Alicia Moreau de Justo
Ha dedicado sus casi cien a?os de vida al socialismo en Argentina
S¨®lo una sociedad can¨ªbal como la argentina pod¨ªa haber procedido as¨ª con ella. Durante a?os, los ¨²ltimos 20, no se la tuvo en cuenta siquiera para recoger su testimonio sobre los acontecimientos del siglo de los que fue protagonista. Una vez consumida toda otra referencia estable y digna que permitiera al menos, reconocer una identidad elemental, se la fue a buscar, al desv¨¢n de la historia. Y el trasto a¨²n estaba all¨ª, sereno y sonriente, con la d¨¦bil voz atronando las conciencias en plena noche militar. "No s¨¦ si las elecciones garantizar¨¢n un camino hacia la liberaci¨®n. Pero, de cualquier modo, las prefiero al fusil".A los 29 a?os se cas¨® con el m¨¦dico Juan Bautista Justo, fundador del Partido Socialista. Con ¨¦l tuvo tres hijos, uno tambi¨¦n m¨¦dico -Juan Roberto-, otro escritor y traductor -Luis Nicol¨¢s- y una ni?a, Alicia, que es ahora una prestigiosa abogada y periodista. La formidable tarea, recuerdan ellos, no impidi¨® que su madre continuara en la medicina y la pol¨ªtica, ni que abandonara su responsabilidad en la atenci¨®n de sus hijos. Por el contrario, la doctora Moreau de Justo reuni¨® la experiencia conjunta en una serie de libros, entre los que se reconoce en particular su ensayo sobre La mujer en la democracia y Definici¨®n del socialismo seg¨²n Juan Bautista Justo, donde resumi¨® el pensamiento central de su marido cuando ¨¦ste muri¨®, pocos a?os despu¨¦s de casados. La prematura viudez tampoco la desalent¨®. En 1930 ingres¨® en la direcci¨®n del partido, y su criterio y decisi¨®n renovaron el impulso socialista.
La evoluci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs, sacudido por la, estremecedora irrupci¨®n del peronismo -que arrebat¨® las banderas y proyectos del socialismo-, le afect¨® profundamente, pero no le hizo desertar de la lucha. A la ca¨ªda de Per¨®n, en 1955, integr¨® la Junta Consultiva creada por los militares que encabezaron el golpe de Estado. Entre 1958 y 1962 dirigi¨® La Vanguardia, el peri¨®dico del partido. Se opuso a las sucesivas divisiones que sufri¨® el socialismo, y en 1974 organiz¨® un movimiento que todav¨ªa preside, la Confederaci¨®n Socialista y en el que espera reunir nuevamente a los cinco partidos llamados socialistas que surgieron del tronco original.
La sociedad entera volvi¨® su cabeza hacia ella en medio de la dictadura y la guerra de las Malvinas, y en menos de dos a?os le hicieron m¨¢s reportajes y entrevistas que en toda su vida. No aprovech¨® la oportunidad para quejarse, s¨®lo para hablar de libertad, democracia, educaci¨®n, salud y paz, todo ello con una sabidur¨ªa que despert¨® otras inteligencias dormidas. Este a?o, en lo que podr¨ªa considerarse como una reconciliaci¨®n hist¨®rica, la poderosa Confederaci¨®n General de Trabajadores (CGT), de orientaci¨®n peronista, reserv¨® un lugar especial: el palco de oradores en su acto principal. La multitud reunida en el estadio de f¨²tbol le brind¨® una de las ovaciones m¨¢s emocionantes que se recuerdan en este pa¨ªs.
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