?selo con prudencia
La amplia publicidad con que Gremlins se presenta en Espa?a, con reportajes de Prensa y especiales de televisi¨®n, da ya por sabido que Gremlin es el extra?o animal capaz de reproducirse a velocidades insospechadas, aumentando su capacidad de, destrucci¨®n en tan r¨¢pido metabolismo. El primero de ellos, inocente y pac¨ªfico, debe ser cuidado seg¨²n determinadas condiciones, para evitar que ampl¨ªe su n¨²mero. Como es de prever, tales cuidados se olvidan y el animalito da pie a otros cong¨¦neres, cada vez m¨¢s perversos, que invaden la ciudad matando y destrozando.El joven h¨¦roe responsable de la vida del primer gremlin ser¨¢ inevitablemente el encargado de detener la invasi¨®n.
La novedad de este filme respecto al t¨®pico dram¨¢tico que utiliza es la del manejo de esos mu?ecos, algunos divertidos aisladamente y todos en la secuencia en que, con groseros modales, contemplan una proyecci¨®n de Blancanieves y los siete enanitos. La experiencia de Hollywood en la fabricaci¨®n de estos seres es m¨¢s que suficiente para transformarlos en protagonistas, veros¨ªmiles dentro de la ficci¨®n.
Gremlins
Director: Joe Dante. Gui¨®n: Chris Columbus. M¨²sica: Jerry Goldsmith. Int¨¦rpretes: Zach Calligan, Phoebe Cates, Hoyt Axton, Polly Holliday, Frances Lee McCain. Aventuras. Norteamericana 1984. Palacio de la M¨²sica, Cid Campeador, Novedades y Cartago.
El resto de la pel¨ªcula, en cambio, con su morosa primera parte, es m¨¢s torpe. A nada conduce, por ejemplo, que una se?ora hist¨®rica odie al perro del protagonista ni que la muchacha de quien ¨¦ste se enamora explique de sopet¨®n que su padre muri¨® hace a?os en un accidente familiar. No interesa tampoco que la pel¨ªcula concluya con un mensaje similar a aquellos que tantos odios despertaban en el cine europeo de los a?os cincuenta y sesenta: el hombre no est¨¢ preparado para disfrutar de los bienes de la tierra porque su desequilibrado uso puede acarrear enormes tragedias. Ecolog¨ªa de urgencia.
Si el espect¨¢culo de los mu?ecos es espl¨¦ndido, aunque breve para compensar la publicidad, queda disminuido en buena parte por la d¨¦bil banda sonora de la versi¨®n espa?ola, que s¨®lo adquiere brillantez cuando no intervienen dobladores.
Goldsmith, a pesar de su admirable trayectoria como m¨²sico, ha resuelto numerosas secuencias, especialmente las primeras, con algo que parece conexi¨®n con el hilo musical.
Todo ello da la impresi¨®n de que Joe Dante, el director, no ha contado con los medios econ¨®micos usuales de las producciones que dirige Steven Spielberg, en este caso s¨®lo productor.
Salvo en la construcci¨®n de los artefactos que dan vida a los animales, el resto de la pel¨ªcula parece, en este sentido, m¨¢s producto de una cooperativa que de la superproducci¨®n que se esperaba.
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