Un mundo discretamente feliz

Lola Anglada es la ¨²ltima representante de una generaci¨®n de grandes ilustradores y dibujantes catalanes: Junceda, D'lvori, Apa, Obiols, Nogu¨¦s, etc¨¦tera. Nacida en Barcelona en 1892, sigui¨® algunos cursos en la Escola de Llotja. En el dibujo fue disc¨ªpula de Llaveries, notable dibujante, especializado sobre todo en el mundo animal. Como muchos artistas de la ¨¦poca pas¨® alguna temporada en Par¨ªs, pero pronto se reincorpor¨® a su ciudad natal, donde empez¨® su verdadera actividad como ilustradora y narradora infantil. Se dio a concer en 1920 con un primer libro: Contes del Parad¨ªs (Cuentos del Para¨ªso). Colabor¨® pronto en algunas de las principales revistas infantiles de la ¨¦poca, como Virolet y Jordi. Para los ni?os -y sobre todo las ni?as- de aquellos a?os, Lola Anglada fue un nombre que pronto se aprendi¨® a conocer y apreciar. Su estilo realista, imaginativo y preciosista a la vez, fue r¨¢pidamente aceptado.En 1928 publica En Peret y el a?o siguiente Margarida. Son libros esmeradamente realizados en todos aquellos aspectos que pueden hacer del libro un bello objeto: la compaginaci¨®n, la tipograf¨ªa, el papel, la relaci¨®n entre texto e ilustraci¨®n, siempre jugando con el negro y una tinta que va alternando de una p¨¢gina a otra. Todo ello da un car¨¢cter muy particular y personal. a sus libros. En ellos, en los textos, obra de la misma Lola Anglada, se va configurando toda una peque?a. mitolog¨ªa humilde, con un sabor popular idealizado muy de acuerdo con ciertos aspectos del esp¨ªritu. noucentista, culturalista y popular al mismo tiempo. Vale la pena destacar que Lola Anglada, con su inter¨¦s por el mundo infantil, coincide con el valor que muchos de los intelectuales de la ¨¦poca dan al libro para los ni?os. Citemos como ejemplo las narraciones infantiles; Sis joans (Seis juanes) y Les aventures Xen Perot Marrasqu¨ª (Las aventuras de Perot Marrasqu¨ª), de Carles Riba, y las traducciones de Josep Carner, especialmente Al¨ªcia en terra de meravelles (Al¨ªcia en tierra de maravillas) ilustrado magn¨ªficamente por Anglada.

El lado popular de la obra de Lola Anglada y su esp¨ªritu democr¨¢tico la llevaron a la creaci¨®n de un simp¨¢tico personaje durante la guerra: El m¨¦s petit de tots, editado el libro el a?o 1937 por el Comissariat de Propaganda de la Generalitat. El personaje se hizo realmente emblem¨¢tico, llegando a constituir una especie de mascota del ej¨¦rcito popular en Catalu?a. Despu¨¦s de la guerra, como tantas cosas que encarnaban un sentimiento catal¨¢n y liberal, la obra de Lola Anglada sufri¨® unos a?os de eclipse. M¨¢s tarde pudieron reeditarse sus libros, pero su ¨¦poca ya hab¨ªa pasado. Desde entonces han sido admiradas con un cierto sabor nost¨¢lgico. Lola Anglada tuvo, aparte su actividad creativa, una conocida afici¨®n: la adquisici¨®n de mu?ecas.

Con Lola Anglada desaparece uno de los personajes que encarnan de una manera m¨¢s clara y entra?able un cierto matiz de la cultura catalana que tuvo el m¨¢ximo florecimiento en las primeras d¨¦cadas de este siglo. Desaparece con ella un delicado mundo infantil, imaginativo y sensato, tierno y refinado, un poco sentimental, un poco triste. Imagen de una ¨¦poca, de un mundo discretamente feliz ya indefectiblemente pasado.