Curas obreros y mensajes celestiales

Aunque el cura hab¨ªa sido un personaje importante en el cine espa?ol desde que la guerra concluy¨®, tanto porque su aparici¨®n en las pel¨ªculas b¨¦licas dio a la contienda ese car¨¢cter de cruzada con que se la quiso revestir como porque era el personaje ideal para deshacer el entuerto sentimental de cada melodirama, alrededor de la firma del concordato con la Santa Sede en 1953, las pel¨ªculas de curas abarrotaron el cine espa?ol.Si los personajes de militares hab¨ªan orientado las primeras ofertas cinematogr¨¢ficas espa?olas posb¨¦licas, los curas les relevaron de su misi¨®n propagand¨ªstica, ya que no en vano compartieron con ellos los atributos de la victoria.

Televisi¨®n ofrece hoy dos testimonios de aquel g¨¦nero. Uno ,de ellos, Cerca de la ciudad, dirigido en 1952 por Luis Lucia, nos presenta a un Adolfo Marsillach como joven cura destinado a un suburbio madrile?o dispuesto a concienciar a la rica do?a Casilda, que acapara riquezas, y a regenerar al muchacho que ha robado un candelabro. Es un follet¨ªn vulgar en el que destacan los cinco primeros minutos, herederos del neorrealismo que entonces inspiraba las mejores pel¨ªculas espa?olas (Bardem y Berlanga) y que aqu¨ª no es m¨¢s que una caricatura del intento real de aplicar las c¨¢maras a lo que ocurr¨ªa en las calles. Con todo hay que se?alar la intervenci¨®n de Jos¨¦ Isbert en el papel de sacrist¨¢n y el chiste de tartamudos contado por Marsillach. M¨¢s significativa es, sin duda, La Se?ora de F¨¢tima, que Rafael Gil hab¨ªa dirigido un a?o antes (1951) y que ilustrar¨¢ el coloquio de La clave sobre el reciente esc¨¢ndalo de los intentos de prohibici¨®n de Teledeum, el montaje esc¨¦nico de Els Joglars que se encuentra en las ant¨ªpodas del cine religioso que la Iglesia espa?ola protegi¨® en la d¨¦cada en que estos filmes fueron rodados. La censura eclesi¨¢stica no s¨®lo determinaba entonces qu¨¦ pel¨ªculas extranjeras pod¨ªan conocer los espa?oles, variando el contenido a su gusto, sino que tambi¨¦n impon¨ªa el mensaje de las que en Espa?a se filmaran. La Se?ora de F¨¢tima es, sin duda, una de ellas, dado los altos premios que obtuvo.

La morosidad de todo su desarrollo queda compensada por el asombro que produce el discurso de la Virgen mientras desprende destellos fulgurantes. A su juicio, "la guerra que padece el mundo acabar¨¢ pronto, pero si los hom bres no cambian, dentro de poco empezar¨¢ otra m¨¢s horrible. Var¨ªas naciones ser¨¢n aniquiladas. Los buenos sufrir¨¢n persecuci¨®n porque Rusia esparcir¨¢ sus errores por el mundo, provocando atropellos contra la Iglesia cat¨®lica y su Pont¨ªfice". Para evitarlo, la Virgen solicita que "los hombres vuelvan sus ojos hacia mi". Si lo hacen, "Rusia se convertir¨¢ y habr¨¢ paz".

Con gui¨®n de Vicente Escriv¨¢, La Se?ora de F¨¢tima se transform¨® en un gran ¨¦xito de taquilla, especialmente por sus ¨²ltimos momentos, cuando el agn¨®stico Fernando Rey se convierte al ver marchar a su esposa paral¨ªtica, y Jos¨¦ Nieto, bajo la lluvia, llora de alegr¨ªa al ver que el ni?ito que lleva en brazos ha recobrado la vista.