El escritor Mario-Vargas Llosa explica su posici¨®n pol¨ªtica en un tenso debate universitario sobre su ¨²ltima novela
Un tenso debate sobre la posici¨®n e Ideas pol¨ªticas del escritor peruano Mario Vargas Llosa se desarroll¨® ayer en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, con motivo de la presentaci¨®n de su ¨²ltima novela, La historia de Mayta. Es la primera obra de Vargas Llosa situada en los Andes peruanos y est¨¢ basada en una insurrecci¨®n armada que se llev¨® a cabo en el pueblo de Jauja en 1958. La novela ha sido editada en Espa?a por Seix Barral.
"La historia que fui inventando a partir de este hecho aprovech¨®, o canibaliz¨®, mis inquietudes y reflexiones sobre las utop¨ªas revolucionarias, esas ficciones ideol¨®gicas y sobre la conveniencia de un sistema democr¨¢tico reformista como salida", dijo Vargas Llosa.El eje de la novela es, la seducci¨®n que ejerce sobre un viejo trotskista un joven militar que, llevado por sus convicciones, decide emprender una revoluci¨®n en un poblado de la sierra del Per¨². "Ese extra?o salto del trotskista, de una vida llena de frustraci¨®n e intrigas, a la seducci¨®n de la puesta en acci¨®n de sus ideales me fascin¨®", La historia ha sido la reconstrucci¨®n ficticia de un acontecimiento que Vargas Llosa conoci¨® cuando viv¨ªa en Par¨ªs a finales de la d¨¦cada del 50. "En ese momento los latinoamericanos que viv¨ªamos en Par¨ªs sent¨ªamos una gran exaltaci¨®n por esta utop¨ªa social y pol¨ªtica para nuestros pa¨ªses" dijo el autor.
Fue en Par¨ªs donde empez¨® a rastrear la historia de este episodio y s¨®lo muchos a?os despu¨¦s, en 1982, empez¨® a escribir esta novela. Las investigaciones sobre el caso lo llevaron a la ciudad de Jauja, a interrogar testigos reticentes a¨²n, y finalmente a buscar al protagonista sobreviviente de esta empresa. "Pero La historia de Mayta desborda lo anecd¨®tico", afirma Vargas, Llosa "Plantea ese problema que siempre me ha interesado, el de la ficci¨®n y la realidad. La ficci¨®n es lo m¨¢s importante en mi vida y pienso que la literatura como ficci¨®n enriquece a la gente. Pero hay otras ficciones: las pol¨ªticas las ideol¨®gicas, que no se reconocen como ficciones".
La coincidencia de las fechas en que empez¨® a escribir la novela y la de su participaci¨®n en la elaboraci¨®n del informe sobre la matanza de los ocho periodistas peruanos en Uchuraccay, Ayacucho, no es casual. "Lo de Uchuraccay influy¨® sin lugar a dudas en esta novela. El enfrentarme a la violencia de la vida cotidiana en esas regiones fue algo que nunca hab¨ªa visto tan de cerca. Fue tocar la violencia del terrorismo y de la contrainsurgencia y brutalidad de la acci¨®n militar en la zona. Me llev¨® a ver c¨®mo la democracia que tenemos hac¨ªa s¨®lo tres a?os no hab¨ªa logrado resolver estos profundos problemas de frustraci¨®n social".
Durante el coloquio que sirvi¨® de presentaci¨®n a esta novela se hicieron presentes duras cr¨ªticas a Vargas Llosa por el papel que jug¨® en el caso de la matanza de los periodistas en Ayacucho. "Yo he cometido errores pol¨ªticos muchas veces en mi vida, pero no admito que se me trate de encubridor de asesinos", afirm¨® el escritor. "Para m¨ª aquella fue una experiencia muy dolorosa y pienso que el informe de la comisi¨®n que presid¨ª sigue siendo la verdad de lo ocurrido. Las fotos encontradas despu¨¦s no contradicen nuestra hip¨®tesis. Lo que me parece intolerable es que se siga tratando de utilizar un episodio tan doloroso como aquel para sacar un beneficio pol¨ªtico".
"Esa experiencia me mostr¨® como la violencia desencadenada por una posici¨®n ideol¨®gica radical, ha dado pie a otro tipo de violencias, proporcionando una coartada para justificar esa brutalidad. Estoy seguro que de los tres o cuatro mil muertos desde la aparici¨®n del terrorismo, menos de la mitad son muertos pol¨ªticos. El informe, adem¨¢s, no exonera la violencia de las fuerzas armadas en la sierra peruana. Es el primer documento donde se denuncian las torturas y cr¨ªmenes que se han venido cometiendo".
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