celebra a 10 meses de asumir el poder el Gobierno radical de Ra¨²l Alfons¨ªn, es en realidad la expresi¨®n de un enfrentamiento que ambos partidos han tratado de ocultar bajo cont¨ªnuas convocatorias a la "unidad nacional". La central sindical, que ocup¨® los espacios vac¨ªos de poder dentro del peronismo y le sostuvo en la resistencia a la dictadura, fue cuestionada por sus ambiciones pol¨ªticas. El Gobierno radical arremeti¨® al comienzo de su gesti¨®n contra esa "burocracia sindical", acusada por Alfons¨ªn de pactar con los militares. La derrota en el Senado del proyecto de Ley de Reordenamiento Sindical oblig¨® a las partes a reconocer que deb¨ªan negociar.
El "acuerdo hist¨®rico" propuesto por el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn al peronismo cont¨®, en principio, con la colaboraci¨®n formal de las autoridades. La ex presidente Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez, viuda de Per¨®n, regres¨® a Buenos Aires desde su residencia en Madrid y se encarg¨® personalmente de reclamar a los dirigentes sindicales y pol¨ªticos del peronismo que apoyaran al Gobierno. La buena voluntad se traslad¨® luego a un documento llamado Acta de Coincidencias, que fue firmado hace tres meses por los dos grandes partidos y algunos menores.
Problemas econ¨®micos
El fracaso del plan econ¨®mico, sometido a la presi¨®n cada d¨ªa mayor del Fondo Monetario Internacional, hizo estallar el fr¨¢gil acuerdo. Por un lado los dirigentes sindicales se vieron desbordados por sus propias bases obreras. En el ¨²ltimo mes dos millones de trabajadores se mantuvieron en conflicto permanente con las empresas. La demoledora tasa de inflaci¨®n que supera el 30% mensual, aunque las cifras oficiales sean menores, refleja la gravedad de la crisis. Las inminentes elecciones internas en los sindicatos obligaron a los dirigentes sindicales a encabezar la protesta.
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