El caso del pesquero

Soy permanente lector de ese peri¨®dico porque, en generatl, me produce una satisfacci¨®n moral su l¨ªnea ideol¨®gica. Pero en esta ocasi¨®n estoy en absoluto desacuerdo con el editorial del 7 de septiembre El extra?o caso del pesquero. Me parece muy deficiente t¨¦cnicamente: no me parecen ni medianamente s¨®lidos ni su construcci¨®n dial¨¦ctica ni su estilo formal. Y para colmo, su postura ideol¨®gica se me antoja toscamente demagog¨ªca y me suena a exabrupto reaccionario el estrambote "...y lo que tiene que hacer el Gobierno es resolverlo...", pero sin apuntar siquiera una leve orientaci¨®n. Pues qu¨¦ intenta el Gobierno sino resolver el caso. No s¨¦ si ser¨¢ atinada la soluci¨®n que pretende, ni siquiera s¨¦ si es justa, pero lo que es evidente es que persigue una efectiva soluci¨®n, de acuerdo con los planteamientos que, sin duda, han debido hacer las autoridades marroqu¨ªes, y de acuerdo tambi¨¦n con las coordenadas de las actuales relaciones, siempre dificiles, entre los dos pa¨ªses. ?A qu¨¦ viene citar una ley sobre extradici¨®n del a?o 1958 nada menos? No se sabe si el editorialista aconseja resolver el asunto con resortes diplom¨¢ticos o con soportes jur¨ªdicos. Que se sepa, el Gobierno no est¨¢ intentando entregar por v¨ªa de extradici¨®n ni al barco ni al patr¨®n ni a su tripulaci¨®n. Trata de persuadir a aqu¨¦llos para que se presenten a las autoridades del pa¨ªs vecino, para solventar una cuesti¨®n te?ida de dignidad nacional extranjera.Nadie ha negado que el pesquero no estuviese en aguas jurisdic-

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cionales marroqu¨ªes, ni tampoco que no hayan sido aprehendidos o secuestrados dos de sus militares guardacostas. ?Qu¨¦ pretende el editorial al minimizar el asunto calific¨¢ndolo de "mera infracci¨®n administrativa"? ?No advierte que en este caso sobre todo se ha producido un ataque al honor de la milicia marroqu¨ª? Honor al que nuestro pa¨ªs es tambi¨¦n tan sensible... No es cuesti¨®n balad¨ª; ni las infracciones de derecho internacional p¨²blico, ni las invasiones tanto de espacio a¨¦reo como mar¨ªtimo son tenidas generalmente por temas folkl¨®rico- administrativos precisamente. M¨¢s bien suelen revestir tintes por lo menos dram¨¢ticos. V¨¦ase el asunto del avi¨®n coreano.

A m¨ª, pens¨¢ndolo bien, me parece una f¨®rmula civilizada, diestra y valiente la entrega del buque. Estoy seguro de que no habr¨¢ represalias por parte de las autoridades marroqu¨ªes si se entregan; s¨ª, en cambio, si no lo hacen, contra otros pesqueros.

Otras actividades, pienso, pasan por el riesgo de que se nos acuse una vez m¨¢s, v¨ªa comunitaria, de que seguimos sin madurar para entrar en la CEE, o de que se nos vuelva a ametrallar la pr¨®xima vez sin m¨¢s contemplaciones.

Puede que lo que hubiera debido hacerse en su d¨ªa es oponerse en¨¦rgica y hasta violentamente al reparto o el trazado de las l¨ªneas de aguas jurisdiccionales. Lo que ocurre es que nos pasamos la vida cogiendo el r¨¢bano por las hojas..., que es lo que a mi juicio ha hecho en esta ocasi¨®n su desafortunado editorial- Abogado.