El ejecutivo secuestrado por los GRAPO firm¨® el tal¨®n para el rescate en su coche

Rafael Villaseca Marco, director general de la sociedad T¨²nel del Cad¨ª, secuestrado el pasado d¨ªa 26 por los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) tuvo que extender el tal¨®n bancario por los cinco millones de pesetas que le exig¨ªan como rescate en el interior de su coche, estacionado en plena calle ante el empleado que, siguiendo sus ¨®rdenes, le hab¨ªa tra¨ªdo el talonario y en presencia de los dos secuestradores.

A instancias de los dos grapo, y siguiendo sus directrices, Villaseca se puso en contacto con su despacho para pedir a un empleado que le trajera el talonario de cheques de la empresa que el director general tiene a su disposici¨®n, y que no llevaba encima. El punto de cita fue fijado por los activistas: el encuentro se produjo en la calle, a bordo del mismo coche de Villaseca en la zona del barrio barcelon¨¦s de Sarri¨¤. El empleado no sospech¨® de la presencia de un hombre y una mujer -los dos integrantes del comando- junto a Villaseca. Los mismos grapo le revelaron, la situaci¨®n, le advirtieron del peligro que corr¨ªa la vida del secuestrado y le instruyeron, sobre el modo de hacer efectivo el rescate. Los terroristas trazaron el siguiente plan: el empleado deb¨ªa dirigirse a la entidad bancaria escogida, cobrar el tal¨®n y acudir a un punto determinado dado por los secuestradores. All¨ª le esperar¨ªa la mujer que formaba parte del comando, a quien dar¨ªa el dinero. Fue alertado de que m¨¢s miembros de la organizaci¨®n terrorista le seguir¨ªan a distancia para controlar sus movimientos. Se le amenaz¨® con su muerte inmediata y con la posterior de Villaseca si, a la hora fijada, la mujer no se reun¨ªa con el segundo, secuestrador que permanecer¨ªa junto al director general en otra parte de la ciudad.

El empleado se dirigi¨® hacia el banco y Villaseca y el grapo comenzaron su paseo por el barrio de Sarri¨¤, en direcci¨®n a Pedralbes, punto de encuentro final fijado por los dos activistas. Tras cobrar el dinero sin dificultades, lo entreg¨® a la mujer, del comando, quien se reuni¨® con su compa?ero, con lo que el industrial barcelon¨¦s qued¨® en libertad.

Villena y el empleado fueron las dos ¨²nicas personas que participaron en las gestiones para facilitar el pago del rescate. Ning¨²n otro miembro de la empresa concesionaria de las obras del t¨²nel del Cad¨ª tuvo conocimiento del secuestro.