Guillermo Ungo: "Estamos dispuestos a llegar hasta la paz en El Salvador"

Guillermo Ungo, de 53 a?os, presidente del Frente Democr¨¢tico Revolucionario-Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FDR-FMLN), ha sido el principal interlocutor de la guerrilla salvadore?a con Napole¨®n Duarte, jefe del Gobierno de El Salvador en las trabajosas negociaciones de La Palma. En la madrugada del martes se detuvo dos horas en el aeropuerto madrile?o de Barajas, en tr¨¢nsito hacia Panam¨¢, y convers¨® con un redactor de EL PAIS.

Pregunta. ?Qu¨¦. han ganado el FDR y el FMLN con las negociaciones de La Palma?

Respuesta. Hemos ganado aquello por lo que hemos luchado durante tres a?os y medio: abrir las puertas del di¨¢logo con el Gobierno salvadore?o sin condiciones previas. El Gobierno siempre puso condiciones, incluso la de que depusi¨¦ramos las armas, lo cual hubiera constituido una rendici¨®n. Tambi¨¦n hemos logrado un compromiso de continuidad en el di¨¢logo, as¨ª como ser reconocidos como fuerza beligerante indispensable para la soluci¨®n del conflicto en El Salvador, y ello pese a vernos obligados a hacer casi lo imposible para estar presentes en La Palma.

Napole¨®n Duarte no hizo nada por ahorrarnos obst¨¢culos en cuanto a seguridad y desplazamientos, con un estilo m¨¢s propio del Oeste salvaje que de El Salvador. Todo ello casi imposibilit¨® nuestra comparecencia en La Palma, adem¨¢s de un intento de excluir al Frente Democr¨¢tico Revolucionario de las negociaciones, para dividirnos.

P. ?Qu¨¦ perdieron en las negociaciones de La Palma?

R. Directamente, nada. Lo que pasa es que tambi¨¦n Duarte ha ganado credibilidad, y el presidente norteamericano, Ronald Reagan, tampoco ha perdido nada; por un momento consigui¨® disfrazar su esfuerzo de guerra, aunque le ha durado poco. Ya se ha visto estos d¨ªas c¨®mo la CIA est¨¢ participando directamente en El Salvador: les derribaron un avi¨®n que realizaba espionaje en las operaciones de Moraz¨¢n.

P. ?Si Reagan gana nuevamente las elecciones a la presidencia norteamericana tendr¨¢ valor el di¨¢logo ahora iniciado?

R. Yo creo que Ronald Reagan es poderoso, pero no es Dios Todopoderoso. Confiamos en que Napole¨®n Duarte mantenga un di¨¢logo entre salvadore?os y que comience a distanciarse: pol¨ªticamente de Reagan, aunque entendemos que ello es algo muy dif¨ªcil para ¨¦l. En La Palma hubo un reconocimiento mutuo de que la guerra y la contrainsurgencia est¨¢n dirigidas y apoyadas por EE UU y de que se han profundizado los lazos de dependencia del Gobierno salvadore?o con relaci¨®n a Washington.

P. ?Cu¨¢les fueron los puntos discutidos?

R. La reuni¨®n era a agenda abierta. Se qued¨® en que lo tratado permanecer¨ªa en secreto. Debo decir que fue una reuni¨®n seria, en un clima de respeto mutuo. Tambi¨¦n hay que decir que hubo importantes desacuerdos en la apreciaci¨®n de la situaci¨®n y en la b¨²squeda de una soluci¨®n. Por ejemplo, Duarte dice que ya hay democracia en El Salvador, mientras que nosotros consideramos que se persigue a los dem¨®cratas.

'Esperanzas de paz, s¨ª; seguridades, no'

P. ?Est¨¢ usted en condiciones de dar esperanzas de paz a los salvadore?os?

R. Seguridades, no, pero s¨ª esperanzas. La paz depende de lo que quiera Reagan y el futuro Gobierno de Washington.

P. ?Hasta donde estar¨ªa dispuesto a llegar el FDR?

R. Hasta la paz. En toda negociaci¨®n se hacen concesiones, pero una cosa es eso y otra, traicionar a nuestro pueblo, que ha sufrido durante m¨¢s de 50 a?os una dictadura olig¨¢rquico-militar, y esta lucha no se la vamos a entregar a los que consideran que la democracia es subversiva.

P. ?Va a continuar combatiendo el FMLN?

R. Obviamente, mientras no haya soluciones pol¨ªticas la guerra continuar¨¢. Por dos razones: porque los avances del FMLN son constantes y porque el involucramiento de EE UU en el conflicto es cada vez m¨¢s intenso.

P. ?Ha desempe?ado Espa?a alg¨²n papel entre ustedes y el Gobierno salvadore?o?

R. En el pasado s¨ª. Hay que tener en cuenta que el di¨¢logo de ahora es el resultado de un largo proceso iniciado hace m¨¢s de tres a?os. Dos d¨ªas antes de las conversaciones de La Palma tuve la oportunidad de conversar con el vicepresidente espa?ol, Alfonso Guerra. Le vi positivamente interesado por los problemas y por las soluciones en El Salvador. Tambi¨¦n me entrevist¨¦ con Fernando Mor¨¢n. Ignoro qu¨¦ gestiones ha desplegado Espa?a en los preparativos de la reuni¨®n de La Palma, pero s¨¦ que no ha estado al margen.