El Gobierno boliviano, convencido de la existencia de un plan desestabilizador
La PazConvencido de que existe un plan de desestabilizaci¨®n de la democracia boliviana, el Gobierno del presidente Hern¨¢n Siles se encuentra en estado de emergencia, pese a que las fuerzas armadas reiteraron su pleno respaldo al r¨¦gimen legalmente constituido, en momentos en que arrecian los rumores de golpes.
La denuncia de un intento golpista -que iba a estallar el anterior fin de semana- y los persistentes rumores de un probable golpe de Estado, preparado por militares que han sido. desplazados de sus puestos, y apoyado por "fuerzs regresivas" -seg¨²n denuncias oficiales-, han creado un clima de incertidumbre en la poblaci¨®n boliviana.
Portavoces gubernamentales dijeron que el Gobierno se encuentra en estado de emergencia como consecuencia de la "dif¨ªcil situaci¨®n" en que vive el pa¨ªs estos d¨ªas, a ra¨ªz del caos sindical, las cada vez m¨¢s exigentes y desesperadas demandas de mejoras salariales y el permanente cuestionamiento al Gobierno por parte de parlamentarios y sectores de la empresa privada.
El comandante en jefe de las fuerzas armadas, general Alfredo Villarroel, reiter¨® su pleno respaldo al proceso democr¨¢tico y al Gobierno constituido a tiempo que rechaz¨® supuestas vinculaciones con movimientos subversivos. "No estamos en esos trajines", dijo al se?alar que los militares est¨¢n ahora dedicados a sus especificas funciones y desarrollan su trabajo "con toda normalidad".
Las mismas fuentes se?alaron que las fuerzas armadas, anteriormente promotoras de golpes de Estado, se constituyen ahora "en la ¨²nica garant¨ªa del r¨¦gimen constitucional". Altos jefes militares dijeron a este peri¨®dico que, ante el clima de inquietud que se observa, se han "tomado medidas de precauci¨®n", pero no se ha decretado el acuartelamiento.
En los ¨²ltimos d¨ªas circularon panfletos clandestinos que instan a los militares a levantarse en armas "antes de que sea tarde" en defensa contra la arremetida cornunista". Las autoridades atribuyeron estos panfletos a la acci¨®n desestabilizadora tanto de aquellos ex militares, desplazados a causa de sus v¨ªnculos con el tr¨¢fico de drogas y su participaci¨®n en el secuestro presidencial, el 30 de junio, como de la mafia de la droga, que ha sufrido duros golpes en las ¨²ltimas semanas.
El Gobierno del presidente Siles se ha visto enfrentado al Parlamento, que tiene mayor¨ªa opositora, y a la empresa privada, que exige garant¨ªas a su derecho a la propiedad y a la vida, as¨ª como a la Central Obrera Boliviana, a causa principalmente del incumplimiento de convenios suscritos con los trabajadores.
Por otra parte, a sus 70 a?os, Juan Lech¨ªn continuar¨¢ a la cabeza de la Central Obrera Boliviana por otros cuatro a?os (lleva ya 32 a?os), tras ser reelegido secretario ejecutivo de ese organismo al t¨¦rmino del sexto congreso.
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