El nuevo programa econ¨®mico del Gobierno descarta la pr¨®xima reducci¨®n del paro, que crecer¨¢ este a?o en 200.000 personas
El Programa econ¨®mico 1984-1987, que ha preparado para el Gobierno el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, descarta la posibilidad de reducir el paro hasta el final de la presente legislatura, incluso en las hip¨®tesis m¨¢s optimistas. Para el presente a?o prev¨¦ su aumento medio en 200.000 personas, con destrucci¨®n de otros 108.000 empleos. S¨®lo si el crecimiento anual de la productividad (producci¨®n por persona empleada) baja del 3,5% actual al 2%, objetivo fiado por los autores del texto a la flexibilizaci¨®n del mercado de trabajo y a la ca¨ªda de tipos de inter¨¦s, en los pr¨®ximos ejercicios la p¨¦rdida de empleos podr¨¢ empezar a compensar las entradas anuales de j¨®venes en edad de trabajar. La pol¨ªtica econ¨®mica prevista hasta 1988 se basa en la recuperaci¨®n paulatina del consumo y de la inversi¨®n para poder crecer en 1985 el 3% y a partir de entonces el 3,5%.
El Programa econ¨®mico 1984-1987, redactado con fecha 12 de septiembre ¨²ltimo y que supone la actualizaci¨®n del ya conocido plan trienal hasta 1986, ha sido manejado por el Gobierno con motivo de sus ¨²ltimas decisiones respecto a los Presupuestos Generales del Estado para 1985. Sus grandes magnitudes -crecimientos de la producci¨®n de bienes y servicios, del consumo privado y p¨²blico y de la inversi¨®n-, as¨ª como sus criterios presupuestarios y de pol¨ªtica econ¨®mica en general, han sido reflejados en el proyecto de ley de Presupuestos que presentar¨¢ el Ejecutivo esta semana.
Pese a que el pasado mes de julio, con motivo de la negociaci¨®n del Acuerdo Econ¨®mico-Social (AES), el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer, declar¨® que el Gobierno no volver¨ªa a caer en el error de contraer un compromiso de creaci¨®n de empleo, debido a lo cabal¨ªstico de estas predicciones, en el nuevo programa aparece el objetivo de reducir el crecimiento anual de la productividad al 2%, junto a unas proyecciones del "crecimiento del empleo seg¨²n varias hip¨®tesis para el crecimiento de la productividad", recogidas en el cuadro adjunto.
La flexibilidad del mercado
"La tasa de crecimiento de la productividad", dice la p¨¢gina 41 del programa, "puede verse sensiblemente reducida en los pr¨®ximos a?os ante las mayores facilidades de utilizaci¨®n del factor trabajo derivadas del comportamiento de los salarios y de las medidas de flexibilizaci¨®n del mercado de trabajo (aqu¨ª el documento se remite a un cap¨ªtulo que contempla el desarrollo de la reciente reforma del Estatuto de los Trabajadores en materia de expedientes de regulaci¨®n de empleo y facilidades a la contrataci¨®n a tiempo parcial, en relevo, en pr¨¢cticas, en formaci¨®n, etc¨¦tera), reducci¨®n que puede situar dicho crecimiento en un 2%, suficiente para lograr una mejora, con respecto al pasado, de la elasticidad del empleo en relaci¨®n con la producci¨®n, dado as¨ª lugar a un sensible crecimiento". En otro lugar del programa puede leerse: "Tanto los parados como la p¨¦rdida neta de puestos de trabajo han cedido en el grave crecimiento de a?os anteriores y se acercan a un crecimiento nulo a corto plazo, especialmente la destrucci¨®n de empleos. Todo parece indicar que estamos llegando al final del crecimiento del paro, tras casi una d¨¦cada de crecimiento ininterrumpido del mismo, de forma especialmente virulenta entre 1979 y 1982. Sin que todo lo indicado signifique la garant¨ªa total de haber llegado al umbral para la generaci¨®n neta de puestos de trabajo, la informaci¨®n disponible induce al optimismo, sobre todo si va acompa?ada de la ca¨ªda de barreras financieras (reciente reducci¨®n de tipos de inter¨¦s) e institucionales (flexibilizaci¨®n del mercado de trabajo)". Sin embargo, del cuadro ad junto se desprende que, incluso una vez logrado el objetivo de rebajar la productividad, no se reducir¨ªan las actuales cifras de paro, al menos hasta 1986. La creaci¨®n de puestos de trabajo prevista en la hip¨®tesis m¨¢s optimista (54.000 empleos en 1984 y aumento paulatino en a?os siguientes) impedir¨ªa compensar la incorporaci¨®n anual de unas 140.000 personas.
S¨®lo una ca¨ªda de la productividad al 2% y una aplicaci¨®n rigurosa de las normas estad¨ªsticas de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, que excluyen a quienes no buscan activamente empleo (sobre todo, a los desanimados por la dificultad de encontrarlo), permitir¨ªa frenar el paro oficial a partir de 1986.
El propio documento incluye otro cuadro que estima el aumento del paro durante el presente a?o en 200.000 personas en "media anual" (es decir, que la estad¨ªstica oficial arrojar¨¢ a final de a?o cifras m¨¢s altas de desempleo). Asimismo, la estimaci¨®n se basa en un crecimiento de la poblaci¨®n activa de 100.000 personas, cifra muy inferior a las presuntas nuevas incorporaciones al mercado de trabajo, aunque justificada por las citadas normas internacionales.
El nuevo programa, tras analizar los principales cambios operados en la econ¨®mica espa?ola durante 1983 y ajustar los escenarios macroecon¨®micos a los mismos y al contexto internacional, incluye una serie de proyecciones presupuestarias y financieras hasta 1987 y define como objetivo b¨¢sico el de corregir el d¨¦ficit p¨²blico. "En estos momentos", dice, "encauzada la inflaci¨®n y suprimido el problema del d¨¦ficit exterior, a no ser por la magnitud del d¨¦ficit p¨²blico, la inversi¨®n privada estar¨ªa en mejores condiciones para su despegue y la econom¨ªa espa?ola dispondr¨ªa de una mayor capacidad para generar empleo. Esto es as¨ª porque el d¨¦ficit se sit¨²a en una dimensi¨®n tal que no solo hace que al sector publico le sea dif¨ªcil cumplir con las funciones que tradicionalmente tiene asignada (redistributiva, de generaci¨®n de bienes y servicios p¨²blicos y de cobertura de los riesgos que implica la crisis econ¨®mica), sino porque adem¨¢s deja al sector privado un margen de financiaci¨®n estrecho y con altos costes".
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