Protesta de CC OO del metal
En su editorial del 20 de octubre y en la informaci¨®n laboral del mismo d¨ªa se arremete de nuevo contra CC OO, en esta ¨²ltima se nos alude directamente como Federaci¨®n del Metal.En el tratamiento de esta informaci¨®n, ustedes recurren a argumentos tales como "reacciones del aparato", "capacidad de consigna" y "viejos reflejos hist¨®ricos que se traducen en cierre de filas". En suma, que, a falta de otros argumentos m¨¢s convincentes, tienen que echar mano del cat¨¢logo de t¨®picos del anticomunismo tradicional desde Franco a nuestros dilas.
No deja de ser desvergonzado que hablen ustedes de que "el aparato trata de centrar la pol¨¦mica en el posible relevo de Camach¨®", cuando han sido ustedes mismos los que lanzaron la pol¨¦mica en estos t¨¦rminos, con titular en primera p¨¢gina y en base a no se sabe qu¨¦ fuentes ap¨®crifas.
Su reacci¨®n en torno a los telegramas que les han enviado diversas organizaciones de CC OO s¨®lo puede mostrar dos cosas, o que no los han le¨ªdo o que en aras de la manipulaci¨®n interesada, digan lo que digan ¨¦stos, ustedes siempre van a llegar a la misma conclusi¨®n preestablecida. De los 71 telegramas publicados en su diario en esa fecha, s¨®lo 14 hacen referencia expl¨ªcita a Marcelino y los 71 rechazan el AES. No es una campa?a personal, sino una reacci¨®n sindical perfectamente leg¨ªtima.
Lo que tal vez les moleste es que, cuando ustedes intentan presionarnos hablando d¨¦ reacciones en el seno de CC OO en contra de la decisi¨®n confederal de rechazo al AES, sean las propias secciones sindicales, es decir, la base, la que se encarga de decir que en CC OO no estamos de acuerdo con el AES.
Y es que, claro, con esa reacci¨®n a ustedes se les desmonta su historia como un castillo de naipes. Porque, si fuera verdad que supuestos dirigentes "entrecomillados y an¨®nimos" no se atreven a plantear directamente posiciones favorables a la firma del AES, el rechazo de la base demostrar¨ªa que eran posiciones aisladas. Pero actuar como ustedes lo hacen no es informar, sino, en este caso, intoxicar. Lo objetivo es que los ¨®rganos confederales y CC OO a todos los niveles est¨¦n reaccionando pr¨¢cticamente a la unanimidad.
No deja de ser significativo que ustedes justifiquen la necesidad de la firma de CC OO manejando el peligro de exclusi¨®n de comisiones de trabajo como la de la reforma de la Seguridad Social, normativa laboral, etc¨¦tera. Un sistema democr¨¢tico no puede permitir que la participaci¨®n de organizaciones representativas en los temas que les competen se subordine a la aceptaci¨®n sistem¨¢tica de lo que se diga desde el poder. Y, claro, sobre eso ustedes no parecen tener opini¨®n.
Es curioso que en su reacci¨®n con respecto a nuestra posici¨®n sobre el AES y la campa?a que contra CCOO han lanzado utilicen los mismos argumentos que el presidente del Gobierno en la carta que envi¨® a Marcelino. Ustedes han tomado partido por el Gobierno y la patronal.
En nuestro III Congreso hemos discutido y hemos decidido, y no lo que a ustedes quiz¨¢ les hubiese gustado. La valoraci¨®n de los resultados que ustedes hacen s¨®lo demuestra que no se han le¨ªdo los materiales aprobados. No vamos a caer en la trampa que nos quieren tender de volver a discutir lo que hace muy poco ya hemos discutido y decidido; eso tan s¨®lo puede interesar a los que pretenden meter a CC OO en un c¨ªrculo vicioso. Ahora es el momento de aplicar lo decidido en el congreso.
En la sociedad actual, el peso de los medios de comunicaci¨®n para conformar opini¨®n es muy importante, es lo que se ha venido en llamar el cuarto poder; abusar de este poder es sumamente peligroso para la propia democracia. No falta literatura sobre el tema, ni buenas pel¨ªculas, desde Ciudadano Kane a El honor perdido de K. Blum.
En este abuso de poder, uno de los mayores riesgos para las sociedades democr¨¢ticas es la falta de claridad en los planteamientos, las medias verdades, que son medias mentiras tambi¨¦n, y, en suma, el enga?o a los ciudadanos por diferentes estamentos. Por ello, y en aras de la verdad, les rogar¨ªamos que eliminasen de su encabezamiento lo de "diario independiente de la ma?ana". Ustedes son un diario de la ma?ana, pero, desde luego, no son independientes.-
Miembros del secretariado de la Federaci¨®n del Metal de CC OO.
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