Ronald Reagan propondr¨¢ en la ONU reuniones peri¨®dicas a alto nivel entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica

El presidente estadounidense, Ronald Reagan, propondr¨¢ ma?ana ante la 391 Asamblea General de las Naciones Unidas la celebraci¨®n de una serie de reuniones peri¨®dicas a alto nivel entre sovi¨¦ticos y norteamericanos, a fin de discutir el conjunto de las relaciones bilaterales entre EE UU y la URSS. El discurso de inauguraci¨®n de Reagan ante los 159 delegados de los pa¨ªses de la ONU marcar¨¢ el tono de las ofertas que el presidente norteamericano repetir¨¢ al ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, durante la entrevista que ambos mantendr¨¢n el pr¨®ximo viernes en Washington.

Es evidente que, a poco m¨¢s de un mes de las elecciones presidenciales estadounidenses -el pr¨®ximo 6 de noviembre-, Ronald Reagan desea hacer una pausa en sus tradicionales ataques verbales contra la URSS. Hoy el clima gira hacia la distensi¨®n entre Washington y Mosc¨². Reagan quiere tranquilizar a los ciudadanos norteamericanos, temerosos de que una radicalizaci¨®n de las diferencias entre EE UU y la URSS puedan conducir a un enfrentamiento nuclear. Con sus ofertas de di¨¢logo y propuestas espec¨ªficas para reuniones regulares entre altos funcionarios, el presidente Reagan intentar¨¢ desmontar tambi¨¦n parte de la estrategia electoral de su adversario dem¨®crata a la Casa Blanca, el candidato Walter Mondale, que ha venido sugiriendo la necesidad de tales contactos ministeriales entre sovi¨¦ticos y norteamericanos a fin de reducir las tensiones bilaterales. Previo a la reuni¨®n Reagan Grorniko, el pr¨®ximo d¨ªa 28 en la Casa Balnea, el ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores mantendr¨¢ conversaciones con su hom¨®logo estadounidense, el secretario de Estado George Shultz, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Nueva York.Ronald Reagan viaja hoy a la ciudad de Nueva York, donde se espera celebre un primer contacto protocolario con Andrei Groniko y otros altos dignatarios internacionales en el marco de una -recepci¨®n diplom¨¢tica que Reagan ofrecer¨¢ en los salones del -¨¦lebre hotel Waldorf Astoria a os principales delegados que participan en la Asamblea General de la ONU. El nuevo giro hacia el deshielo en las relaciones URSS-EE UU deber¨ªa culminar con la celebraci¨®n de una reuni¨®n en la cumbre entre Ronald Reagan y el m¨¢xino dirigente sovi¨¦tico, Konstan¨ªn Chernenko, aunque es improbable que la misma llegue a prolucirse antes de las elecciones residenciales norteamericanas, en las que, seg¨²n las encuestas, se prev¨¦ la victoria del actual presidente.

Esquemas m¨¢s flexibles

De cara a ese posible segundo mandato de Ronald Reagan, la Administraci¨®n republicana parece inclinarse hacia esquemas m¨¢s flexibles en las relaciones con la URSS, en contraste con las r¨ªgidas posturas mantenidas durante el primer mandato del equipo Reagan-Bush, durante el cual Estados Unidos ha logrado reforzar su potencial militar, instalar nuevos misiles de alcance medio en Europa occidental y demostrar con hechos -la invasi¨®n de la isla caribe?a de Granada y las acciones de la CIA contra Nicaragua- que su doctrina de intervenci¨®n en Centroam¨¦rica va m¨¢s all¨¢ de la simple ret¨®rica pol¨ªtica. Con la propuesta de Reagan le establecer contactos peri¨®dicos entre la Casa Blanca y el Kremlim, EE UU quiere superar el punto muerto en que se situaron las relaciones Este-Oeste tras la interrupci¨®n, en diciciembre de 1983, de las negociaciones de Ginebra sobre reducci¨®n y control de armas nucleares. Mosc¨² mantiene su postura de que una reanudaci¨®n de tales conversaciones pasa por la retirada de los nuevos misiles Pershing 2 y de crucero instalados por EE UU en cinco pa¨ªses de Europa occidental como r¨¦plica a los misiles sovi¨¦ticos SS-20. Sin embargo, la eventutalidad de tener que convivir por otros cuatro a?os con la Administraci¨®n Reagan puede cambiar los esquemas de Mosc¨². Estados Unidos y la URSS podr¨ªan, por el momento, dejar a un lado la realidad insuperable de la presencia de nuevos misiles en Europa y negociar sobre otros temas de las relaciones bilaterales, tanto en materia de armamentos como de relaciones comerciales. La Administraci¨®n Reagan podr¨ªa sugerir a los sovi¨¦ticos conversaciones exploratorias en sectores como el de las futuras armas espaciales, los superbombarderos y los armamentos antisat¨¦lites.

El intento de distensi¨®n coincide con un calendario preelectoral en EE UU y con una inc¨®gnita de poder en Mosc¨², debido a los rumores sobre la precaria salud de Chernenko. En definitiva, Reagan se presentar¨¢ menos belicoso en su discurso de ma?ana ante la asamblea de la ONU, en contraste con el dircurso pronunciado hace un a?o ante el mismo foro. Por aquel entonces las relaciones bilaterales EEUU-URSS se encontraban a su m¨¢s bajo nivel, debido a la crisis originada por el derribo por cazas sovi¨¦ticos del avi¨®n surcoreano que cost¨® la vida a 269 personas.