Els Joglars

Mucha gente critica al grupo Els Joglars por su obra de teatro Teled¨¦um; la consideran irreverente, burda, blasfema, etc¨¦tera. Quisiera hacer constar que el que escribe estuvo siete a?os semiencarcelado en el colegio de Nuestra Se?ora de la Misericordia, y tengo que decir, para aquellos que critican tan arduamente a tal grupo teatral, que en el teatro todo es ficci¨®n. Viene esto a cuento ya que algunos sumamente cristianos se dan por aludidos; pues bien, en la mala infancia que me toc¨® pasar, m¨¢s bien sufrir, era corriente el tenernos a los que. all¨ª est¨¢bamos durante dos o tres horas de cara a la pared o tambi¨¦n estar de rodillas de 10 a 12 de la noche -de rodillas- por hablar en fila, formada al estilo militar, con lo que esto supone de humillaci¨®n.Los que all¨ª est¨¢bamos, dejados de la mano de Dios y del diablo, ten¨ªamos de siete a 14 a?os y ¨¦ramos m¨¢s de 400; esto suced¨ªa en la d¨¦cada de los cincuenta, cuando la represi¨®n estaba a la orden del d¨ªa. Recuerdo que cada s¨¢bado ten¨ªamos que confesamos -cada cura ten¨ªa a su cargo a unos 40 ni?os-; ocurri¨® que en una ocasi¨®n unos veintitantos de un grupo de 40 no fueron a confesarse. Entonces, el cura encargado de tales ni?os les dio una bofetada a cada uno. En otra ocasi¨®n un cura fue expulsado del colegio por hacer que un ni?o le masturbara, pero el inocente tambi¨¦n fue expulsado, lo que fue una suerte para ¨¦l, pues sali¨® de aquel infierno. Cada cura ten¨ªa su favorito o enchufado, con lo que uno puede imaginar lo que quiera. Otra vez, un ni?o de 12 o 13 a?os que estaba m¨¢s crecido que los otros hizo adem¨¢n de defenderse

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ante las constantes bofetadas que recib¨ªa de un cura de veintitantos a?os, con lo que ¨¦ste pas¨® de las bofetadas a los pu?etazos, llenando de sangre la boca de mi compa?ero.As¨ª, me indigna que personas cat¨®licas y cristianas se escandalicen ante una obra de teatro. ?Qu¨¦ dir¨ªan si ellas o un sobrino suyo o un allegado hubiera pasado por aquel lugar? Seguramente su esp¨ªritu de cr¨ªtica se habr¨ªa perfeccionado mucho, ya que lo que yo escribo es una realidad, mientras que el teatro, repito, es ficci¨®n.-

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