'C¨¦spedes' est¨¢ vivo

Quienes hemos le¨ªdo el art¨ªculo de Juan Goytisolo, aparecido en ese diario el mi¨¦rcoles 26 de septiembre pasado, nos sentimos todav¨ªa perplejos adivinando la personalidad de C¨¦spedes. A las hip¨®tesis del se?or Goytisolo yo habr¨¦ de a?adir otras tantas y no s¨¦ si ser¨¢n bastantes para acertar la identidad de tan enigm¨¢tico sujeto. Resulta que yo tambi¨¦n he recibido por correo anuncios de la aparici¨®n pr¨®xima de tres libros escritos suyos, remitidos por albaceas de C¨¦spedes desde los lugares m¨¢s dispares: Caudete de la Sierra (Cuenca), P¨¢manes (Santander), Carneades (sic), y hasta Coeforasyeum¨¦nides (todo junto) (Pr¨ªncipado de Liechtenstein).Como me encontraba desconcertado, pues conozco muy bien a C¨¦spedes y, al parecer, goza de una espl¨¦ndida vitalidad y lucidez mental (a tal punto que algunos hemos aumentado en dioptr¨ªas a causa del deslumbramiento que nos ocasionaba m¨¢s que por el cumplimiento de a?os), pens¨¦ que el difunto no era tal y podr¨ªa ser alguno de estos personajes: un editor rojo (?se apellidaba Ram¨ªrez?) afincado en Par¨ªs; un novelista, buen conocedor de Castilla la Vieja; un catedr¨¢tico de Econom¨ªa; un, en fin, ex teniente de alcalde y economista.

Pero no pod¨ªa ser, no. De las dudas me sac¨® el mism¨ªsimo C¨¦spedes que, en llamada telef¨®nica, me advirti¨®: "Voy a dar una conferencia en Madrid el d¨ªa 3 de diciembre". Cuando quise recabar m¨¢s informaci¨®n al respecto, sus ¨²ltimas palabras, en un tono mitad jocoso mitad severo, fueron: "Mane-T¨¦cel-Pha-res". Espero, pues, que el se?or Goytisolo ya no tendr¨¢ la m¨¢s leve duda de que el C¨¦spedes que ¨¦l conoce y el que conozco yo son el mismo y vive. O vive una muerte extra?¨ªsima, indudablemente.-