Ep¨ªstola sin pistola
Intu¨ª, detect¨¦, ol¨ª y m¨¢s tarde constat¨¦ que me iba a salpicar la Santa Inquisici¨®n. Ha sido como si una ola de satanismo azotara a la casta Espa?a invertebrada. Escandalizadores, escandalizables y escandalosos. ?Con la Iglesia hemos topado, amigo membrillo! ?No oyes desde el control m¨²sica de grillos celestiales? El caso de Las Vulpes se reencarna. Los meapilas de siempre azotan a Paloma Chamorro y gritan desde el p¨²lpito: "?Excomuni¨®n para Manolo Ferreras por haber osado emitir en su programa Tiempos modernos la secci¨®n titulada Aroma de membrillo, que, dedicada a satirizar los romances de sacrist¨ªa a trav¨¦s de los pecados de la carne de un fraile vegetariano, result¨® ser sacrilegio de sacrist¨ªa para algunos estre?idos mentales!".El domingo 21 mis ojos chocan con la decisi¨®n del episcopado, publicada en toda la Prensa espa?ola, y donde descubro que los programas La edad de oro, de TVE, y Tiempos modernos, de RNE, han sido objeto de una firme protesta, concebida en t¨¦rminos severos, ante la direcci¨®n general de RTVE, porque ambos espacios "han lesionado gravemente la convivencia ciudadana en este pa¨ªs y la sensibilidad religiosa y moral de sus ciudadanos". ?Ay, Jes¨²s!
Observo, obnubilado, c¨®mo se ha empleado un doble rasero para "castigar nuestros pecados". A Paloma Chamorro le echan una rega?ina, y al Membrillo de RNE le despide la direcci¨®n fulminantemente, por lo que la Iglesia les felicita.
Querid¨ªsimos verdugos: ?Ustedes son formidables! A ver si nos desabrochamos el cerebro tan a menudo como la bragueta, hermanos. No, no me gusta ser una zorra, pero tampoco soy un monaguillo canalla ni he destrozado sagrario alguno en la cripta embrujada de Tiempos modernos (ahora parecen mojigatos), y prometo no beberme m¨¢s vinajeras. As¨ª que... mea culpa. Pero suscribo letra y m¨²sica de lo que se emiti¨® a trav¨¦s de Radio 3 de RNE entre las 9.45 y las 10.00 horas del d¨ªa 16 de octubre. Odio a la verdad cuando es mentira. La verdad, para serlo de verdad, tiene que arder y quemarse, dec¨ªa Jos¨¦ Bergam¨ªn. Yo no estoy libre de pecado, pero tengo las alforjas llenas de argumentos para neutralizar los falaces piropos I blasfemias que se me atribuyen con indebido respeto. Hago saber a quien corresponda que el fabulador Samaniego, junto a Jos¨¦ Zorrilla, Camilo Jos¨¦ Cela, Nuevo Mester de Juglar¨ªa, Juan Pablo II, Massiel y Morat¨ªn, pusieron canela, rama, aroma y otras especias a mi pastel agridulce de membrillo. Conste en acta.
A veces, queridos hermanos, cuesta mucho m¨¢s eliminar un solo defecto que adquirir 100 virtudes. Esta rasgada de h¨¢bitos, y mi despido (?procedente, improcedente?... ?Doctores tiene la Iglesia y jueces el Estado!) me hacen pensar que nuestra democracia es como una sand¨ªa: verde por fuera y roja por dentro. Desde las hirvientes ollas de Pedro Botero me confieso pecador a vuestras beatas pupilas. Echadme de RNE. Echadme la penitencia. ?Me puedo ir en paz?-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.