Herbert Bastian

El llamado decreto de los radicales, que desde febrero de 1972 desencade?¨® en la Rep¨²blica Federal de Alemania una aut¨¦ntica caza de brujas para expulsar de la Administraci¨®n p¨²blica a los enemigos de la Constituci¨®n -comunistas sobre todo-, todav¨ªa sigue en vigor y se cobra nuevas v¨ªctimas. Una de las m¨¢s recientes es Herbert Bastian, un cartero de la ciudad de Marburg, que ha sido suspendido de empleo por ser concejal del partido comunista (DKP).

Tiene 40 a?os, y dos hijos de tres y dos, Herbert Bastian, un gordo con barba y aspecto bonach¨®n, que jugaba al f¨²tbol cuando los kilos se lo permit¨ªan y tem¨ªa m¨¢s tiempo, y ahora cr¨ªa conejos, cultiva hortalizas, le gusta recoger setas, es miembro de un coro y pertenece tambi¨¦n a los bomberos voluntarios. Todo esto hace de Bastian un ciudadano normal, que se gana su pan en Correos, m la secci¨®n de clasificaci¨®n de la correspondencia, puesto al que lleg¨® tras haber pateado las calles como cartero durante alg¨²n tiempo.En la RFA se puede ser cartero y ser comunista, pero no las dos, cosas al mismo tiempo, porque el decreto de los radicales, una resoluci¨®n aprobada en 1972, cuando el socialdem¨®crata Willy Brandt (SPD) era canciller, hace incompatible la condici¨®n de funcionario p¨²blico y de "miembro de un partido extremista". Bastiar trabaja desde los 15 a?os en Correos, donde aprendi¨® su profesi¨®n y desempe?¨® su trabajo "de forma absolutamente satisfactoria. No hay nada que objetar a su comportamiento, no consta nada negativo fuera del servicio", seg¨²n certific¨® la oficina de Correos de Marburg.Un d¨ªa los servicios secretos -la llamada Oficina Federal de Protecci¨®n de la Constituci¨®n presentaron los informes sobre la actividad de Bastian. No era necesario investigar mucho porque el cartero no ocultaba su militancia pol¨ªtica. Desde el a?o 19,74, Bastian es concejal del Partido Comunista (DKP) en el Ayuntamiento de Marburg.

Entre 1979 y 1982, cuando todav¨ªa gobernaba en Bonn ]la Coalici¨®n Social Liberal (SPD-FDP) y un socialdem¨®crata era ministro de Correos, Bastian tuvo que someterse cinco veces a interrogatorios inquisitoriales sobre su actividad pol¨ªtica. Los encargados del procedimiento le interrogaban sobre su militancia y fidelidad a la Constituci¨®n, al mismo tiempo que le advert¨ªan de la necesidad de abandonar el partido para cancelar el caso: parad¨®jicamente, Correos, el organismo que trataba de despedirle y quitarle su condici¨®n de funcionario, le conced¨ªa las horas Ubres necesarias para ejercer sus funciones de concejal.

Los resultados de este largo procedimiento llevaron en 1982 a la apertura formal de un expediente disciplinario contra el repartidor de cartas, a quien el pasado 7 de agosto se comunic¨® que ser¨¢ suspendido de empleo hasta que tenga lugar el proceso de despido definitivo. El acta de la reuni¨®n con sus superiores hace constar que "se advirti¨® al se?or Bastian que una vez m¨¢s se le concede una oportunidad de influir positivamente sobre el desenlace del expediente disciplinario por medio de una declaraci¨®n voluntaria de distanciarse del DKP y abandonar todas sus actividades internas.

En marzo de 1980, Bastian se preguntaba, en un art¨ªculo: "?Acaso me he dedicado a leer ilegalmente la correspondencia ajena? ?He escuchado ilegalmente conversaciones telef¨®nicas? ?He llegado quiz¨¢ a robar cucharillas de plata? Nada de eso, pero soy comunista, y no hago m¨¢s que asumir mis derechos y deberes c¨ªvicos, porque tambi¨¦n yo tengo derecho a pertenecer a un partido legal y trabajar activamente en ¨¦l". El ministro alem¨¢n occidental de Correos, el democristiano Christian Schwarz-Schilling (CDU), respondi¨® a preguntas de este peri¨®dico sobre el caso Bastian que se limita a cumplir las decisiones de los tribunales".