Las primeras reacciones sobre el debate dan a entender que Mondale no consigui¨® recuperar la ventaja que le lleva Reagan
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Walter Mondale, candidato dem¨®crata a la Casa Blanca, jug¨® en la madrugada del lunes todas sus bazas en un teatro de Kansas City para convencer al pa¨ªs de que Ronald Reagan es un presidente incompetente en temas de pol¨ªtica exterior y defensa. El aspirante dem¨®crata s¨®lo logr¨® su objetivo a medias y, seg¨²n las primeras reacciones, no consigui¨® el triunfo definitivo que necesita para recuperar la enorme ventaja electoral que le lleva Reagan, en todos los sondeos y en todas las regiones del pa¨ªs.
ENVIADO ESPECIAL
En el ¨²ltimo debate televisado de la campa?a, 16 d¨ªas antes de la votaci¨®n del 6 de noviembre, celebrado en esta ciudad, Reagan logr¨® su principal objetivo: no salir derrotado. Tampoco cometi¨® el error garrafal que esperaban los dem¨®cratas y que incluso tem¨ªan los asesores presidenciales. Las primeras encuestas realizadas despu¨¦s del debate no son concluyentes a la hora de se?alar un claro ganador.M¨¢s de 80 millones de norteamericanos vieron por televisi¨®n durante 90 minutos que Mondale conoce mejor las complejidades de la pol¨ªtica exterior. Reagan se aprendi¨® bien esta vez el papel y volvi¨® a ser el jovial comunicador, con lo que logr¨® disfrazar su desconocimiento profundo de los temas debatidos. Sin embargo, en algunos momentos del debate se vio desbordado.
El presidente se defendi¨® de los ataques de Mondale machacando el argumento de que su rival es un "d¨¦bil" en materias de defensa y partidario del desarme nuclear unilateral. Para ilustrar esta afirmaci¨®n cit¨® todos los votos del aspirante en el pasado contra una serie de armas como el bombardero B-1 y el misil de m¨²ltiples cabezas nucleares MX.
Mondale comenz¨® muy agresivamente y denunci¨® que Reagan no sabe lo que est¨¢ ocurriendo en su propia Administraci¨®n. Puso como ejemplos el manual de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) que aconseja a los contras que utilicen el asesinato contra los sandinistas y los repetidos ataques sufridos por los intereses norteamericanos en Beirut.
En esta fase del debate Reagan se mostr¨® nervioso, e incluso incoherente, cometiendo su error m¨¢s grave. Explic¨® el presidente que el pol¨¦mico manual fue obra de un contratado de la CIA, que fue censurado en Washington, pero que, por error, unas cuantas copias sin censura llegaron a los contras. Al tratar de apoyar esta endeble explicaci¨®n, Reagan afirm¨® que hab¨ªa en Nicaragua un jefe de estaci¨®n de la CIA, lo que tuvo que rectificar, aclarando que los hombres de la CIA no est¨¢n en Nicaragua sino en los pa¨ªses vecinos.
Mondale se declar¨® contrario a las acciones encubiertas contra Nicaragua, que han reducido, dijo nuestra autoridad moral en la regi¨®n. ?C¨®mo puede decir el presidente que no sabe lo que est¨¢ ocurriendo? "La fuerza, se?or presidente", insisti¨® Mondale, "requiere conocimiento de los temas y moral". Mondale dijo que la falta de control del presidente tambi¨¦n se ha demostrado en L¨ªbano, don de la pol¨ªtica de Reagan "ha hecho m¨¢s fuertes a nuestros enemigos y hemos sido humillados".
Las advertencias
Mondale culp¨® a Reagan de no haber sacado a los marines a tiempo de Beirut, a pesar de las advertencias de los servicios de inteligencia. El presidente debe estar al frente y dirigir. Esta frase fue el argumento central con que el candidato dem¨®crata trat¨® de acorralar a Reagan. Para demostrar el desconocimiento que ¨¦ste tiene de los temas de estrategia nuclear cit¨® su afirmaci¨®n de que los misiles at¨®micos disparados desde submarinos y desde bombarderos pueden ser recuperados. El presidente, muy irritado, explic¨® que nunca hab¨ªa dicho tal cosa, sino que se pod¨ªa llamar a los aviones desde los submarinos para que regresaran antes de disparar sus cargas nucleares.El control de armamentos y la posibilidad de evitar una cat¨¢strofe nuclear fue otro de los grandes temas del debate. Sorprendentemente, toda la agresividad de Mondale en las cuestiones de Centroam¨¦rica y Oriente Pr¨®ximo desapareci¨® al llegar a este punto. Quiz¨¢ por temor a parecer d¨¦bil ante los electores en la relaci¨®n con Mosc¨², el candidato dem¨®crata fue m¨¢s prudente y pr¨¢cticamente igual¨® la dureza de Reagan. Los sondeos indican, al rev¨¦s de lo que ocurre con la crisis centroamericana, que la pol¨ªtica de rearme y firmeza ante la URSS realizada por Reagan es apoyada por la mayor¨ªa de los ciudadanos.
Reagan dedic¨® bastante tiempo a explicar sus teor¨ªas sobre la llamada guerra de las galaxias (el establecimiento de un sistema de defensa en el espacio contra un ataque nuclear). El presidente sorprendi¨® a Mondale y probablemente a muchos americanos cuando dijo que si Estados Unidos logra la tecnolog¨ªa necesaria para fabricar ese arma defensiva totalmente eficaz contra los misiles enemigos, la compartir¨¢ con los sovi¨¦ticos previo un compromiso de eliminaci¨®n de las armas nucleares de las dos superpotencias.
Reagan no fue el anciano cansado y titubeante que el pa¨ªs vio con cierto temor en el primer debate de Louisville. Su sentido del humor le salv¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n, por ejemplo cuando sali¨® el factor edad y el presidente, que tiene 73 a?os, afirm¨® r¨¢pido: "No explotar¨¦ la inexperiencia y la juventud de Mondale". El candidato dem¨®crata tiene 56 a?os, codo de tenis y la presi¨®n arterial excesivamente alta.
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