La Unesco estudia su reforma para evitar que EE UU abandone la organizaci¨®n

El esp¨ªritu reformista del funcionamiento de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (Unesco) est¨¢ dominando el desarrollo de la 120? sesi¨®n del Consejo Ejecutivo. Las reformas, provocadas en gran parte por la amenaza de Estados Unidos de abandonar el organismo en 1985, no se sabe a¨²n si satisfar¨¢n al Gobierno norteamericano.

Habr¨¢ que esperar, seguramente, el resultado de las elecciones presidenciales del 6 de noviembre en Estados Unidos para que Washington precise su actitud definitivamerte. El embajador espa?ol ante la Unesco, Ra¨²l Morodo, estima necesario que "se pueda reconducir la importante participaci¨®n de EE UU, a pesar de las dificultades presentes".El Consejo Ejecutivo de la Unesco se convoca dos veces por a?o y es algo as¨ª como el ¨®rgano pensante de la organizaci¨®n. Es el que prepara los programas a desarrollar, los presupuestos y las conferencias generales que se celebran cada dos a?os. En esta ocasi¨®n, el consejo, que inici¨® su trabajo el 26 de septiembre, y que lo concluir¨¢ el pr¨®ximo fin de semana, est¨¢ afrontando la crisis creada por la posible retirada de Estados Unidos, que, de cumplir sus amenazas, dejar¨¢ de pertenecer a la Unesco el a?o pr¨®ximo, privando a la organizaci¨®n, en primer lugar, del 25% de su presupueste, porcentaje que constituye la contribuci¨®n norteamericana.

El consejo ya ha aprobado por consenso toda una serie de medidas destinadas a modificar el funcionamiento de la organizaci¨®n. Tambi¨¦n est¨¢ estudiando el proyecto de programa y presupuesto para el bienio 1986-1987.

Son cuestiones clave, ya que Estados Unidos critica precisa mente algunos de los 14 grandes programas, denunciando su politizaci¨®n, su dispersi¨®n e incluso su repetici¨®n respecto a la programaci¨®n de otros organismos de las Naciones Unidas.

En este paquete entra el debatido tema de la comunicaci¨®n, a partir del cual la Unesco batalla en favor de un "nuevo orden mundial de la informaci¨®n", ampliamente rechazado por el bloque de los pa¨ªses occidentales.

No es posible a¨²n pronunciarse sobre el futuro de la crisis de la Unesco, dependiente, sobre todo, de la posible retirada de Estados Unidos, que exige una modificaci¨®n de los programas. Sin embargo, tal pretensi¨®n es imposible de satisfacer en este momento, ya que s¨®lo la conferencia general, bianual, es competente para ello.

No obstante, la delegada norteamericana, Jeane Gerard, ha pedido que se celebre una sesi¨®n extraordinaria del Consejo Ejecutivo, los d¨ªas 8 y 9 de noviembre, para que dicho organismo se pronuncie sobre los puntos cr¨ªticos esenciales contenidos en un informe de 160 p¨¢ginas elaborado por los senadores norteamericanos.

El embajador espa?ol, Ra¨²l Morodo, declar¨® que "hay que seguir apoyando a la Unesco", y estima que es posible encontrar una f¨®rmula que "haga viable el nuevo esfuerzo com¨²n de los tres bloques integrantes de la organizaci¨®n: occidental, tercermundista y comunista".