El espa?ol nace y se hace
Junto a los casos llamativos de Roa Bastos, Fern¨¢n-G¨®mez Gibson, en el ¨²ltimo a?o se hicieron 5.353 'nuevos espa?oles'
"He aqu¨ª que luego de 36 a?os de exilio, y a los 66 de mi edad, he nacido ciudadano de un pa¨ªs libre". Con estas palabras iniciaba el 27 de octubre de 1983 el escritor paraguayo Augusto Roa Bastos un art¨ªculo de salutaci¨®n-Nacimiento de un ciudadano- a la nacionalidad espa?ola, concedida unos d¨ªas antes por el Consejo de Ministros. Hace pocas semanas, el Gobierno ha otorgado tambi¨¦n la nacionalidad espa?ola al escritor irland¨¦s Ian Gibson y al cineasta argentino Fernando Fem¨¢n-G¨®mez. En ambos casos, como en el de Roa Bastos, el Gobierno ha hecho uso de la facultad que le concede el C¨®digo Civil para otorgar discrecionalmente, mediante real decreto, carta de naturaleza espa?ola "cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionaIes".En el caso de Roa Bastos, la gratitud es especialmente comprensible porque la concesi¨®n de la nacionalidad espa?ola contrasta con la actitud del Gobierno de su pa¨ªs en abril de 1933, durante su ¨²ltima visita a Paraguay con el prop¨®sito de reintegrarse a su tierra natal. Como ha relatado el autor, de Yo, el supremo y de Hijo de hombre, considerado como el m¨¢ximo representante de, las letras paraguayas, el operativo policial despleg¨® a "sus gorilas, pistola en mano, aquella tarde de abril para ejecutar mi expulsi¨®n, junto con mi mujer y mi hijo peque?o...".
La adquisici¨®n de la nacionalidad espa?ola por el procedimiento de la concesi¨®n de carta de naturaleza no supera la media docena de casos al a?o y es cuantitativamente insignificante respecto al volumen de nuevos ciudadanos espa?oles que se produce por los procedimientos ordinarios: el matrimonio con c¨®nyuge espa?ol o la residencia continuada en nuestro pa¨ªs. Los casos de adquisici¨®n de la nacionalidad espa?ola por este procedimiento no suelen superar la media docena anual, mientras que durante el ¨²ltimo a?o pasaron de 5.300 las concesiones de nacionalidad en virtud de la residencia (m¨¢s de 4.200) o del matrimonio (m¨¢s de 1.100).
La cifra de expedientes de nacionalidad denegados durante ese per¨ªodo super¨® los 750. Seg¨²n los funcionarios encargados de la tramitaci¨®n de los expedientes en el Ministerio de Justicia, para la denegaci¨®n de la nacionalidad "es decisivo el informe de la polic¨ªa". Sin embargo, el director general de los Registros y del Notariado, y Gregorio Garc¨ªa Ancos, de quien depende este servicio, se muestra m¨¢s esc¨¦ptico sobre el valor atribuible a dichos informes.
El "arraigo", seg¨²n la polic¨ªa
"Son muy variopintos y su valor depende de quien los d¨¦", se?al¨® Garc¨ªa Ancos. "Lo que importa son los antecedentes judiciales o policiales, pero a veces en el informe policial se dice que se trata de una persona que no tiene arraigo en la vida espa?ola, porque no se relaciona con espa?oles o porque habla habitualmente ingl¨¦s, aunque a lo mejor", explic¨®, "lleve 20 a?os viviendo en Espa?a y tenga hasta nietos espa?oles. Lo que s¨ª se tiene en cuenta es la informaci¨®n sobre el tipo de vida que, llevan y especialmente su posible relaci¨®n con bandas armadas. Para complementar esta informaci¨®n, a veces pedimos tambi¨¦n informes al Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa (CESID)".
Los expedientes de nacionalidad m¨¢s frecuentes son los de residencia, casi cuatro veces m¨¢s numerosos que los de matrimonio. La regla general del C¨®digo Civil es haber residido en Espa?a durante 10 o m¨¢s a?os, pero esa norma puede resultar modificada por los tratados internacionales suscritos por Espa?a. Por ejemplo, para los oriundos de pa¨ªses latinoamericanos basta con dos a?os de residencia. En cualquier caso, la demostraci¨®n de la residencia legal exige ya un primer paso por la comisar¨ªa, ya que es la polic¨ªa la encargada de certificar este dato.
