Esa cultura id¨®nea
Ahora, para redondear la aguda confusi¨®n laboral, irrumpe la ira de los que no han alcanzado el extra?o privilegio de la idoneidad universitaria. Se puede hacer una escabechina de penenes con el ut¨®pico deseo de limitar la imparable tendencia natural del espa?ol a transformarse en funcionario eterno -el ansia funcionarial, a fin de cuentas, es la versi¨®n administrativa del viejo sue?o humano de lograr la eternidad en la tierra-, pero es una verdadera provocaci¨®n colocar-a los frustrados aspirantes,a numerario el ignominioso sambenito de no id¨®neos, como si fueran unos apestados culturales.Y todo este foll¨®n porque esos 3.000 penenes de firme vocaci¨®n numeraria han evidenciado ante los tribunales poca pericia en ese curioso arte de la tesina, la erudici¨®n funeraria, la obligatoria cita a pie de p¨¢gina, el pl¨²mbeo comentario de texto, la absurda bibliografia exhaustiva y dem¨¢s polvorientas manifestaciones de ese terror¨ªfico discurso acad¨¦mico de segunda mano que aqu¨ª todav¨ªa pasa por ser el colmo de la alta cultura.
Es como si a las v¨ªctimas de la reconversi¨®n, a la tropa de jubilados forzosos, a los irreciclables del terciario o a los excedentes del carb¨®n y del acero, adem¨¢s de ser expulsados del para¨ªso laboral sin demasiadas contemplaciones y sin ofrecerles el modelo posindustrial de recambio, se les llamara ineptos, nulos, torpes o cosas peores.
No discuto la justicia distributiva de los tribunales de esas pol¨¦micas pruebas de idoneidad universitaria; ni siquiera la urgencia de limitar radicalmente el n¨²mero de funcionarios nacionales para lograr una sociedad un poco m¨¢s civil. Discuto el concepto de idoneidad acad¨¦mica tal y como por aqu¨ª se vive, se pronuncia y se examina.
Lo bochornoso es que el monopolio de la idoneidad acad¨¦mica lo siga ostentando esa cultura de segunda mano, escandalosamente desconectada del mundo exterior, redundante y claustrof¨ªlica, sometida a las leyes de la l¨®gica funcionarial y cuyo gran modelo discursivo es la tesina que se muerde la cola.
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