Tres b¨²lgaros y cinco turcos, procesados por el intento de asesinato del Papa en la plaza de San Pedro en 1981

El juez llario Martella, instructor de la compleja investigaci¨®n sobre la llamada pista b¨²lgara en el atentado contra el papa Juan Pablo II del 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, ha ordenado el procesamiento de tres b¨²lgaros y cinco turcos (entre ¨¦stos, Al¨ª Agca, condenado a cadena perpetua), acusados de haber participado en la conspiraci¨®n para asesinar al Papa. Martella manifest¨® ayer, en una conferencia de prensa, que est¨¢ convencido de que el atentado contra el papa Wojtyla fue obra de un compl¨® internacional, y declar¨® que ten¨ªa evidencias de que junto con Al¨ª Agca tambi¨¦n dispar¨® contra el Papa el turco Oral Celik.
De los tres b¨²lgaros acusados, el mayor responsable es Serghel Antonov, de 36 a?os, encarcelado en Roma, jefe de escala de la compa?¨ªa a¨¦rea Balkanair en la capital romana. Los otros dos son Todor Alvazov, jefe del departamento financiero de la Embajada b¨²lgara en Roma, y Jelio Vasiliev, ex consejero militar de dicha embajada. Ambos hab¨ªan dejado Roma antes de que pudieran ser detenidos y est¨¢n hoy en libertad.Los cinco turcos son Oral Cellk, de 25 a?os, que, seg¨²n el juez Martella, fue el otro hombre que dispar¨® contra Juan Pablo 11; Sedar Celebi, de 32 a?os, dirigente del grupo turco de extrema derecha Los Lobos Grises en la Rep¨²blica Federal de Alemania; Omer Bagci, 36 a?os, tambi¨¦n de Los Lobos Grises, acusado de haber entregado a Al¨ª Agca en la RFA la pistola Browning de 9 mil¨ªmetros para el atentado, y Bekir Celenk, de 49 a?os, un hombre de negocios actualmente en Sof¨ªa, bajo vigilancia policial, y que siempre se ha declarado inocente. A Celenk se le acusa de haber financiado el atentado y de ser quien entreg¨® a Al¨ª Agca tres millones de marcos alemanes para preparar el acto terrorista. A ¨¦ste ¨²ltimo se le procesa ahora por introducci¨®n ilegal de armas en el pa¨ªs. Celebi y Bagci est¨¢n encarcelados en Roma, despu¨¦s de que las autoridades de Alemania Occidental y de Suiza, respectivamente, concedieran su extradici¨®n. Tambi¨¦n se encuentran presos en Roma Al¨ª Agca y Antonov. Los otros dos b¨²lgaros se hallan en su pa¨ªs, igual que Celenk, y Celik est¨¢ en paradero desconocido.
1.234 p¨¢ginas de sumario
La revelaci¨®n de que fueron dos las pistolas que dispararon contra el Papa es la mayor novedad contenida en las 1.234 p¨¢ginas del sumario, fruto de 23 meses de trabajo. Se afirma en ¨¦l que fue precisamente la bala disparada por Celik la que hiri¨® el dedo ¨ªndice de la mano izquierda del Papa y ligeramente su brazo. Esta bala no se ha encontrado, al contrario de lo que ocurri¨® con las dos disparadas por la pistola de Agca, pero, seg¨²n el juez, no hay duda de que se produjo el disparo de Celik, tanto por las pruebas bal¨ªsticas como por el testimonio de testigos. Existe adem¨¢s la fotograf¨ªa de Celik cuando escapaba corriendo de la plaza de San Pedro y, al parecer, una filmaci¨®n de un peregrino en la que se ve a Celik en el momento de disparar junto a Agca.
Celik tambi¨¦n perteneci¨® a Los Lobos Grises, y fue quien ayud¨® a Agca a escapar de la c¨¢rcel militar de Kartal, en Estambul, donde cumpl¨ªa condena por el asesinato del director del diario Milliyet, la v¨ªspera de que el Papa, a quien hab¨ªa prometido asesinar, llegase en visita pastoral a Turqu¨ªa.
El juez Martella ha decidido, con mucha prudencia, que se haga un proceso s¨®lo "por indicios", es decir, para que a trav¨¦s de un juicio se pueda probar mejor si los indicios por ¨¦l recogidos, que son muchos y serios, pueden convertirse en verdaderas pruebas de acusaci¨®n.
El magistrado a viajado para recoger pruebas a Estados Unidos, RFA, Suiza, Bulgaria y Turqu¨ªa y ha concedido dos veces la libertad provisional, por motivos de salud, a Antonov, en contra de la opini¨®n de los fiscales, que otras tantas veces volvieron a encarcelarlo.
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