El expediente se tramita inicialmente en el juzgado de distrito que corresponda al domicilio del interesado. El juez incluye en ese expediente la declaraci¨®n de los testigos y las circunstancias personales del solicitante; entre ellas, la existencia o no de permiso de trabajo. El reglamento del Registro Civil de 14 de noviembre de 1958 , formalmente no sustituido por otro nuevo, contiene normas derogadas por otras posteriores y, en todo caso, t¨¢citamente por la Constituci¨®n. El director general de los Registros y del Notariado asegura que reglas como la indicaci¨®n de "la religi¨®n que profesa ¨¦l y su mujer no separada" no son de aplicaci¨®n actualmente.
Obediencia a la Constituci¨®n
Entre los requisitos exigidos para la adquisici¨®n de la nacionalidad por residencia figura, seg¨²n el C¨®digo Civil tras la reforma realizada por la ley de 13 de julio de 1982, "el juramento o promesa de fidelidad al Rey y de obediencia a la Constituci¨®n y a las leyes". Tal requisito es tambi¨¦n aplicable a la concesi¨®n de nacionalidad por carta de naturaleza. Augusto Roa Bastos, Fernando Fern¨¢n-G¨®mez e Ian Gibson han cumplimentado tambi¨¦n, por tanto, tal exigencia, que en los casos de nacionalidad por residencia se formaliza ante el juzgado.
Concluidos los tr¨¢mites que le corresponden, el juzgado de distrito remite el expediente al Ministerio de Justicia, en donde aseguran que se tarda en resolverlo entre tres y seis meses. En cambio, la concesi¨®n por carta de naturaleza suele ser mucho m¨¢s r¨¢pida. En el caso de Fern¨¢n-G¨®mez se tard¨® unos 15 d¨ªas, "no varios a?os, como dijeron en televisi¨®n y declar¨® ¨¦l mismo", afirma, con un punto
de irritaci¨®n, la funcionaria responsable de estos expedientes.
La Direcci¨®n General de los Registros y del Notariado pide a la polic¨ªa un informe reservado sobre el solicitante, que "a veces se retrasa porque la polic¨ªa cita a los interesados y no comparecen", se?ala la encargada del servicio en el Ministerio de Justicia. Seg¨²n ella, el informe policial refleja si el solicitante est¨¢ casado, si tiene hijos, el tipo de vida que lleva; "vamos, si es una persona normal". En realidad, los ¨²nicos motivos que la ley admite para que el ministro de Justicia deniegue la nacionalidad por residencia son "de orden p¨²blico o inter¨¦s nacional".
En cuanto a los m¨¦ritos que se tienen en cuenta para la concesi¨®n discrecional de carta de naturaleza, van desde los deportivos hasta los literarios o art¨ªsticos, pasando por los socioecon¨®micos, "como cuando se trata de un empresario que va a dar trabajo a mucha gente". En todo caso, la jefa del departamento asegura no estar en condiciones de ofrecer los nombres y apellidos de los nuevos espa?oles por otorgamiento de carta de naturaleza, que en el ¨²ltimo a?o pueden contarse con los dedos de una mano y cuya concesi¨®n es p¨²blica, ya que los correspondientes decretos aparecen en el Bolet¨ªn Oficial del Estado.
Mayor¨ªa de latinoamericanos
En cambio, existe una estad¨ªstica muy detallada sobre la procedencia de las 5.353 personas a las que se concedi¨® en el ¨²ltimo a?o la nacionalidad espa?ola. De ellas, 11 la obtuvieron por opci¨®n especial (seis guineanos, un saharaui y cuatro gibraltare?os); 1.122, por matrimonio, y 4.216, por residencia. De estas ¨²ltimas, que significan el bloque m¨¢s numeroso, la gran mayor¨ªa es de origen latinoamericano: 749 argentinos, 580 portugueses, 416 chilenos, 312 cubanos, 234 uruguayos, 230 franceses, 148 brit¨¢nicos, 129 colombianos, 115 marroqu¨ªes, 113 venezolanos y 109 peruanos. En cuanto a las concesiones por matrimonio, del total de 1.122, 232 son portugueses; 115, argentinos; 98, marroqu¨ªes; 89, franceses; 64, cubanos; 55, brit¨¢nicos; 45, italianos; 42, chilenos; 28, uruguayos, y otros tantos, colombianos.
Si se suma el total de las concesiones de la nacionalidad espa?ola por residencia y matrimonio, los 5.342 nuevos espa?oles por ambos conceptos se distribuyen as¨ª en cuanto a su origen geogr¨¢fico: 2.715 americanos, 1.767 europeos, 503 asi¨¢ticos, 326 africanos, 30 ap¨¢tridas y un oce¨¢nico.
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