Buen deb¨² de L¨®pez Cobos al frente de la Orquesta Nacional

Buen concierto, el primero que L¨®pez Cobos dirige esta temporada a su Orquesta Nacional. Si para la primera actuaci¨®n, tras el compromiso de la titularidad, en enero de este a?o, el maestro eligi¨® la Sinfon¨ªa n? 4, de Bruckner, para esta ocasi¨®n hab¨ªa programado la tercera, con el aliciente de ofrecerla en su primera redacci¨®n de 1873, la m¨¢s claramente deudora del tir¨®n wagneriano sentido por el autor en su juventud. Aliciente dije, aunque deba reconocer que considero mejorobra la Tercera sinfon¨ªa, seg¨²n qued¨® tras las sucesivas redacciones, y lo mantengo, porque, entre otras cosas, escuchar en concierto esta primera versi¨®n de la obra es lo que permite una elecci¨®n cabal. Por lo dem¨¢s, la realizaci¨®n fue francamente lograda, con la orquesta sonando compacta y atenta a las indicaciones de una batuta que buscaba una construcci¨®n ordenada y de gran l¨ªnea.La primera parte se cubri¨® con el Concierto n? 22 para piano y orquesta, de Mozart, donde el veterano pianista Luis Galve volvi¨® a mostrar su refinado sentido del fraseo y su musicalidad, tan af¨ªn a las maneras clasicistas, todo ello por encima de la perfecci¨®n mecanicista. La orquesta acompa?¨® con buen son y con aciertos particulares tan notables como la actuaci¨®n de la flautista Juana Guillem.