Peter Green, la cruz de la moneda

Los que son, son, y los que fueron, fueron. Aquella guitarra que en la segunda mitad de los sesenta desvi¨® la mirada de los seguidores de Eric Clapton y recibi¨® elogios de destreza y serenidad sajona congel¨® los sentimientos de unos espectadores madrile?os que anhelaban su resurrecci¨®n en el inicio de esta semana. Peter Green, barbudo, emboinado y ancho, parec¨ªa colgado, ausente y su voz t¨ªmida y tenue sonaba rec¨®ndita, pisada por el volumen superior de algunos instrumentos. El bajo y la bater¨ªa a?adieron la dosis de rock; la otra guitarra y la percusi¨®n, en manos de m¨²sicos negros, manten¨ªan la base africana del sonido. Green siempre sinti¨® el blues con una inclinaci¨®n asidua a sus ra¨ªces: "Todos tenemos dentro el blues", exclam¨® el percusionista, que siempre habl¨® al p¨²blico, adulto en su mayor parte, mientras el l¨ªder semanten¨ªa expectante y expectado. Cryin' won't bring you back, una gran composici¨®n de su ¨²ltimo repertorio perteneciente al disco Little dreamer, mostraba a un bluesman lento y pasivo que percib¨ªa y expresaba esta m¨²sica sin la pasi¨®n sufrida original.

Albatros, primero, y Black magic woman, una magistral forma de interpretar un tema propio de los primeros d¨ªas de Fleetwood Mac, que fue ¨¦xito en versi¨®n de Santana, levantaron a los asistentes de sus c¨®modos asientos. LLeg¨® el bis y Green se volvi¨® a esconder tras las espaldas de su percusionista, sonri¨® cuando su guitarrista punte¨® con rabia racial y se despidi¨® frente a una pancarta que en las primeras filas rezaba: Mucho tiempo sin ti. Esperamos que vuelvas. P. G. para siempre. Muchos hab¨ªan abandonado el recinto cuando, pasados diez minutos desde su marcha, la banda de Peter Green volvi¨® para regalar un tema.

Eric Clapton, a quien Green sustituy¨® en los Bluesbreakers de John Mayall, aparece en la portada de su ¨²ltimo disco, Dinero y cigarrillos, vestido de traje y corbata. Green es a¨²n un hippy cuyas manos huyen.