Washington conf¨ªa en que los encuentros con Gromiko sirvan para reanudar las negociaciones sobre desarme
El optimismo sobre un pr¨®ximo deshielo en las relaciones Este-Oeste era ayer palpable en la Administraci¨®n norteamericana, de la que portavoces tan cualificados como el secretario de Estado, George Shultz, o el consejero de seguridad nacional de Ronald Reagan, Robert McFarlane, hablan de "mensajes positivos" y de una pr¨®xima reanudaci¨®n de las negociaciones sobre desarme nuclear. La relaci¨®n de los optimistas ante el inmediato futuro se increment¨® con el ministro de Defensa de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Manfred Woerner, quien espera "verdaderos progresos" en las relaciones Este-Oeste.
Shultz asegura que tanto ¨¦l como el presidente Reagan piensan ofrecer al ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, un "mensaje muy positivo" durante las entrevistas que el jefe de la diplomacia de Mosc¨² va a celebrar con los dirigentes norteamericanos.El secretario de Estado est¨¢ seguro de que su conversaci¨®n con Gromiko, el d¨ªa 26, ser¨¢ muy fruct¨ªfera y que en ella se abordar¨¢n numerosas cuestiones.
Reagan, por su parte, intentar¨¢ deshacer ante Gromiko, el d¨ªa 28, los temores sovi¨¦ticos a EE UU y pretender¨¢ que su hu¨¦sped en la Casa Blanca se convenza de que desde la presidencia norteamericana no se amenaza a la URSS.
"Creo que el presidente ans¨ªa decir a alguien del Politbur¨® cu¨¢l es su actitud y la de Estados Unidos ante los sovi¨¦ticos", dice Shultz. "No es amenazante. Queremos unas relaciones m¨¢s constructivas de las que hemos tenido hasta ahora". La Administraci¨®n Reagan, no obstante, est¨¢ segura de su pol¨ªtica y no piensa cambiarla, seg¨²n Shultz.
Para preparar su encuentro con el dirigente sovi¨¦tico, Reagan piensa reunirse el s¨¢bado con un grupo de especialistas en a URSS no gubernamentales; al l¨ªa siguiente viajar¨¢ a Nueva York, donde es posible que coincida con Gromiko en una recepci¨®n de honor a los jefes de delegaci¨®n que asisten a la Asamblea General de la ONU, y el lunes intervendr¨¢ ante este foro.
Robert McFarlane, consejero le seguridad nacional de Reagan, ha vuelto a repetir que espera una pr¨®xima reanudaci¨®n de as negociaciones sovi¨¦tico-noreamericanas, aunque en esta ocasi¨®n ha se?alado un plazo. Soy optimista. La celebraci¨®n le las elecciones en Estados Unidos y el propio inter¨¦s de la URSS llevar¨¢n a sovi¨¦ticos y norteamericanos a una discusi¨®n ser¨ªa inmediatamente despu¨¦s de primeros de a?o no s¨®lo sobre cuestiones de desarme, sino sobre sus diferencias regionales y bilaterales", dijo McFarlane en la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad John Hopkins. Si Reagan es reelegido, "no me cabe la menor duda de que su preocupaci¨®n en los pr¨®ximos cuatro a?os ser¨¢ llegar a una reducci¨®n seria de las armas nucleares de Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica", se?ala McFarlane.
La rigidez con la URSS por parte de la Administraci¨®n republicana fue ayer criticada nuevamente por la candidata dem¨®crata a la vicepresidencia, Geraldine Ferraro, para quien un verdadero l¨ªder debiera haber negociado sobre armamentos con la URSS. "Me pone casi fren¨¦tica ver que la gente piensa que Reagan es un l¨ªder y que es un hombre de verdad", dice Ferraro.
"Cuando se trata del control armamentista, un l¨ªder no debe s¨®lo poner firmes a los sovi¨¦ticos, sino sentarse con ellos y negociar un acuerdo".
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