Thatcher sigue sin arrepentirse de haber hundido el 'General Belgrano'

La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, admiti¨® ayer por primera vez que los ministros de su Gabinete no fueron advertidos de que el crucero argentino General Belgrano hab¨ªa cambiado su rumbo y se encontraba fuera de la zona de exclusi¨®n en torno a las islas Malvinas. Sin embargo, Thatcher estima que el rumbo del buque argentino era "irrelevante" porque en cualquier caso constitu¨ªa una amenaza para la Task Force. "Hab¨ªa que atacar al Belgrano y no me arrepiento de que fuera hundido", explic¨®. El l¨ªder de la opos¨ªci¨®n, Neil Kinnock, ha calificado de "extraordinaria" la confesi¨®n de la primera ministra.Margaret Thatcher ha rebatido las acusaciones contra ella y su Gabinete en dos cartas dirigidas a Kinnock y al diputado escoc¨¦s George Foulkes. En la segunda incluye un anexo con detalles sobre la jornada del 2 de mayo de 1982, en que el General Belgrano fue hundido y 368 soldados perecieron quemados o ahogados.

Seg¨²n su relato de los hechos, el gabinete de guerra aprob¨® el 30 de abril de aquel a?o atacar al portaaviones argentino Veinticinco de Mayo, sin que el ministro de Asuntos Exteriores, Francis Pyrn, ni el fiscal del Reino se opusieran. Al parecer, s¨®lo Pyrri advirti¨® que ser¨ªa preferible comunicar antes al Gobierno de Buenos Aires que Londres consideraba enemigos a todos los barcos argentinos que se encontraran fuera de sus propias aguas jurisdiccionales y no s¨®lo a los que penetraran en la zona de exclusi¨®n.

El Veinticinco de Mayo consigui¨® eludir la persecuci¨®n de los submarinos brit¨¢nicos, pero el Conqueror comunic¨® el 1 de mayo que hab¨ªa localizado en su lugar al crucero General Belgrano.

Al d¨ªa siguiente, a las 13.30, hora de Londres, el almirantazgo orden¨® al Conqueror que atacara, pero la orden no lleg¨® al submarino hasta las tres de la tarde. A las 15.40 horas, el Conquerer comunic¨® que el General Belgrano hab¨ªa cambiado de rumbo, noticia que fue transmitida al Ministerio de Defensa, pero no a los miembros del gabinete, "porque la posici¨®n concreta y el rumbo del buque eran en aquel momento irrelevantes, ya que pod¨ªa cambiar de nuevo su direcci¨®n y convertirse en una amenaza para la flota brit¨¢nica". El Belgrano fue hundido a las ocho de la tarde de aquel d¨ªa.