Los servicios secretos militares italianos montaron el 'Billygate' contra Jimmy Carter
El general Pietro Musumeci y el teniente coronel Belmonte, altos responsables de los servicios secretos militares italianos (SISMI), que acaban de ser encarcelados por su implicaci¨®n en el atentado de la estaci¨®n de Bolonia (que cost¨® la vida a 85 personas), prepararon en 1980, junto con Francesco Pazienza, el montaje del Billygate, esc¨¢ndalo en el que se vio implicado el hermano del entonces presidente norteamericano, Jimmy Carter, y suceso con el que se pretend¨ªa favorecer la elecci¨®n de Ronald Reagan. Estas revelaciones eran recogidas ayer por casi toda la Prensa italiana.La operaci¨®n para desprestigiar a Jimmy Carter fue organizada por la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) y el SISMI, y por parte de ¨¦ste por los dos militares detenidos y por Pazienza, miembro de la logia mas¨®nica Propaganda 2 (P-2), quien ha confesado que trabajaba para el SISMI. Pazienza est¨¢ refugiado en Estados Unidos, desde donde siempre ha sido rechazada la solicitud de extradici¨®n cursada por las autoridades italianas.
En el esc¨¢ndalo, conocido como Billygate, el hermano de Carter fue acusado de haber recibido del coronel libio Muamar el Gadafi 50.000 d¨®lares por una operaci¨®n comercial relacionada con el petr¨®leo. Al mismo tiempo se filtraron informaciones sobre presuntas aventuras de Billy en el Hilton de Roma con esposas de embajadores y se?oras de la alta sociedad romana. Seg¨²n las revelaciones de la rensa, fue Pazienza quien prepar¨® el esc¨¢ndalo en colaboraci¨®n con el SISMI, que le ofreci¨® agentes y medios econ¨®micos para llevar a cabo su plan.
Los jueces de Bolonia que llegar¨¢n hoy a Roma para interrogar al general Musumeci y a sus compa?eros encarcelados ya han declarado que "si el SISMI hubiese cumplido con su deber, la verdad sobre el terrible atentado de la estaci¨®n se hubiese descubierto en un mes".
La presunta ocultaci¨®n de pruebas y la desviaci¨®n premeditada de las investigaciones sobre el atentado del 2 de agosto de 1980, que parecen ramificarse en otros delitos, han sido descubiertas por los nuevos responsables del SISMI, quienes sucedieron a aquellos obligados a dimitir por su implicaci¨®n en el esc¨¢ndalo de la P-2.
Varios observadores han denunciado el hecho de que se hable de servicios secretos paralelos, ya que, como indicaba ayer Il Manifesto, la desviaci¨®n fue del SISMI oficial, pues Musumeci y sus compa?eros actuaron siempre conjuntamente o con el visto bueno del responsable supremo del SISMI.
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