Ruggero Raimondi: "Con 'Don Giovanni' me siento a mis anchas"
El bajo italiano interviene en la pel¨ªcula 'Camen'
Ruggero Raimondi, cantante italiano de ¨®pera, que interviene junto al espa?ol Pl¨¢cido Domingo en la pel¨ªcula Carmen, de Francesco Rosi, cuyo estreno presidir¨¢ hoy la Reina Do?a Sof¨ªa en Madrid, dar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 8 de octubre un recital en dentro del Festival de Oto?o que se celebra en la capital de Espa?a. Ayer estuvo en Sevilla para participar en un coloquio organizado por la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo para tratar de las ¨®peras cuyo escenario se sit¨²a en la ciudad andaluza. Raimondi ha hablado all¨ª de su inseparable Don Giovanni, con el que dice sentirse a sus anchas, y de Carmen, obra con la que inaugurar¨¢ este a?o la temporada de la Scala junto a Shirley Verret y Pl¨¢cido Domingo.
Madrid
"El personaje de Don Giovanni es aquel en el que m¨¢s a gusto me siento. Mi cuerda vocal no sale muy favorecida en la ¨®pera, y los bajos siempre hacemos papeles de viejos, avaros, envidiosos o malvados. Cada vez que he de interpretar un personaje tengo que envejecerme tanto f¨ªsica como psicol¨®gicamente , y esto ¨²ltimo no es tan f¨¢cil. Por eso en Don Giovanni me siento a mis anchas". Y sin duda ah¨ª radica gran parte del ¨¦xito de este famos¨ªsimo joven bajo, delgado, alt¨ªsimo, con pinta de intelectual y afable trato. Hace m¨¢s de 10 a?os Raimondi era ya famoso, pero realmente estaba en sus inicios, a¨²n no hab¨ªan llegado ni Losey ni Von Karajan. Todos hablaban de ¨¦l como de la gran promesa en su cuerda, y ¨¦l se sent¨ªa feliz por aquel ambiente que le rodeaba, y aquella felicidad se reflejaba en una arrolladora simpat¨ªa. Una d¨¦cada despu¨¦s, aquel joven cantante es el bajo m¨¢s cotizado del mundo. Su protagonismo en el filme de Losey le convirti¨® en el Don Giovanni por excelencia.
"No fue f¨¢cil rodar aquella pel¨ªcula, m¨¢xime cuando yo no ten¨ªa ninguna experiencia en el g¨¦nero.
Rod¨¢bamos una escena del ¨²ltimo acto y seguidamente otra del primero. No pod¨ªa concentrarme. Casi siempre trabaj¨¢bamos de noche, en medio del fr¨ªo, la niebla, la lluvia y una tremenda humedad, gracias a la que agarr¨¦ un resfriado que dur¨® semanas y que pens¨¦ me hab¨ªa arruinado la carrera.
Pero aquel esfuerzo vali¨® la pena y me permiti¨® aprender la diferencia y la dificultad del cine. Recuerdo que cuando v¨ª las primeras pruebas me qued¨¦ horrorizado de mis gestos. Eran absolutamente ampulosos. Losey me los mostr¨® para que yo mismo comprendiera sin tener que explic¨¢rmelo ¨¦l. En. la ¨®pera, los movimientos se exageran, mientras que el cine ampl¨ªa el m¨¢s m¨ªnimo detalle y, por tanto, aqu¨¦llos son inadecuados y contraproducentes."
Pregunta. ?C¨®mo se produjo su primer contacto con Von Karajan?
Respuesta. Me encontraba en Roma preparando una pr¨®xima actuaci¨®n cuando alguien me dijo que el maestro Karajan me llamaba por tel¨¦fono desde Salzburgo. Me pareci¨® una broma, pero efectivamente era ¨¦l. El bajo que deb¨ªa intervenir en el Requiem de Verdi se hab¨ªa puesto enfermo y necesitaba un sustituto. As¨ª que r¨¢pidamente cog¨ª un avi¨®n y me present¨¦ ante el maestro, quien durante un par de horas me ense?¨® su concepto del Requiem, para inmediatamente despu¨¦s cantarlo.
'Inaugur¨¦ los dos teatros m¨¢s, importantes del mundo
Raimondi consigui¨® entonces el ¨¦xito, como lo ha conseguido posteriormente en muchas ocasiones. Sin embargo, hubo una actuaci¨®n clave en la que el ¨¦xito no acompa?¨® al entonces, cantante debutante. Acababa de ganar un concurso en Roma y le hab¨ªan contratado para cantar La boh¨¨me en el Festival de los Dos Mundos en Spoletto. Toda su familia, amigos y profesores esperaban el acontecimiento con gran ilusi¨®n. Era la prueba de fuego para aquel joven que a los 17 a?os decidi¨® abandonar unos estudios de contable que no le gustaban y, en contra, de la opini¨®n de su padre, dedicarse a ser un tenor. Hab¨ªa tenido que huir de casa y alojarse en un m¨ªsero cuarto romano desde el que iba, con, hambre de d¨ªas, a dar clase con una antigua soprano colega de Caruso. Con ella aprendi¨® que su voz no era de tenor sino de bajo. Luego volvi¨® a casa, se reconcili¨® con su padre, y ¨¦ste, convencido de sus posibilidades, se hab¨ªa transformado en su primer admirador. En Spoletto estaban todos, pero el d¨ªa de la premi¨¨re, un catarro ahog¨® su voz y su ¨¦xito.
P. Desde que usted debut¨® en el Metropolitan, en 1970, probablemente sea Estados Unidos uno de los pa¨ªses donde m¨¢s ¨¦xito tiene. ?C¨®mo: fue aquel deb¨²?
R. Efectivamente, aquel a?o tuve la suerte de inaugurar las temporadas de los dos teatros m¨¢s importantes del mundo: el Metropolitan y la Scala. A Nueva York acud¨ª tras dos a?os de insistencia por parte de Bing, el entonces director del teatro.
Hace muchos a?os, que Raimondi no act¨²a en Espa?a. En el Liceo de. Barcelona no ha llegado. a cantar nunca, aunque parece que esta ausencia va a subsanarse pronto. Los aficionados de Bilbao y Madrid s¨ª han tenido ocasi¨®n de escucharle. En el actual Festival de Oto?o interpretar¨¢ un variado programa en el que hay fundamentalmente melod¨ªas italianas.
Babelia
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