Posibilidades de recepci¨®n dom¨¦stico
En los televisores convencionales existentes se pueden recibir las im¨¢genes de las actuales emisiones de televisi¨®n por sat¨¦lite, siempre y cuando se instale un equipo receptor que consiste esencialmente en una antena parab¨®lica, cuyas dimensiones pueden variar -seg¨²n Alberto Mart¨ª, especialista en antenas y directivo de la empresa Tagra- entre 1,20 y 3,40 metros de di¨¢metro. Dentro de un a?o, las dimensiones de esta antena pueden reducirse hasta los 80 cent¨ªmetros de di¨¢metro, lo que har¨¢ m¨¢s asequible la recepci¨®n comunitaria.La unidad exterior de recepci¨®n se ve complementada, antes de llegar a la pantalla convencional, con una unidad interior que efect¨²a la demodulaci¨®n de se?ales en frecuencia modulada y un cambio de norma para hacer compatible la se?al que ha entrado por la antena parab¨®lica con el receptor habitual.
El elevado precio de los equipos de recepci¨®n nacionales -para los equipos importados existen fuertes aranceles de aduana que los equipara a los espa?oles- restringe por ahora considerablemente el acceso a los programas europeos de televisi¨®n por sat¨¦lite. Sin embargo, seg¨²n explica Pedro Mier, de Mier Allende, se abre un mercado importante con las primeras demandas, ya formalizadas, no s¨®lo de empresas tur¨ªsticas, sino tambi¨¦n de urbanizaciones y comunidades de propietarios.
La cifra comprendida entre dos y cuatro millones de pesetas que cuesta el equipo completo de recepci¨®n ir¨¢ bajando sensiblemente, seg¨²n Pedro Mier, en la medida que entren en funcionamiento sat¨¦lites de alta potencia, disminuyan las dimensiones de la antena y se masifique su utilizaci¨®n, "hasta llegar, en poco tiempo, a costarle a un vecino adherido a un sistema colectivo tanto como un aparato de televisi¨®n en color".
Los condicionamientos econ¨®micos no son, de momento, los ¨²nicos que restringen la audiencia de la televisi¨®n por sat¨¦lite en Espa?a. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta los contenidos, que llegan en un idioma ajeno, aunque es verdad qu¨¦ algunos de ellos llegan en el lenguaje universal del arte y de la m¨²sica. Para muchos resultar¨¢ atractivo, no obstante, ver las ¨²ltimas pel¨ªculas estrenadas recientemente en Europa, aunque sea en versi¨®n original sin subt¨ªtulos.
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